Salida del armario

Ya nos dijo una pel¨ªcula de Vittorio de Sica que hay un matrimonio a la italiana, pero lo que no se sab¨ªa es que al parecer tambi¨¦n existe una salida del armario a la italiana, mucho m¨¢s dolorosa que en otros pa¨ªses. Al menos eso es lo que nos quiere contar esta comedia canadiense ambientada en el c¨ªrculo de los transalpinos que un buen d¨ªa decidieron cruzar el charco en busca del sue?o americano (aunque fuera en Quebec).

A pesar de que los problemas en los que se centra son distintos, Mambo italiano se enmarca dentro de una rama de la comedia que ha hecho furor en todo el mundo en los ¨²ltimos a?os: la que intenta sacar petr¨®leo de los conflictos entre generaciones a causa del abandono de ciertas costumbres por parte de los j¨®venes, caso de Oriente es oriente, Quiero ser como Beckham o Mi gran boda griega. Al director ?mile Gaudreault, in¨¦dito en Espa?a, hay que agradecerle que conduzca su pel¨ªcula a un ritmo vertiginoso a trav¨¦s de la voz en off en primera persona del joven gay que decide independizarse del yugo familiar. Sin embargo, la gracia de las situaciones es muy irregular: las hay simp¨¢ticas (como la de los cuatro miembros del clan en el confesionario), obvias (la de la cena en la que quieren endilgarle al chico una novia) o directamente rid¨ªculas (casi todas las del novio polic¨ªa). Aunque lo peor es que el rancio t¨®pico verbal se hace demasiado presente (es preferible "dar que recibir"; "si lo hubieses obligado a jugar al hockey no hubiese pasado esto" y perlas del estilo), lo que quiz¨¢ lleve a que Mambo italiano fructifique m¨¢s en el p¨²blico que ni entiende ni compren-de, que en la comunidad homosexual.