Suerte
Dicen que la suerte quiere que se le tenga confianza, que se le sonr¨ªa siempre. Con media sonrisa deambula ya el calvo del gab¨¢n negro, ese que sopla burbujas para la Loter¨ªa Nacional. Pero para chamba, la sorpresa que cada d¨ªa guarda el buz¨®n: ayer mismo una empresa de venta por correo me felicitaba por haber conseguido ?UN COMPUTER! valorado en m¨¢s de mil euros. He de conservar como comprobante el certificado de atribuci¨®n, firmado nada menos que por el mism¨ªsimo Director del Departamento de Grandes Premios. Y, por supuesto, remitir debidamente rellenado el bolet¨ªn de pedido solicitando algunos de los cacharros que venden.
Debo estar en racha, porque poco antes se me hab¨ªa notificado el resultado final de una serie en la que, sin saberlo, he competido y derrotado a otras se?oras y se?ores. Nombres perdedores que aparecen tachados con sa?a para que s¨®lo resplandezca el de la GANADORA (casualmente, servidora) impreso sobre el podio m¨¢s alto. La comunicaci¨®n es PERSONAL E INTRANSFERIBLE, lleva el sello de ALTAMENTE CONFIDENCIAL y viene acompa?ada de un gr¨¢fico explicativo de c¨®mo la buena estrella ha realizado el proceso de selecci¨®n: provincia, ciudad, y... ?este domicilio! Pondr¨¢n mi foto en el hueco que queda junto a otros afortunados. Y gracias a esta chiripa tambi¨¦n puedo pujar en subastas, INCRE?BLE PERO CIERTO, de un magn¨ªfico televisor por s¨®lo 30 euros, o encargar joyas con piedras preciosas a¨²n m¨¢s baratas, o conseguir casi regalado un juego de cazos donde cocinar ser¨¢ un placer. Reconozco que esto de la potra tiene un factor estresante (he renunciado a apartamentos que me hab¨ªa tocado por la pereza de ir a verlos). Ahora tengo que llamar en 72 horas (3 d¨ªas) tras lo cual recibir¨¦ un cheque de 12.000 euros y quiz¨¢ tambi¨¦n un segundo cheque. Deprisa: ?LTIMO MINUTO PARA... me apremian. Sin respuesta inmediata no hay computer, ni dinero, ni reloj. Los favores del destino no son gratis. La suerte, para quien se la trabaja.
Normal: tampoco el calvo del anuncio podr¨¢ insuflarte el Gordo si no te molestas en llevar siquiera una participaci¨®n...
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