A la manera de 'Il Cavalieri'
El cineasta Franco Zeffirelli dirige la puesta en escena del acto
La Constituci¨®n se firm¨® en la peque?a colina del Campidoglio. All¨ª naci¨® Roma y all¨ª, durante siglos, se alz¨® el Archivo de Estado del Imperio. Silvio Berlusconi quiso evocar la solemne ocasi¨®n de 1957, pero adecu¨¢ndola a los tiempos y a sus propios gustos televisivos. Contrat¨® como escen¨®grafos y realizadores a Franco Zeffirelli, de reconocido prestigio y total fidelidad a Forza Italia, y Mario Catalano, que se ocupaba de los programas de Raffaella Carr¨¢ y de exitosas variedades de Canale 5 como Carramba che fortuna hasta que Il Cavaliere se lo llev¨® a Palazzo Chigi para que se encargara de realzar sus apariciones p¨²blicas.La realizaci¨®n televisiva dirigida por Zeffirelli no fue encomendada al ente p¨²blico, la RAI. Berlusconi, temeroso quiz¨¢ de que alg¨²n camar¨®grafo izquierdista de la RAI le jugara una mala pasada, encomend¨® el asunto a Euroscena, una sociedad de su viejo colaborador Luigi Scio, que a su vez cedi¨® gratuitamente las im¨¢genes a las cadenas de televisi¨®n. Los sindicatos de la RAI protestaron, pero la cosa ya estaba hecha. Y sali¨® perfectamente. Quien se molest¨® en contar comprob¨® que la c¨¢mara enfoc¨® el rostro de Silvio Berlusconi 47 veces, m¨¢s del doble que a cualquier otro de los presentes.
No cab¨ªan errores despu¨¦s de tantas pruebas. Berlusconi hab¨ªa acudido al Campidoglio en v¨ªsperas del acto para ensayar en persona, acompa?ado de 24 figurantes, la foto de familia, y para examinar todos los detalles. Nada se dej¨® al azar. Una de las estatuas del Campidoglio se llama Roma sentada entre los b¨¢rbaros, pero, para no herir la susceptibilidad de alg¨²n l¨ªder n¨®rdico, fue rebautizada en los textos oficiales como Roma sentada, sin m¨¢s. El alcalde, Walter Veltroni, cedi¨® gentilmente su despacho para que los dirigentes europeos pudieran asomarse al peque?o balc¨®n y contemplar la perspectiva ¨²nica de los Foros Imperiales.
El acto de la firma se desarroll¨® en el Sal¨®n de los Orazi y Curiazi, decorado con espl¨¦ndidos frescos mitol¨®gicos. Y, despu¨¦s de tanta pol¨¦mica sobre si incluir o no en la Constituci¨®n referencias al cristianismo, cont¨® con la presencia estatuaria de dos papas. Tras la mesa de la firma se alzaba un gran bronce de Inocencio X, el m¨¢s belicoso de los contrarreformistas. Enfrente, Urbano VIII, el Papa que conden¨® a Galileo Galilei. El escen¨®grafo Catalano, que cambi¨® la disposici¨®n de los muebles respecto al acto de 1957 para evitar que la perspectiva corta achatara las figuras, sugiri¨® inicialmente que Inocencio X fuera cubierto con una mampara de m¨¢rmol falso, pero la idea se desestim¨®.
La excelencia de Berlusconi como anfitri¨®n se reflej¨® en el paquete regalo entregado a todos los participantes en la ceremonia. Conten¨ªa una cartera de piel (pagada por la presidencia semestral holandesa), una voluminosa pluma estilogr¨¢fica decorada con las 25 banderas de la UE y una botella magnum de Amarone Aneri de 2000, un gran vino. Fuera del paquete, por razones de tama?o, qued¨® el obsequio personal a los 24 jefes de cada delegaci¨®n: una escultura de m¨¢rmol, bronce y cristal de 30 kilos.
Roma se adapt¨® a la ceremonia como pudo. El centro fue cortado a todo el tr¨¢fico, incluido el peatonal: 500 familias vecinas al Campidoglio debieron optar entre cinco horas de encierro o cinco horas fuera de casa, y muchos comercios no abrieron. La peque?a manifestaci¨®n de cat¨®licos en favor de introducir el cristianismo en la Constituci¨®n, junto a plaza Navona, contribuy¨® al caos. El aeropuerto de Ciampino, cerrado, deber¨ªa funcionar hoy.
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