Un torrente llamado Bola?o

Amalfitano, uno de los protagonistas de la segunda de las cinco partes o novelas que componen 2666, obra p¨®stuma de Roberto Bola?o, rememora desde M¨¦xico una conversaci¨®n sostenida, hac¨ªa a?os en Barcelona, con un joven farmac¨¦utico que pasaba sus noches de guardia leyendo. Al joven le gustaba leer novelas breves como La metamorfosis, de Kafka; Bartleby, el escribiente, de Melville; Un coraz¨®n simple, de Flaubert, o Un cuento de Navidad, de Dickens, t¨ªtulos que escog¨ªa en lugar de El proceso, Moby Dick, Bouvard y P¨¦cuchet o El Club Pickwick, novelas largas de los citados autores. "Qu¨¦ triste paradoja, pens¨® Amalfitano", escribe Bola?o. "Ya ni los farmac¨¦uticos ilustrados se atreven con las grandes obras, imperfectas, torrenciales, las que abren caminos en lo desconocido. Escogen los ejercicios perfectos de los grandes maestros. O lo que es lo mismo: quieren ver a los grandes maestros en sesiones de esgrima de entrenamiento, pero no quieren saber nada de los combates de verdad, en donde los grandes maestros luchan contra aqu¨¦llo, ese aquello que nos atemoriza a todos, ese aquello que acoquina y encacha, y hay sangre y heridas mortales y fetidez". Y, de hecho, eso es 2666: una gran obra torrencial, que abre caminos en lo desconocido; un combate de verdad, lleno de sangre, de heridas mortales y de fetidez. Bola?o, quien adem¨¢s de novelas tan memorables como, entre otras, Estrella distante, Amuleto y Los detectives salvajes, tambi¨¦n escribi¨® relatos, dando muestras de su habilidad en la "esgrima" de la narraci¨®n breve (recuerde el lector sus vol¨²menes de cuentos: Llamadas telef¨®nicas, Putas asesinas y El gaucho insufrible), dej¨®, al morir el pasado a?o, una gran y ambiciosa novela inconclusa, o mejor dicho, una gran novela de novelas, que es esa monumental 2666, sin duda lo mejor de su producci¨®n tan prematuramente interrumpida.

Tanto en la nota preliminar

del libro (nota de los herederos del autor) como en La nota a la primera edici¨®n, de Ignacio Echevarr¨ªa, que cierra el libro, se nos advierte de que, si bien el autor concibi¨® esta obra como un solo volumen dividido en cinco partes, antes de morir decidi¨® que las cinco partes se publicaran por separado, como cinco novelas aisladas, pensando en el futuro econ¨®mico de sus hijos y en las ventajas pr¨¢cticas que esto supondr¨ªa para el editor. Sin embargo, tras la lectura y estudio de la obra y del material de trabajo dejado por Bola?o (labor que ha desempe?ado Ignacio Echevarr¨ªa, amigo del autor), sus herederos, el propio Ignacio Echevarr¨ªa y el editor Jorge Herralde, de com¨²n acuerdo, han optado por obviar las razones pr¨¢cticas que dictaron las ¨²ltimas instrucciones de Bola?o y respetar la concepci¨®n literaria inicial de la obra. Una decisi¨®n que, una vez le¨ªda 2666, elogiamos: las cinco partes de esta gran obra pueden, en efecto, leerse por separado, como cinco novelas aisladas; en tal caso, ninguna de ellas perder¨ªa calidad, pero se perder¨ªa la grandeza que alcanzan juntas, la grandeza de un proyecto en verdad infrecuente en la narrativa actual y que s¨®lo se disfruta en su lectura total.

2666 est¨¢ compuesta por La

parte de los cr¨ªticos, La parte de Amalfitano, La parte de Fate, La parte de los cr¨ªmenes y La parte de Archimboldi, cinco "novelas" vinculadas por personajes, obsesiones, geograf¨ªas, b¨²squedas, tensiones an¨ªmicas, p¨¦rdidas, enigmas y brutalidades que, como proyectadas desde el invisible subsuelo narrativo por una oculta voluntad guadi¨¢nica, aparecen, se cruzan, desaparecen, se complementan y se contradicen saltando de una "novela" a otra. Benno von Archimboldi, autor prusiano de culto, candidato al Nobel, al que nadie conoce, y los terribles asesinatos de mujeres en el Estado mexicano de Sonora, son los dos principales hilos que van tejiendo un universo trepidante y enigm¨¢tico poblado por personajes al borde del abismo existencial.

En la primera parte, cuatro profesores y cr¨ªticos de literatura que van de congreso en congreso presentando estudios sobre la obra de Archimboldi (feroz el retrato de estos personajes de pobre vida emocional que se alimentan de la obra del genio y escriben ponencias como Heine y Archimboli: caminos convergentes o Ernst J¨¹nger y Benno von Archimboldi: caminos divergentes) hasta que emprenden viaje a M¨¦xico, donde creen que se oculta el escritor y donde vive un, como ellos, archimboliano, un tal Amalfitano, que ser¨¢ el protagonista de la segunda parte del libro, La parte de Amalfitano. Aqu¨ª aparece este curioso personaje, abandonado por su mujer (Lola, que parti¨® a Espa?a, en busca del poeta de Mondrag¨®n, con el prop¨®sito de sacarlo de un centro de salud y llev¨¢rselo a Francia), que pasa horas y horas contemplando un libro que ha colgado de un tendedero, a modo de ready-made: Testamento geom¨¦trico, de Rafael Dieste, en cuya solapa se explica que, en realidad, son tres libros en uno "con su propia unidad, pero funcionalmente correlacionados por el destino del conjunto" (caracter¨ªstica similar a la concepci¨®n de 2666), y vive con su hija Rosa, personaje tambi¨¦n de la tercera secci¨®n del libro, La parte de Fate, en la que un periodista de color norteamericano llega a Sonora para hacer un reportaje de un combate de boxeo y, poco a poco, en un mundo de prostituci¨®n, droga, alcohol y violencia, se va interesando por el misterio de los asesinatos de mujeres, asunto que centra La parte de los cr¨ªmenes. Bola?o describe m¨¢s de cien cr¨ªmenes (119, si no me he descontado al leer), alternando con el relato de las vivencias de una multitud de personajes (polic¨ªas investigadores de los cr¨ªmenes, personajes del hampa de la ciudad de Santa Teresa, periodistas, maleantes, poderosos narcotraficantes, pol¨ªticos, Klaus Haas, gigante albino detenido como presunto culpable, por cuya descripci¨®n sospecha el lector que pueda tratarse del escritor alem¨¢n candidato al Nobel...)

Hay que poseer un dominio de la narraci¨®n realmente extraordinario para describir m¨¢s de cien cr¨ªmenes que presentan v¨ªctimas y circunstancias similares sin cansar al lector, es m¨¢s, logrando arrastrarle p¨¢gina tras p¨¢gina a sabiendas de que, al final, no dar¨¢ con la soluci¨®n (los cr¨ªmenes de mujeres en M¨¦xico son m¨¢s de 400 y su autor¨ªa sigue en el misterio). Esta parte del libro, la cuarta, y la ¨²ltima, La parte de Archimboldi, son en verdad magistrales. Esta "novela" final (en realidad la primera en el orden cronol¨®gico) es la historia de Archimboldi, desde su infancia en Prusia hasta su partida a M¨¦xico, para auxiliar a un sobrino preso, acusado de asesinato de m¨¢s de cien mujeres (el gigante albino que hab¨ªamos confundido por el propio Archimboldi). Una historia marcada por la guerra europea, cuyo protagonista asiste, estuporoso, a la agon¨ªa de una civilizaci¨®n a la que la corrupci¨®n moral ha arrastrado al abismo. Una mara?a de personajes, que relatan sus vidas desde el interior del relato de las vidas de otros personajes, componen un fresco humano desolador, en el que el humor,en ocasiones negro, de Bola?o no s¨®lo subraya la intensidad del relato sino que, al mismo tiempo, permite un respiro al lector.