Los insurgentes matan a sangre fr¨ªa a 43 reclutas del Ej¨¦rcito iraqu¨ª en una emboscada
Los asaltantes les obligaron a bajar de los autobuses y tumbarse en el suelo antes de ejecutarlos
La polic¨ªa descubri¨® ayer los cad¨¢veres de 43 reclutas del Ej¨¦rcito de Irak y de cinco conductores. 37 de ellos estaban alineados en cuatro hileras y boca abajo. La mayor¨ªa presentaba disparos en la cabeza y en la espalda. Su convoy fue atacado durante la noche del s¨¢bado 50 kil¨®metros al oeste de Baquba, cerca de la frontera con Ir¨¢n, una zona de actividad insurgente y de intenso contrabando. Todo indica que los asaltantes les obligaron a descender de los cinco miniautobuses en los que viajaban antes de ejecutarlos a sangre fr¨ªa. Anoche, el grupo dirigido por el jordano Abu Musab al Zarqaui se responsabiliz¨® de la matanza. En una muestra de su conexi¨®n con Osama Bin Laden, el jordano anunci¨® que su organizaci¨®n cambia de nombre y a partir de ahora se denominar¨¢ Tanzim Al Qaeda, Los Seguidores de Al Qaeda.
Los soldados vestidos de civil acababan de abandonar el campamento de Kirkush, el principal centro de entrenamiento del nuevo Ej¨¦rcito de Irak que Estados Unidos trata de crear para combatir la resistencia. Se trata de una zona des¨¦rtica y monta?osa, pr¨®xima a la frontera iran¨ª; un lugar de frecuente actividad guerrillera y de contrabando de armas y bienes. Eran las ocho de la noche cuando los soldados partieron de permiso hacia Kut y Amara, ciudades de mayor¨ªa chi¨ª al sur del pa¨ªs.
Seg¨²n el canal de televisi¨®n por sat¨¦lite Al Arab¨ªa, los atacantes se vistieron con uniformes de la Guardia Nacional; levantaron un control de carretera cerca de Mandali, al sur de Kirkush, y lograron detener los miniautobuses en los que viajaban los soldados. Les obligaron a descender y a formar en cuatro filas; despu¨¦s les ejecutaron. Treinta y siete de los cuerpos fueron descubiertos en la noche del s¨¢bado; los 12 restantes, en la ma?ana del domingo dentro de uno de los miniautobuses calcinados.
La polic¨ªa de Baquba -una de las ciudades m¨¢s conflictivas del tri¨¢ngulo sun¨ª, junto a Faluya y Ramadi-, se halla al frente de la investigaci¨®n. El general Walid Jaled Abdelsalam, responsable del cuerpo en esta provincia de Dyala, confirm¨® que los cuerpos de los militares estaban alineados en el suelo y que presentaban impactos en la espalda y la parte trasera de la cabeza, lo que abunda en la tesis de la ejecuci¨®n a sangre fr¨ªa. Ten¨ªan consigo su documentaci¨®n y dinero, pero no los zapatos. Esta emboscada masiva es la primera y la m¨¢s sangrienta desde la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein.
Una portavoz del Gobierno interino iraqu¨ª, Maha Malik, ten¨ªa otra versi¨®n: asegur¨® que el ataque se produjo con lanzagranadas y que los militares viajaban en dos miniautobuses y no en cinco, como sostienen otras fuentes. Un reportero de Associated Press inform¨® ayer de que en el lugar de los hechos hab¨ªa dos autobuses incendiados. En uno de ellos hab¨ªa restos humanos y sangre. Al parecer, los atacantes utilizaron los otros en su huida.
La insurgencia considera que estos cuerpos de seguridad auspiciados por Estados Unidos son colaboradores de la ocupaci¨®n. Son frecuentes los atentados mediante coche bomba contra los centros de reclutamiento. Pese a la peligrosidad potencial, cientos de j¨®venes tratan de alistarse como futuros agentes. No es una cuesti¨®n de fidelidad pol¨ªtica al Gobierno del primer ministro interino, Ayad Alaui; en un pa¨ªs con m¨¢s de un 50% de desempleo, sin ofertas laborales en otro sector que no sea el de la seguridad, los 220 d¨®lares mensuales de salario resultan la ¨²nica garant¨ªa de supervivencia cotidiana.
Nadie sabe por qu¨¦ estos hombres entrenados por los norteamericanos para defender a la poblaci¨®n civil y combatir a la insurgencia no tuvieron tiempo de defenderse o si iban armados o dispon¨ªan de un dispositivo de seguridad para moverse por una zona peligrosa. La emboscada se produce despu¨¦s de un d¨ªa especialmente sangriento, en el que 18 polic¨ªas perdieron la vida en la explosi¨®n de un coche bomba en la provincia de An Anbar, al oeste, cerca de Ramadi, otra de las ciudades rebeldes controladas por la insurgencia. Ese ataque contra la polic¨ªa iraqu¨ª se produjo al lado del campamento Al Assad de los marines.
En Bagdad, un ataque con granadas de mortero contra el campamento Victoria, situado en el antiguo palacio de Sadam Husein de Al Faw, y que se encuentra junto al aeropuerto, mat¨® a Ed Seitz, un diplom¨¢tico norteamericano empleado como asistente de seguridad de la Embajada de EE UU en Bagdad, seg¨²n confirm¨® ayer Bob Callham, portavoz de la legaci¨®n. Es la primera muerte de un funcionario del Departamento de Estado en este pa¨ªs. La noticia le lleg¨® al secretario de Estado, Colin Powell, mientras volaba desde Jap¨®n a China. "Rindo un tributo por la p¨¦rdida de uno de los nuestros hoy en Bagdad", dijo.
Por otra parte, cinco personas murieron ayer en Faluya en un nuevo bombardeo de la aviaci¨®n estadounidense. En el hospital central de esta ciudad de 300.000 habitantes y los testigos con consultados por la agencia France Presse aseguran que todos eran civiles. El parte militar norteamericano asegura que se trat¨® de un ataque de precisi¨®n para destruir un conocido puesto de mando del grupo dirigido por el jordano Abu Musab al Zarqaui.
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