Uruguay: la izquierda, a prueba

El avance de la izquierda en los Gobiernos del Cono Sur de Am¨¦rica Latina recibir¨¢ hoy un empuj¨®n en Uruguay si, como pronostican las encuestas, el Frente Amplio gana las elecciones presidenciales y da un vuelco hist¨®rico al escenario pol¨ªtico de este pa¨ªs. El ambiente de victoria es generalizado en las filas de la coalici¨®n, que ha realizado una intensa campa?a para atraer el voto de los indecisos y lograr la elecci¨®n de Tabar¨¦ V¨¢zquez, m¨¦dico onc¨®logo de 64 a?os, como presidente para los pr¨®ximos cinco a?os. El pensamiento pol¨ªtico de V¨¢zquez es cercano al de Lula da Silva (Brasil), N¨¦stor Kirchner (Argentina) y Ricardo Lagos (Chile), con lo que su triunfo consolidar¨¢ el llamado eje progresista suramericano.

El triunfalismo imperante, alimentado por las encuestas, es de tal magnitud que si el Frente Amplio no gana en esta primera vuelta, Uruguay puede entrar en estado de depresi¨®n colectiva. A 24 horas de las elecciones pocos hablan de las otras candidaturas. Jorge Larra?aga, del Partido Nacional (Blanco), es una voz en el desierto que asegura que habr¨¢ segunda vuelta. Guillermo Stirling, del Partido Colorado (todav¨ªa en el Gobierno), no tiene ninguna posibilidad. Otros cinco partidos pugnan por lograr una representaci¨®n parlamentaria.

El Frente Amplio ha demostrado en la campa?a su capacidad de movilizaci¨®n para lograr el objetivo que le fue esquivo en las dos consultas electorales anteriores. En el ¨²ltimo acto electoral reuni¨® en el centro de Montevideo cerca de medio mill¨®n de personas, en la mayor concentraci¨®n de la historia. Las banderas tricolores del Frente Amplio ondean estos ¨²ltimos d¨ªas en numerosas calles, en las zonas portuarias de Colonia y Montevideo y en el aeropuerto de la capital, para recibir a los uruguayos que residen en el extranjero -unos 30.000, seg¨²n la Direcci¨®n de Migraciones-, que han viajado por tierra, mar y aire para votar. En Uruguay no existe el voto consular o por correo, por lo que casi un mill¨®n de ciudadanos quedan fuera del censo electoral de dos millones y medio de votantes.

La expectativa ante un resultado hist¨®rico en las urnas convive con las dudas y el recelo que despierta el Frente Amplio en algunos sectores, que desconf¨ªan de una coalici¨®n de 19 grupos pol¨ªticos con distintas visiones del mundo. Socialdem¨®cratas, socialistas, comunistas y antiguos guerrilleros Tupamaros (la fuerza con m¨¢s votos en las elecciones internas) son las agrupaciones del Frente que tienen representaci¨®n parlamentaria. Bajo el paraguas de la coalici¨®n act¨²an grup¨²sculos m¨¢s radicales que est¨¢n fuera del Parlamento.

"Tienen que probarse en el poder", estima el economista Ernesto Talvi, director del Centro de Estudios de la Realidad Econ¨®mica y Social (CERES), que se pregunta "qui¨¦n acabar¨¢ imponiendo la agenda de gobierno". Si gana el Frente Amplio es altamente probable que predomine la estrategia de moderaci¨®n por una raz¨®n de supervivencia, y porque el margen de maniobra de un Gobierno de izquierda "no es muy amplio", reconoce Danilo Astori, que ser¨¢ el ministro de Econom¨ªa si gana V¨¢zquez.

"La izquierda latinoamericana est¨¢ aprendiendo que tiene que compatibilizar sus objetivos sociales con un manejo econ¨®mico prolijo, sobre todo de las cuentas p¨²blicas", se?ala Astori. "Hay que trabajar con paciencia para ganar confianza", advierte, "como hace Lula en Brasil". El problema es que la dif¨ªcil combinaci¨®n de una pol¨ªtica que atienda las enormes necesidades sociales de Am¨¦rica Latina y no genere inquietud en los mercados provoca frustraci¨®n en los sectores pobres. En Uruguay la indigencia alcanza el 10%.

A lo largo de toda la campa?a los candidatos del Frente Amplio han buscado transmitir mensajes tranquilizadores a quienes desconf¨ªan de un Gobierno de izquierda. El equipo de colaboradores de Danilo Astori se ha reunido con empresarios uruguayos y extranjeros y con los organismos financieros en un trabajo pedag¨®gico para explicar que no hay motivo para la alarma. "Hemos avanzado mucho, porque todos los indicadores econ¨®micos se?alan que no hay ning¨²n s¨ªntoma de preocupaci¨®n ante el triunfo de la izquierda", advierte. "Los bonos uruguayos se cotizan mejor, el riesgo pa¨ªs ha ca¨ªdo, el tipo de cambio es estable y tenemos un nivel razonable de reservas internacionales".

"Un triunfo del Frente Amplio no me despierta ilusi¨®n, pero no me despierta temor". El economista Talvi describe su estado de ¨¢nimo con esta frase, que firmar¨ªan muchos uruguayos que no piensan votar a la coalici¨®n de izquierda. "No me despierta temor porque la alternativa a la ortodoxia econ¨®mica, es decir, a un manejo prudente de las finanzas del Estado y de la pol¨ªtica monetaria, es el caos. Uruguay est¨¢ muy endeudado y si no logra un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no puede refinanciar su deuda, tampoco podr¨¢ colocar t¨ªtulos en los mercados y caer¨¢ en suspensi¨®n de pagos".

Uruguay es un pa¨ªs con una econom¨ªa muy cerrada. La inversi¨®n extranjera "supone un 0,5% del producto interior bruto (PIB), la menor de Am¨¦rica Latina", seg¨²n Ernesto Talvi. El Frente Amplio maneja cifras distintas y promete, a trav¨¦s de Astori, abrir la puerta a los capitales for¨¢neos. El objetivo es pasar "en cinco a?os del 12% del PIB actual al 20%". La herencia que recibir¨¢ el nuevo Gobierno es pesada. El sector p¨²blico est¨¢ casi cerrado a la inversi¨®n privada, faltan grandes proyectos de infraestructura, el r¨¦gimen tributario tiende a desincentivar la inversi¨®n y abunda la burocracia.