'Shaqman¨ªa' en Florida

En el Estado de Florida, donde cada voto cuenta para las elecciones generales de ma?ana, los jefes de campa?a del partido republicano y el dem¨®crata buscan desesperadamente al representante de Shaquille O'Neal, el flamante nuevo jugador de Miami Heat. Saben que una instant¨¢nea con el nuevo hombre fuerte del Estado del sol puede ayudar a sus candidatos, el presidente George W. Bush y el dem¨®crata John Kerry, a lograr la victoria en Florida y, casi con toda seguridad, alcanzar la presidencia. Mientras tanto, Shaq se recluye en su nueva mansi¨®n de Star Island, a medio kilometro del American Airlines Arena, la cancha de su nuevo equipo.

En esa misma casa es donde la historia de Miami Heat comenz¨®. Rony Seikaly, la primera selecci¨®n en un draft para Miami en 1987, construy¨® una mansi¨®n a medida de un hombre de tan gran estatura como la suya. Una residencia perfecta para un monstruo de 2,16 metros y casi 150 kilos.

Se espera que el 'p¨ªvot' m¨¢s dominante llene un pabell¨®n con un aforo de 20.000 espectadores

Tras la derrota sufrida ante los Pistons en la pasada final de la NBA, el due?o de los Lakers, Jerry Buss, decidi¨® dar las riendas del equipo al rebelde Kobe Bryant y deshacerse del entrenador gur¨², Phil Jackson, y de su otra gran estrella, Shaquille O'Neal. El intercambio de jugadores entre Los Angeles Lakers y Miami Heat mand¨® a Shaq a las arenas de South Beach a cambio de Lamar Odom, Brian Grant y Caron Butler. El traspaso se convirti¨® de inmediato en el m¨¢s significativo de los ¨²ltimos a?os no s¨®lo por las consecuencias que producir¨¢ en los dos equipos afectados, sino en la Liga en general. La conferencia Oeste pierde al jugador m¨¢s dominante de la historia, como O'Neal se define a s¨ª mismo, abriendo las puertas de las finales de la NBA a un m¨ªnimo de cinco equipos. La conferencia Este es otra historia. La falta de p¨ªvots de renombre convierte de inmediato a los Heat en candidatos a un billete para las finales de junio.

Nada m¨¢s llegar a Miami, Shaquille O'Neal prometi¨® el campeonato, una tarea complicad¨ªsima si se analiza al resto de jugadores que le acompa?ar¨¢n en su viaje. Con Dwyane Wade, una estrella emergente, como segunda opci¨®n en el ataque, Pat Riley, el manager general del equipo, teme que la lesi¨®n de uno de estos dos jugadores reduzca estrepitosamente las posibilidades de ¨¦xito con vistas al objetivo final. Y es de esperar que ello ocurra, teniendo en cuenta que Shaq se ha perdido por lesi¨®n 15 partidos de media en los ¨²ltimos cuatro a?os y Dwyane Wade vio 21 desde la grada en su primera temporada.

Sin embargo, con Shaq en el parqu¨¦ o en la grada, la inyecci¨®n econ¨®mica parece segura. Los Heat esperan llenar el American Airlines Arena en cada partido, algo que tan s¨®lo lograron once veces a lo largo de la pasada temporada regular. La demanda masiva de entradas provocar¨¢ adem¨¢s que se abra el anillo superior de la cancha, aumentando el aforo de 15.000 a 20.000 espectadores. Los que tambi¨¦n piensan hacer su agosto a costa de los Heat son los comerciantes de la zona del downtown de la ciudad, donde se sit¨²a el estadio. Los hosteleros prev¨¦n que el impacto vivido por sus negocios ser¨¢ similar al experimentado por sus colegas de Washington DC, donde los beneficios aumentaron en un 15% tras la llegada de Michael Jordan a los Wizards.

Pero, posiblemente, el mayor beneficiado de la llegada de Shaquille O'Neal sea el propietario de los Heat, Micky Arison. El fichaje de Shaq hizo aumentar el valor del equipo en 40 millones de d¨®lares (unos 31,3 millones de euros) en tan s¨®lo dos semanas. El objetivo de Arison es convertir el American Airlines Arena en el pr¨®ximo Staples Center -la cancha de Los ?ngeles Lakers-, un espect¨¢culo a nivel nacional donde se concentren las mayores celebridades del pa¨ªs.

Con un sueldo de 27,7 millones de d¨®lares (21,7 millones de euros), la pregunta es si Shaq puede rentabilizar la operaci¨®n. Los Heat esperan que ¨¦sta sea la mejor inversi¨®n de la historia del sur de Florida. Los medios de comunicaci¨®n prev¨¦n un aumento de audiencia de un 300% en los partidos televisados a los Heat y el mayor crecimiento en asistencia de p¨²blico de un a?o a otro en la historia de la NBA. ?Imposible? Esto es lo que un solo jugador, LeBron James, consigui¨® para los Cleveland Cavaliers la temporada pasada.

La imponente presencia de Shaq incluso acaparar¨¢ las fiestas navide?as. El 25 de diciembre, la cadena de televisi¨®n ABC televisar¨¢ el primer partido entre Los ?ngeles y Miami o, lo que es lo mismo, entre Shaq y Kobe. La publicidad del partido ya est¨¢ vendida en un 80% y ABC espera unos l¨ªmites de audiencia cercanos a los de la Superbowl, una exageraci¨®n que no deja de convertir el duelo en el partido m¨¢s esperado de la temporada. Lo cierto es que la pol¨¦mica entre Shaq y Kobe generar¨¢ una rivalidad que, a la postre, se ver¨¢ reflejada en el anhelado aumento de los ¨ªndices de audiencia de la NBA, que desde la desmembraci¨®n del Chicago Bulls de Michael Jordan ha decrecido de manera gradual.

Shaquille O'Neal se enfrenta al mayor reto de su carrera. Con un equipo construido a su medida y un entrenador que har¨¢ girar el juego a su alrededor, debe olvidar las excusas y demostrar que puede ganar un titulo sin la ayuda de Jackson y sin una superestrella a su lado.