"Las leyendas locales hablan de peque?os seres que vivieron casi hasta tiempos hist¨®ricos"

El equipo editorial de la revista Nature ha entrevistado a tres de los descubridores de una nueva especie del g¨¦nero Homo en la isla de Flores. Los cient¨ªficos son Peter Brown y Michael Morwood, de la Universidad de New England en Armidale (Australia), y Bert Roberts, de la Universidad de Wollongong, tambi¨¦n australiana. Reproducimos aqu¨ª un extracto.

- ?Cu¨¢l es la parte m¨¢s interesante del hallazgo?

Peter Brown. Los aspectos relacionados con la biolog¨ªa y el comportamiento. Parece que estos peque?os hom¨ªnidos son el resultado de un proceso de reducci¨®n de tama?o [dwarfing] end¨¦mico en la isla. Aunque ¨¦sta es una caracter¨ªstica com¨²n de los grandes mam¨ªferos en los entornos insulares, nunca se hab¨ªa registrado hasta ahora en los parientes del ser humano. Es una indicaci¨®n clara de que los hom¨ªnidos est¨¢n sujetos a los mismos procesos biol¨®gicos que los dem¨¢s mam¨ªferos. Somos unos constructores de herramientas relativamente inteligentes, pero, aparte de eso, no somos especiales. En segundo lugar, la asociaci¨®n de estos hom¨ªnidos de cerebro peque?o con herramientas sofisticadas deber¨ªa llevarnos a replantear nuestras ideas sobre la capacidad, complejidad social y de comportamiento de nuestros ancestros de cerebro peque?o [como los australopitecos], sobre todo si se confirma que el Homo floresiensis utiliz¨® embarcaciones para llegar a Flores.

"Uno se pregunta cu¨¢ntas especies humanas yacen a¨²n ocultas en alguna c¨¢psula del tiempo"

Michael Morwood. Algunas caracter¨ªsticas del esqueleto parecen mucho m¨¢s antiguas que los Homo erectus hallados en Java. A lo que m¨¢s se parecen es a los restos encontrados en Dmanisi (Georgia), que datan de hace 1,8 millones de a?os. Por otro lado, los peque?os habitantes de Flores vivieron all¨ª hasta tiempos recientes, solapando con los humanos modernos durante decenas de miles de a?os en la regi¨®n. Documentar nuestra interacci¨®n con ellos es ahora una prioridad. Su complejidad de comportamiento -cacer¨ªas colectivas del elefante pigmeo Stegodon, uso del fuego, herramientas de piedra sofisticadas- es inesperada, dado su tama?o cerebral.

Bert Roberts. Hasta septiembre del a?o pasado no ten¨ªamos el menor indicio de que una especie humana totalmente nueva se extendi¨® desde el extremo occidental hasta el extremo oriental de Asia hace entre uno y dos millones de a?os, y de que consigui¨® sobrevivir junto a los humanos modernos hasta casi tiempos hist¨®ricos. Uno se pregunta cu¨¢ntos f¨®siles de otras especies humanas yacen a¨²n ocultos en alguna c¨¢psula del tiempo subterr¨¢nea, esperando pacientemente a que les descubran.

- ?Puede compararse esto con cualquier otro descubrimiento de tiempos recientes?

P. B. La mayor¨ªa de los descubrimientos de hom¨ªnidos en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas podr¨ªan haberse predicho con lo que ya sab¨ªamos. Encontrar restos de Homo erectus en Dmanisi, datados en 1,8 millones de a?os, fue inesperado, pero la anatom¨ªa de los f¨®siles no era sorprendente. Hasta el hallazgo de Flores, se cre¨ªa que los hom¨ªnidos de esa estatura y tama?o cerebral hab¨ªan desaparecido hace 3 o 4 millones de a?os, sin salir de ?frica.

M. M. No ha habido ning¨²n descubrimiento comparable en el sureste asi¨¢tico desde que Eugene DuBois hall¨® los espec¨ªmenes de Homo erectus en Trini, Java, en el siglo XIX.

B. R. Es extremadamente raro encontrar una especie humana desconocida que vivi¨® en el pasado reciente. ?En general, lo que suele tener impacto es el especimen m¨¢s antiguo de una especie, no el m¨¢s reciente! De hecho, los restos de nuestros parientes m¨¢s recientes -los neandertales en Europa y los Homo erectus en Java- se descubrieron en el siglo XIX. Por tanto, la especie de Flores es el primer descubrimiento en m¨¢s de un siglo de una nueva especie humana que coexisti¨® con nosotros, el Homo sapiens.

P. ?C¨®mo saben que lo que han encontrado no es simplemente un individuo excepcional?

P. B. En esta excavaci¨®n recuperamos en 2003 restos de dos o tres individiduos, y el n¨²mero ya ha ascendido a entre cinco y siete con los hallazgos de esta temporada. Queda por determinar si esta especie estaba restringida a la isla.

B. R. El m¨¢s antiguo de los individuos de Flores vivi¨® hace 95.000 a?os, y el m¨¢s reciente, hace 13.000. La poblaci¨®n de hobbits parece haber desaparecido al mismo tiempo que los elefantes pigmeos que cazaban, ambos aparentemente exterminados por una erupci¨®n volc¨¢nica ocurrida hace 12.000 a?os. Pero las leyendas locales hablan de unas criaturas parecidas a hobbits que sobrevivieron m¨¢s al este de Asia casi hasta tiempos hist¨®ricos.

M. M. Es casi seguro que aparecer¨¢n especies similares en otras partes del sureste asi¨¢tico. Los principales candidatos son las islas de Sumbawa, Lombok, Timor y Sulawesi.

- ?Se encontr¨® el 'hombre de Flores' cara a cara con los humanos modernos?

P. B. Los humanos modernos ya hab¨ªan alcanzado Australia hace 45.000 a?os, pero de momento no hay evidencias de que se solaparan en Flores. El Homo floresiensis estaba probablemente restringido a la selva tropical h¨²meda.

B. R. Hubo humanos modernos en los continentes asi¨¢tico y australiano desde hace m¨¢s de 40.000 a?os, a ambos lados de Flores. Borneo estaba unida al continente durante las glaciaciones. Debi¨® haber m¨¢s de 20.000 a?os de solapamiento entre las dos especies. Pero la evidencia directa m¨¢s antigua de humanos modernos en Flores es de hace 11.000 a?os, inmediatamente encima de las cenizas volc¨¢nicas. As¨ª que quiz¨¢ se encontraron cara a cara y quiz¨¢ no.

- ?Cu¨¢l es el siguiente paso?

R. Encontrar al supuesto ancestro del Homo floresiensis, para confirmar si fue un proceso de reducci¨®n de tama?o. Hay herramientas de piedra de hace 840.000 a?os, pero no est¨¢ asociado a esqueletos.

B. R. Exploraremos otras islas indonesias remotas en busca de otras especies extintas. Tal vez las islas indonesias han actuado como una serie de arcas de No¨¦ independientes, cada una con sus propios enanos y gigantes. S¨®lo con nuevas excavaciones podremos encontrar nuevas sorpresas como ¨¦sta.