Orejas para Tenorio y Cort¨¦s

Camin¨¢ndole y con mucha seriedad, Hilda Tenorio veronique¨® al primero y con habilidad lo banderille¨®. Intent¨® con quietud muletearlo, pero la cabeza alta, los derrotes y lo revoltoso del oponente no se lo permitieron. Pese a lo distra¨ªdo y suelto del quinto, la carism¨¢tica novillera moreliana le ejecut¨® emotiva faena a base de esculturales unipases.

Sin importarle los gallafonazos del tercero, Paul Cort¨¦s lo lance¨® y quit¨® por vistosas gaoneras. El calamocheo y la codicia del morlaco no fueron obst¨¢culo para que realizara una mandona faena que abroch¨® con una estocada hasta la bola. Decidido, Cort¨¦s mulete¨® al violento s¨¦ptimo, al que despach¨® sin necesidad de la puntilla.

Como al trastear Elizabeth Moreno conoce tanto el secreto de las distancias como el del temple, realiz¨® una tersa faena al fijo cuarto. Marc¨® los tres tiempos al trazar sus acrisolados naturales y los profundos derechazos. Luch¨® contra el bronco y revoltoso octavo, pero en el ¨²ltimo tercio pudo dar sentidos derechazos. Las dudas con el percal mostradas en sus dos ejemplares debe corregirlas.

La mansedumbre del segundo no le permiti¨® a Jos¨¦ Ortiz acoplarse en su toreo, pero con los garapullos, caminando hacia atr¨¢s, los coloc¨® asom¨¢ndose al balc¨®n. De hinojos salud¨® al d¨¦bil e incierto sexto y se adorn¨® con los palitroques. Con la sarga a media altura templ¨® sus naturales.