El cemento crece en Abantos
El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial y los ecologistas discrepan sobre la protecci¨®n de esta zona verde
Gr¨²as y tejados de viviendas nuevas, que esconden a la vista las c¨²pulas del monasterio de San Lorenzo de El Escorial en varios puntos, saludan al visitante al llegar a este pueblo de la sierra madrile?a, enclavado a los pies del monte de Abantos. Varios grupos ecologistas han elevado sus protestas por lo que consideran un urbanismo destructor del entorno en el que viven.
Son vecinos de San Lorenzo que luchan por detener la edificaci¨®n abusiva en el t¨¦rmino municipal, sobre todo en la ladera del monte. El equipo de gobierno, del PP, asegura que ese suelo nunca se ha tocado y que nunca se har¨¢.
"?C¨®mo que no se est¨¢n levantando edificios en Abantos?", se preguntan indignados desde la plataforma Abantos sin Hormig¨®n. Ellos mantienen que cada d¨ªa aparecen inmuebles nuevos, por mucho que el gobierno municipal lo niegue.
El monte formar¨¢ parte del futuro parque nacional de la Sierra de Guadarrama
El municipio prepara un nuevo Plan General de Urbanismo, mientras aumentan las cr¨ªticas
El concejal de Urbanismo, Gonzalo Cuesta, afirma que el problema estriba en que las personas que protestan no saben en qu¨¦ lugar comienza el monte. "Est¨¢ delimitado f¨ªsicamente desde el a?o 1979. Es del Ministerio de Agricultura y sus l¨ªmites est¨¢n marcados con mojones. El resto no es Abantos, digan lo que digan y aunque se conozca as¨ª popularmente", explica Cuesta.
Lo mismo mantiene el consejero de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio, Mariano Zab¨ªa. "El monte de Abantos tiene el grado de m¨¢xima protecci¨®n medioambiental. Sus l¨ªmites f¨ªsicos est¨¢n intactos y no los ha invadido ninguna construcci¨®n", puntualiza.
El pueblo de San Lorenzo de El Escorial se despliega en un entorno privilegiado en el suroeste de la sierra del Guadarrama. El 86% de sus 5.172 hect¨¢reas est¨¢n protegidas seg¨²n el ordenamiento urban¨ªstico, que data de 1999. Adem¨¢s, Abantos y San Lorenzo figuran en el Plan de Ordenaci¨®n de Recursos Naturales (PORN)del futuro parque nacional.
Carlos Bravo, de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace, advierte de que el hecho de que este suelo se encuentre incluido en el PORN no supone ninguna garant¨ªa, porque hasta que el parque sea una realidad hay muchas hect¨¢reas que corren peligro.
De hecho, la protecci¨®n de la que goza en la actualidad el municipio no ha impedido que el pueblo haya crecido de los 12.000 habitantes del a?o 1999 a los 16.000 actuales. Y que ahora haya tres pol¨¦micas actuaciones en marcha: Prado de la Era, todav¨ªa sin la aprobaci¨®n definitiva de la Comunidad de Madrid (667 viviendas: 334 p¨²blicas, 241 libres y 92 unifamiliares), Pozas Norte (180 viviendas de dos y tres alturas) y Unamuno (132 viviendas en bloque, de protecci¨®n p¨²blica, y 44 chal¨¦s). Todas en la falda del monte de Abantos. La finca de Prado de la Era fue considerada, despu¨¦s del incendio que arras¨® 450 hect¨¢reas en el verano de 1999, como un ¨¢mbito fundamental para la regeneraci¨®n del monte quemado. "Desde el Prado de la Era, la flora y la fauna volver¨¢n con el paso de los a?os a Abantos, que no estar¨¢ completamente regenerado hasta dentro de 10 lustros", aseguraba entonces la Consejer¨ªa de Medio Ambiente.
Pero, menos de tres a?os despu¨¦s del incendio, en mayo de 2002, el Gobierno regional dio el visto bueno al convenio que estaba firmado con los promotores de la finca para edificar. A pesar de esto, a fecha de hoy, todav¨ªa falta la autorizaci¨®n definitiva de la Comunidad de Madrid.
"Esto es construir para destruir el entorno. Que, por si los pol¨ªticos lo han olvidado, no es de los sanlorentinos, sino de todos los madrile?os", mantiene una de las representantes del grupo Abantos sin Hormig¨®n.
La concejal socialista del Ayuntamiento de San Lorenzo, Amparo Agudo, mantiene el mismo punto de vista. "Somos un municipio condicionado por los valores ambientales y por el monasterio. Si nos empe?amos en crecer lo haremos a costa de bienes que no son propiedad nuestra. El Gobierno regional deber¨ªa ofrecer ayudas al municipio para no destruirlo".
Opini¨®n que dista de la que esgrime el concejal de Urbanismo. "Se est¨¢ partiendo de premisas falsas", dice. "En el monte no se est¨¢ construyendo. Estar¨¢ siempre sin hormig¨®n".
El edil a?ade que en "alg¨²n lugar" hay que construir las viviendas que demanda la poblaci¨®n. "Necesitamos viviendas p¨²blicas. No hay suelo y esto crea innumerables tensiones, porque tampoco hay lugar donde levantar los equipamientos sanitarios y los colegios".
La concejal socialista, sin embargo, recuerda a Cuesta que, de momento, s¨®lo se han ejecutado 36 viviendas p¨²blicas de todas las previstas.
Por su parte, el representante municipal de IU, ?ngel Pi?uelo, apoya al PP en cuanto a encontrar suelo para edificar viviendas sociales. "Hay mucha gente joven que se tiene que ir a vivir a Guadarrama o a Villalba porque aqu¨ª es completamente imposible. La ¨²nica forma de que tuvieran unos pisos asequibles eran los proyectos de Prado de la Era y Unamuno", explica el portavoz de IU.
Ahora el Ayuntamiento est¨¢ preparando un nuevo Plan General de Urbanismo que sustituya al de 1999. Cuesta evita revelar cu¨¢les son sus l¨ªneas maestras "porque todav¨ªa est¨¢ muy verde". Lo que s¨ª comenta es que ser¨¢ novedoso y mod¨¦lico medioambientalmente. Aunque, al mismo tiempo, solucionar¨¢ la carencia de suelo del municipio, "pero siempre dentro de una compatibilidad absoluta con el medio ambiente". Cuesta mantiene que el nuevo plan se basa en un crecimiento cero o vegetativo del casco urbano. El edil evita contestar a la pregunta de en qu¨¦ lugar se van a ubicar las nuevas viviendas. Lo que s¨ª asegura es que no se van a plantear grandes operaciones en el entorno de la carretera de Guadarrama.
Los socialistas temen que los nuevos desarrollos avancen hacia el puerto de la Cruz Verde. Mar¨ªa ?ngeles Mart¨ªnez, portavoz socialista de Medio Ambiente en la Asamblea, advirti¨® que existen informes sobre la posible instalaci¨®n de un hotel de lujo, una gasolinera y una residencia de ancianos en la cumbre del puerto.
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