La gran novela sobre la dictadura es una pel¨ªcula: ¡®Machuca¡¯

EN CHILE, suele decirse, no ha aparecido a¨²n la gran novela de la dictadura o de Pinochet. Parece que nos ha costado tanto como a los norteamericanos asumir Vietnam. Fuget matiza: ¡°No s¨¦ si tiene que haber una gran novela de la dictadura. El periodo me fascina. En mi primer libro, Mala onda, s¨²per bueno, sobre la dictadura, aparece un gran secreto real: a mucha gente le fue bien, los hijos de los dirigentes del r¨¦gimen jalaban coca¨ªna y se encerraban a bailar durante el toque de queda, aprovechando que sus pap¨¢s hac¨ªan negocios en Sur¨¢frica. Acaba de salir un gran libro que gan¨® el Premio Seix Barral, de Mauricio Electorat, La burla del tiempo, y est¨¢n tambi¨¦n Lemebel, Marcela Serrano, La casa de los esp¨ªritus de Isabel Allende. Quiz¨¢ la pel¨ªcula Machuca sea nuestra gran obra sobre la dictadura, porque la nueva narrativa es f¨ªlmica. La figura de Pinochet es muy grande para transformarla en personaje. Me da p¨¢nico que alguien lo transforme en un narrador, como Yo el supremo, de Augusto Roa Bastos, y triunfe y guste, porque ser¨ªa hecho para el mercado y a la larga le har¨ªan un favor. Pinochet fue engendrado en nuestros patios traseros, no es un coreano depositado ac¨¢ por la CIA¡±. Durante el golpe, en 1973, mientras La Moneda era atacada, el presidente Allende, sin conocer todav¨ªa la participaci¨®n de Pinochet, pregunta: ¡°?D¨®nde estar¨¢ el pobre Augusto?¡±. Para Fuguet esa frase es una buena s¨ªntesis: ¡°La ambig¨¹edad de la familia chilena se refleja en Machuca, cuando el pap¨¢ de izquierda dice que es bueno que la izquierda sea para los dem¨¢s, no para ellos. La transici¨®n es desde ¡°d¨®nde estar¨¢ el pobre Augusto¡± al muerto viviente que es hoy Pinochet, al que incluso le perdieron el respeto los mismos medios que ¨¦l trajo, tal como la derecha ha perdido bonos con la pornograf¨ªa, los cambios liberales del mercado. Todo eso est¨¢ en los libros actuales, en los de Marcela Serrano, en Cortos, el libro que lanzo ahora: los cambios de costumbres, los suburbios, los medios de comunicaci¨®n¡±.