Zaplana mantiene su hegemon¨ªa en Alicante y retrocede frente a Camps en Valencia y Castell¨®n
La elecci¨®n de compromisarios del PP debilita la posici¨®n del alcalde campista Luis D¨ªaz Alperi
El ¨²ltimo mapa del PP en Alicante, dibujado el pasado julio tras la elecci¨®n de compromisarios al XI Congreso Nacional, apenas vari¨® ayer, tras la votaci¨®n de los militantes que acudir¨¢n al congreso regional de noviembre en Castell¨®n: Zaplana mantiene la primac¨ªa gracias al trabajo puerta a puerta del presidente provincial, Julio de Espa?a, y del secretario general del PPCV, Joaqu¨ªn Ripoll, y Camps escala posiciones de la mano de destacados alcaldes. En la ciudad de Alicante, donde la pugna entre campistas y zaplanistas ha abierto una brecha que mantiene paralizado el Consistorio, gan¨® Zaplana.
Frente al local en Elche se descolgaron pancartas pidiendo la dimisi¨®n de Ortu?o
O perdi¨® el alcalde Luis D¨ªaz Alperi, seg¨²n se mire. Porque la primera consecuencia de que los seguidores de Zaplana derrotaran a los campistas en Alicante es que ¨¦stos salen muy reforzados en el Ayuntamiento de la capital, donde el alcalde, que ahora tendr¨¢ que prolongar su agon¨ªa pol¨ªtica hasta el congreso provincial, ya ha perdido el mando efectivo de su gobierno. Los zaplanistas obtuvieron el 66% de los 1.167 votos emitidos en Alicante, porcentaje m¨¢s que de sobra para copar los 31 compromisarios que corresponden a esa agrupaci¨®n. Los campistas denunciaron que 261 votos a la lista zaplanista en la capital alicantina corresponden a militantes que la direcci¨®n ha dado de alta despu¨¦s de septiembre. Estas altas del censo se impugnaron la semana pasada en la direcci¨®n nacional del PP, seg¨²n confirm¨® ayer un dirigente campista.
Tampoco los campistas ganan peso en la Diputaci¨®n, donde el presidente Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll sale reforzado frente al portavoz, el alcalde de Crevillent, Cesar Augusto Asencio. Antes de las votaciones de ayer, los zaplanistas part¨ªan con clara ventaja en L'Alcoi¨¤, La Marina Baixa y L'Alacant¨ª, mientras los campistas dominaban La Marina Alta y La Vega Baja -salvo Orihuela, punto que, si bien no acaba de definirse, tuvo una lista ganadora que se atribuye a Zaplana-. Los pron¨®sticos se hicieron buenos y compromisarios de esas comarcas ser¨¢n mayoritariamente seguidores de Zaplana. En el Baix Vinalop¨®, el recuento de votos se retras¨® hasta la medianoche, aunque los resultados provisionales daban la victoria a los partidarios de Camps, que ya se apuntaron la victoria para el congreso nacional de la mano de Manuel Ortu?o en Elche. No obstante, algunos campistas admitieron ayer que la estrategia corrosiva de Ortu?o contra los zaplanistas De Espa?a y Ripoll puede al final volverse en contra de Camps. Ayer, frente al local donde votaban los militantes de Elche se descolgaron de un edificio varias pancartas pidiendo la dimisi¨®n de Ortu?o. En Elda, en cambio, gole¨® la lista campista: ocho a cero. As¨ª las cosas, zaplanistas y campistas pelearon hasta el ¨²ltimo voto en las agrupaciones de Alicante donde los militantes optaban entre dos o m¨¢s listas.
Oficialmente, la direcci¨®n provincial del PP daba anoche este dato: los zaplanistas han obtenido 188 compromisarios de los 261 que estaban en juego.
Echaron especialmente el resto los campistas en las comarcas con mayor arraigo del zaplanismo, sobre todo en L'Alacant¨ª, debido a que se trata de una comarca clave para medir las fuerzas en dos de las instituciones m¨¢s afectadas por la crisis en el PP: el Ayuntamiento de Alicante y la Diputaci¨®n Provincial. Ni siquiera ayer, d¨ªa de las votaciones para elegir a los compromisarios al congreso regional, campistas y zaplanistas de Alicante se dieron una tregua en la guerra sin cuartel que libran por el control del partido. Por la ma?ana, el alcalde de Alicante, el campista Luis D¨ªaz Alperi, prohibi¨® al portavoz de su gobierno que diera informaci¨®n sobre las deliberaciones de la Junta Local de Gobierno. D¨ªaz Alperi desnaturaliz¨® as¨ª la figura del portavoz del Grupo Popular que encarna el zaplanista Pedro Romero. El alcalde pidi¨® a todos los concejales que componen Junta de Gobierno Local que cumplan con lo establecido en la Ley de Modernizaci¨®n de Grandes Ciudades y mantengan en secreto las deliberaciones de las reuniones. D¨ªaz Alperi apel¨® al art¨ªculo 126.5. de esa Ley -"las deliberaciones de la Junta de Gobierno Local son secretas"- para evitar que sigan aflorando las reiteradas discrepancias entre las dos facciones. Por la noche, Romero y el resto de ediles zaplanistas se sintieron respaldados por su partido para hacer valer su fuerza en el gobierno local.
Alperi ha expresado a varios de sus m¨¢s estrechos colaboradores su malestar con la canalizaci¨®n de la informaci¨®n por parte de Romero. ?ste, que no realiz¨® una valoraci¨®n pol¨ªtica de esa medida, s¨ª coment¨® que desde que es concejal, hace ya m¨¢s de 13 a?os, nadie le hab¨ªa tapado la boca. Romero destac¨® que la medida cuenta con el apoyo del secretario del Ayuntamiento y contempla, asimismo, la supresi¨®n de los ruegos y preguntas del orden de cada reuni¨®n. No obstante, el portavoz advirti¨® de que los acuerdos de la junta van luego al pleno, y all¨ª "cada concejal tiene derecho a expresar su opini¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.