Una Europa m¨¢s ciudadana

Para m¨ª es un gran honor estar hoy aqu¨ª con ustedes para recibir, en nombre de la Comisi¨®n Europea, este premio tan prestigioso. Y me satisface en especial que se reconozca, por medio de Erasmus, nuestra contribuci¨®n a una Europa m¨¢s ciudadana.

El jurado ha considerado que el programa Erasmus es "uno de los proyectos de cooperaci¨®n internacional m¨¢s importantes de la historia de la humanidad", y yo quiero agradec¨¦rselo en nombre de la Comisi¨®n y de los estudiantes Erasmus. Esas palabras, que destacan nuestro ¨¦xito, tambi¨¦n remiten a nuestra responsabilidad.

En primer lugar, Erasmus hace posible que nuestros estudiantes tomen conciencia de sus propias ra¨ªces. En segundo lugar, les permite descubrir -a menudo por primera vez- una ciudadan¨ªa basada en las ra¨ªces de los otros, ra¨ªces comunes a todos los europeos, respetando la diversidad hist¨®rica, cultural y ling¨¹¨ªstica. Y lo que es m¨¢s importante: Erasmus posibilita esta experiencia no por la v¨ªa de un saber libresco, sino por medio del contacto directo, del intercambio, de la alegr¨ªa compartida de la vida estudiantil.

El programa contribuye a abrir nuevas fronteras al conocimiento

Erasmus es una magn¨ªfica escuela de tolerancia, de respeto a la diversidad

Desde el lanzamiento del programa en 1987, han vivido esta experiencia m¨¢s de un mill¨®n de estudiantes. Es un ¨¦xito indiscutible. Sobre todo para los propios estudiantes, que reconocen que esa aventura fue una de las m¨¢s enriquecedoras de su vida. Los aspectos positivos de una experiencia Erasmus superan ampliamente los indispensables logros acad¨¦micos o ling¨¹¨ªsticos. Ante todo, es una magn¨ªfica escuela de tolerancia, de adaptaci¨®n a un medio extranjero, de respeto a la diversidad de las culturas y de apertura a los dem¨¢s. Son las vivencias europeas con toda su riqueza y todo su esplendor.

Desde 1987, el panorama de la ense?anza superior en Europa ha cambiado profundamente.

Sin Erasmus, no habr¨ªa habido proceso de Bolonia. Sin esos centenares de miles de estudiantes Erasmus, no creo que la declaraci¨®n de Bolonia hubiera podido adoptarse ni concretarse. Actualmente, 40 pa¨ªses europeos han asumido el compromiso de construir el espacio europeo de la ense?anza superior... ?y est¨¢ funcionando!

El movimiento genera movimiento. El "fen¨®meno Erasmus" evidenci¨® la necesidad de una convergencia m¨¢s amplia de los sistemas de ense?anza superior, de una mayor transparencia de los m¨¦todos y de una adecuada homologaci¨®n de los t¨ªtulos. Y esto gener¨®, como consecuencia, una aut¨¦ntica din¨¢mica de cambio en el seno de las universidades y de los sistemas de ense?anza superior en Europa.

La movilidad de los estudiantes nos ha mostrado el camino. El entusiasmo y el compromiso de los profesores posibilitaron que el programa se pusiera en marcha y los responsables pol¨ªticos se sumaran al movimiento. Este fen¨®meno es tan excepcional que merece la pena destacarlo.

Erasmus se basa en la filosof¨ªa de los padres fundadores de Europa, cuya pretensi¨®n era unir a los pueblos fomentando el sentimiento de pertenencia, poniendo en com¨²n el conocimiento y creando redes.

Erasmus es un programa pionero al que le han seguido otros programas de movilidad en la ense?anza primaria y secundaria, en la formaci¨®n profesional y en la educaci¨®n de adultos.

Hace poco se ha puesto en marcha el programa Erasmus Mundus. Aplica el mismo m¨¦todo a escala mundial con el prop¨®sito de crear redes entre nuestras universidades que incrementen su capacidad de atraer a j¨®venes talentos de todos los continentes.

?El trabajo fundamental est¨¢ hecho! Los instrumentos est¨¢n funcionando. Ahora tenemos que acelerar el proceso.

Si las nuevas propuestas de la Comisi¨®n se aprueban, el n¨²mero de estudiantes aumentar¨¢ de 125.000 a m¨¢s de 300.000 al a?o. Nuestro objetivo es llegar a tres millones de estudiantes Erasmus en 2011.

Quisiera compartir con ustedes este objetivo, que tambi¨¦n es una ambici¨®n: la voluntad de que la experiencia Erasmus se convierta real y definitivamente en una costumbre y que la estancia en una universidad extranjera sea algo normal para todos los estudiantes.

Es f¨¢cil establecer un v¨ªnculo entre los valores que caracterizan a los premios y a la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias, y los que fundamentan el programa Erasmus de la Comisi¨®n. En ambos casos, se trata de una acci¨®n que contribuye de forma ejemplar y significativa a trascender las fronteras nacionales, a fraternizar entre los hombres, a defender la herencia de la humanidad y a abrir nuevas fronteras al conocimiento. El premio ensalza el compromiso de la comunidad acad¨¦mica europea de profesores y estudiantes, cuyo entusiasmo constituye la mejor recompensa para nuestro programa. Tambi¨¦n es un homenaje a los pioneros, a los visionarios que estuvieron en el origen del programa, a los que lo defendieron y lo materializaron.

En su nombre y en nombre de los estudiantes de ayer y de hoy, les doy las gracias de todo coraz¨®n. Y deseo a los estudiantes Erasmus de ma?ana que esta experiencia ¨²nica represente para ellos compartir y pertenecer a esa Europa que estamos imaginando y creando.

Extracto del discurso de Viviane Reding, comisaria europea de Educaci¨®n y Cultura, que recogi¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional al Programa Erasmus de la Uni¨®n Europea.