Regulaci¨®n
Fran Llorente, director de informativos de TVE, dice: "Estamos resistiendo la presi¨®n de buscar atajos para lograr audiencia. Hacemos los telediarios que queremos, sabiendo que dar dos o tres noticias de cultura tiene un coste de audiencia. Preferimos el arte a los desfiles de lencer¨ªa, la informaci¨®n polideportiva al monopolio futbol¨ªstico".
Moraleja
No es la primera vez que se equipara lo cultural al descenso de audiencia, la lencer¨ªa a una patolog¨ªa y el f¨²tbol a una dictadura. Y no es justo. La lencer¨ªa, sin ir m¨¢s lejos, cumple una funci¨®n higi¨¦nico-festiva tan necesaria como votar. No entiendo por qu¨¦ no se puede dar im¨¢genes de desfiles de ropa interior y s¨ª reportajes sobre la gorra de Rafael Alberti. Al fin y al cabo, todo pertenece a la industria textil. A veces, con la intenci¨®n de evitar los atajos para lograr audiencia, se criminaliza a los espectadores que ya se tiene. Si la regulaci¨®n anunciada por Carmen Caffarel se hace para reprimir, provocar¨¢ m¨¢s par¨¢lisis que cambio. Si sirve para que prosigan las cuchilladas de Gente y para que Juli¨¢n Mu?oz pueda predicar a sus anchas, apaga y v¨¢monos.
Estrategia
Paolo Vasile, consejero delegado de Tele 5, afirma que su cadena establecer¨¢ "normas de sentido com¨²n" para controlar los contenidos que se emiten en horario infantil. Pobre sentido com¨²n. Pobres ni?os. Este debate sobre contenidos y continentes, mezclado con la futura concesi¨®n de nuevos canales y sus secuelas burs¨¢tiles, suena m¨¢s a batalla empresarial que a reforma. El elemento de distracci¨®n es la moralidad, pero, como en la magia, el truco est¨¢ en otra parte y lo controla quien consigue que permanezcamos m¨¢s hipnotizados que atentos a la pantalla. Se cambian los contenidos pero no sus mecanismos de distribuci¨®n. Lo dijo David Dennet en Redes (La 2): "Mantener las presunciones comunes es la clave del poder".
P¨¦ndulo
Para justificar sus desmanes, los programadores sol¨ªan escudarse en la libertad y la inteligencia del espectador, capaz de diferenciar, supongo, un informativo fet¨¦n de un suced¨¢neo creado para justificar los anuncios que contiene. Ahora, en cambio, se glorifica el debate y se repudian formas de entretenimiento popular como la m¨²sica (los grupos y solistas siguen sin tener plataformas decentes para presentar su trabajo) o el cachondeo desestresante. Tambi¨¦n se vende la presunci¨®n de que las privadas representan el sensacionalismo y que las p¨²blicas son el colmo de la correcci¨®n pol¨ªtica. No caigamos en el timo de los buenos y los malos, y valoremos cada programa no en funci¨®n de quien lo emite sino de lo que aporta. El mando a distancia no asegura la calidad. Nos proporciona una falsa sensaci¨®n de poder m¨¢s de vuelta que de ida. En realidad, el mando lo tienen los que consiguen mantenernos a distancia.
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