"En el caso del Yak-42 no se dijo la verdad al Parlamento y se enga?¨® a las familias"

En torno a la mesa donde se celebra la entrevista, en el despacho que ocup¨® Manuel Aza?a en el Palacio de Buenavista, sede del Cuartel General del Ej¨¦rcito, se sent¨® Jos¨¦ Bono con las familias de las v¨ªctimas del Yak-42 el pasado 22 de abril. Fue su primera audiencia como ministro. Miembros del antiguo equipo de Defensa le hab¨ªan contado que los parientes de los militares fallecidos en el accidente a¨¦reo de Turqu¨ªa eran un problema engorroso y s¨®lo buscaban dinero. Con palabras cari?osas, intent¨® disuadirles de la idea de exhumar a sus muertos. "Ser¨ªa un proceso doloroso", les advirti¨®. Pero, tras la reuni¨®n, envi¨® una nota al secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo: "Paco, en este asunto, la opini¨®n de las familias es m¨¢s importante que la de nadie".

"La verdad puede ser dura, pero nunca ruin. A Rajoy le doli¨® la verdad. Fue ¨¦l quien dijo que esos aviones no hab¨ªan tenido ning¨²n accidente"

"Los principales responsables son los que mandaban y ment¨ªan, m¨¢s que los que obedec¨ªan y se equivocaban"

"Creo que se sab¨ªa que los cad¨¢veres estaban mal identificados desde el primer momento, por eso se impidi¨® que se abrieran los f¨¦retros"

El pasado jueves, desde la tribuna de invitados, una veintena de familiares asistieron al pleno del Congreso sobre el Yak-42. "Quiz¨¢ nunca alcancemos a saber todo cuanto sucedi¨® [...], pero hoy sabemos lo suficiente para poder establecer un relato de hechos construido desde la verdad...", comenz¨® el ministro.

Pregunta. El secretario general del PP, Mariano Rajoy, dice que, pese a sus convicciones religiosas, usted no fue misericordioso en el debate, sino hasta ruin.

Respuesta. La verdad puede ser dura, pero nunca ruin. A Rajoy le doli¨® la verdad. Algunas de las citas que utilic¨¦, y tuve la cortes¨ªa de no citar el autor, eran suyas. Por ejemplo, la que dec¨ªa "no se ha producido antes un accidente con este tipo de aviones y no es justo hablar de las malas condiciones t¨¦cnicas del avi¨®n", cuando los Yak-42 hab¨ªan sufrido seis siniestros, con 526 v¨ªctimas mortales. La mentira es la mejor medicina para llegar y seguir en la oposici¨®n.

P. Usted afirm¨® que, a la hora de buscar responsables, no deb¨ªa mirarse s¨®lo a los uniformados, pero hasta ahora ellos son los ¨²nicos que han pagado.

R. Al ministro de Defensa se le ha encomendado la direcci¨®n de los ej¨¦rcitos. No soy qui¨¦n para dictar las normas de actuaci¨®n del Parlamento o de las fuerzas pol¨ªticas. Y no soy el juez ni el fiscal del se?or Trillo. Pero no soy ciego: ser¨ªa tremendamente injusto suponer que las ¨²nicas responsabilidades pertenecen al ¨¢mbito militar. Los principales responsables son los que mandaban y ment¨ªan, m¨¢s que los que obedec¨ªan y se equivocaban.

P. Su antecesor en el cargo, Federico Trillo-Figueroa, dijo en el pleno que la contrataci¨®n de los vuelos estaba delegada en el Estado Mayor de la Defensa y que ¨¦l carec¨ªa de cualquier responsabilidad. No s¨¦ si hablaba desde el punto de vista administrativo pero, pol¨ªticamente, parece dif¨ªcil aceptar que en el Ministerio de Defensa haya ¨®rganos que escapan de la responsabilidad del ministro.

R. Es cierto que la contrataci¨®n estaba residenciada en el Estado Mayor de la Defensa, pero todos los ¨®rganos del Ministerio est¨¢n jer¨¢rquicamente subordinados al ministro. No son islas que act¨²en al margen de esa dependencia. Nunca se pueden atribuir responsabilidades a los inferiores por parte de los superiores a no ser que hayan desobedecido las ¨®rdenes dadas, en cuyo caso debieron ser corregidos.

P. Trillo dijo en el Congreso que s¨®lo cabe exigir responsabilidad pol¨ªtica cuando exista conocimiento y voluntad, de forma que el gobernante no ser¨ªa responsable de ning¨²n acto que no conozca o no ejecute voluntariamente. ?Comparte su opini¨®n?

R. Cada uno es responsable directo e inmediato de sus propios actos y, entre ellos, est¨¢n los nombramientos que hace o propone. Incluso los ceses que, creyendo que deb¨ªan hacerse, no hicieron.

P. En este caso no hubo ceses con el anterior Gobierno.

R. Ni ceses, ni dimisiones, s¨®lo ascensos. Treinta errores sobre treinta identificaciones requiere algo m¨¢s que un ascenso a teniente general y un sueldo de 23.859 euros al mes.

P. ?Hay alg¨²n destino en Defensa tan bien retribuido como el que se dio al general Beltr¨¢n?

R. Ninguno. Y me parece escandalosamente alto si se compara con los sueldos de los dem¨¢s profesionales de los ej¨¦rcitos.

P. Se ha hecho mucho hincapi¨¦ en el cambio del avi¨®n Tupolev inicialmente previsto por el Yakovlev. De todas las decisiones, ¨¦sa parece la ¨²nica guiada por el celo, aunque fuera excesivo para un ahorro de 6.000 euros.

R. Yo no culpo a nadie de la muerte de 62 espa?oles. Siempre he salvado la buena fe, pero digo que se cometieron muchos errores y negligencias, que se tent¨® a la suerte y que uno de los eslabones de la tragedia fue el cambio de avi¨®n invocando un ahorro llamativamente peque?o si se compara con la falta de diligencia para defender el seguro de los viajeros, que ha costado a Espa?a 4,2 millones de euros.

P. ?Se ha hecho algo para recuperar ese dinero?

R. El contrato prohib¨ªa la reclamaci¨®n judicial y obligaba a un r¨¦gimen de arbitraje que ahora tenemos que emprender. Espero que la agencia NAMSA de la OTAN sea solidaria para reclamar lo que ya se ha adelantado a las familias de las v¨ªctimas del bolsillo de todos los espa?oles.

P. Defensa s¨®lo se enter¨® de que se hab¨ªa esfumado el seguro despu¨¦s del accidente. Es probable que en vuelos anteriores sucediera lo mismo. ?Se le han pedido cuentas a NAMSA-OTAN?

R. Me interesa m¨¢s la vida de los soldados espa?oles que el prestigio de NAMSA-OTAN. La decisi¨®n que he tomado, con el apoyo del presidente del Gobierno, es que nunca m¨¢s se viaje en esos aviones basura, como los denomin¨® el presidente del SEPLA [Sindicato Espa?ol de Pilotos de L¨ªneas A¨¦reas]. En un avi¨®n al que no quiero que suba mi hijo no debo subir a los soldados.

P. Usted dej¨® en el aire la posibilidad de que hubiera lucro il¨ªcito en el alquiler del Yak. El hecho de que se subcontratara a cinco empresas para un solo vuelo resulta al menos chocante.

R. El ministro de Defensa no puede hacer afirmaciones sin pruebas y cuantas hice en el Congreso est¨¢n documentadas. Sospecho que, si lo que ten¨ªan que pagar las empresas lo paga Espa?a, 4,2 millones de euros, es porque alguien se ha beneficiado il¨ªcitamente, pero ignoro su nombre.

P. ?Se llegar¨¢ a saber?

R. He ordenado que se investigue. No tanto para recuperar el dinero sino porque, aunque quiero pasar la p¨¢gina, no consentir¨¦ que con esa excusa entierren la verdad y las responsabilidades.

P. El jueves cit¨® informes que no se enviaron en su d¨ªa al Congreso. ?Se ocult¨® informaci¨®n?

R. Habl¨¦ de quejas escritas sobre estos aviones de las que el Parlamento no hab¨ªa sido informado.

P. ?Minti¨® el anterior ministro de Defensa cuando neg¨® que hubiera quejas sobre la seguridad?

R. Mentir es decir lo contrario de lo que se piensa. Lo ¨²nico que puedo asegurar tajantemente es que no se dijo la verdad, porque hab¨ªa quejas, reiteradas y graves, referidas a la seguridad de los aviones, y se dijo lo contrario. ?Error o mentira? No me pronuncio porque quiero ser respetuoso hasta con los que no me respetan.

P. ?Minti¨® el anterior ministro cuando dijo, en su segunda comparecencia parlamentaria, que los pilotos hab¨ªan descansado y que no superaron el tiempo m¨¢ximo legal de actividad?

R. La cifra de 17,15 horas que dio es falsa. En el momento del accidente llevaban 23 horas y 26 minutos de viaje. Se superaron con mucho los l¨ªmites establecidos en la legislaci¨®n espa?ola.

P. ?Se enga?¨® a las familias cuando se les neg¨® que se guardaran muestras de ADN?

R. En este caso no hubo error. Lamentablemente tengo que decir que se les enga?¨®. Porque quienes afirmaron que no hab¨ªa muestras de ADN hab¨ªan firmado un acta, en castellano cervantino, donde se acreditaba lo contrario. Los ciudadanos comprenden los errores, pero dif¨ªcilmente disculpar¨¢n los enga?os del Yak.

P. ?Desde cu¨¢ndo sab¨ªa Defensa que los cad¨¢veres estaban mal identificados?

R. Yo creo que desde el mismo instante en que, en la base de Zaragoza, se dijo a varias familias que bajo ning¨²n concepto se pod¨ªan abrir los f¨¦retros.

P. Uno de los aspectos m¨¢s graves es que se ignorasen las quejas de los militares. ?No deber¨ªa eso encender las alarmas?

R. Y las ha encendido. Por eso he decidido que todo miembro de las Fuerzas Armadas pueda denunciar cualquier situaci¨®n de peligro sin que esa denuncia pueda ser causa de represalia para su autor. En este proceso, junto al dolor por las muertes y el sufrimiento de las familias, he sentido rabia de que el capit¨¢n noruego que denunci¨® ese mismo Yak tuviese una ministra que le escuchara, le hiciera caso, resolviera el contrato y hoy est¨¦ vivo. Mientras que los 62 militares espa?oles, muchos de los cuales hab¨ªan protestado por el mal estado de los aviones, est¨¢n muertos; entre otras razones, porque no se hizo caso a las quejas sobre las condiciones de seguridad que present¨® el propio Ej¨¦rcito del Aire tres meses antes del accidente.

P. ?Cu¨¢l es el objetivo de la anunciada reorganizaci¨®n del Estado Mayor de la Defensa?

R. Acabar con la rutina, incrementar la eficacia y desarrollar las potencialidades de nuestros ej¨¦rcitos, que en muchas ocasiones son mayores que las de algunos de nuestros pol¨ªticos.

P. Usted habl¨® en el Congreso de la posibilidad de aplicar medidas correctivas a los militares responsables de la contrataci¨®n del avi¨®n. ?Ha renunciado a hacerlo?

R. Honestamente, en este asunto veo m¨¢s responsabilidades pol¨ªticas en quienes mintieron que responsabilidades militares en quienes se equivocaron. Hay veces en que las personas son m¨¢s exigentes con los dem¨¢s que consigo mismas y el nivel de autoexigencia tambi¨¦n tiene que ver con el honor y la dignidad.

P. ?Qui¨¦n decidi¨® la fecha y hora del funeral con los f¨¦retros que se celebr¨® en Torrej¨®n?

R. En la democracia espa?ola todas las decisiones y sus responsabilidades est¨¢n siempre en el terreno del poder ejecutivo; es decir, del Gobierno. Apuntar a otros sitios es tan mezquino como cobarde. En el Congreso tuve ocasi¨®n de demostrar, leyendo sus propias palabras, que fue el ministro Trillo quien pidi¨® urgencia a la hora de traer los cad¨¢veres de Turqu¨ªa.

P. ?Ha remitido a la juez la documentaci¨®n que reclam¨®?

R. Y alguna m¨¢s. Se ha aportado el informe que solicitaba y tambi¨¦n se le ha comunicado por el asesor jur¨ªdico que algunos datos incluidos no son exactos.

P. Se refiere al informe Fort¨²n, que encarg¨® el anterior equipo de Defensa y le exoneraba de toda responsabilidad.

R. Efectivamente. El PP quiso enterrar al mismo tiempo el dolor y la verdad.

P. A usted le acusan ahora de remover el pasado.

R. Dentro de una semana es el D¨ªa de los Difuntos y muchas familias espa?olas acudir¨¢n a los cementerios para honrar a sus deudos. Si un pol¨ªtico del PP fuese padre de alguno de los que murieron en el Yak-42 y tuviese a su hijo enterrado bajo una l¨¢pida con nombre falso, no dir¨ªa que es un tema del pasado. El dolor de las familias sigue muy presente porque les enga?aron. En el fondo, a los jefes del PP le duele m¨¢s la derrota electoral que la verdad sobre este caso. Cuando les faltan argumentos, les sobran insultos.