Luces en la batalla contra el plagio

La defensa de la propiedad intelectual tropieza con tantas trabas burocr¨¢ticas que muchos industriales renuncian a ejercer sus derechos, pero el empe?o por hacer respetar la marca tambi¨¦n arroja algunas luces. El Grupo Robles, una empresa de iluminaci¨®n fundada en Valencia en 1982, ha ganado seis batallas en defensa de sus modelos propios en los ¨²ltimos dos a?os. Dos a trav¨¦s de sentencias judiciales, una a trav¨¦s de una transacci¨®n judicial y las tres restantes mediante acuerdos al margen de los juzgados.

Alalamp, una cadena de cuatro tiendas de l¨¢mparas e iluminaci¨®n, fue obligada por sentencia judicial a retirar de sus escaparates los modelos plagiados de la marca Rogu que exhib¨ªa. Alalamp hab¨ªa importado los modelos plagiados, pero la sentencia judicial s¨®lo obliga a la cadena de tiendas en calidad de distribuidor, seg¨²n un portavoz de Rogu.

Otros ¨¦xitos del gabinete jur¨ªdico de la empresa de iluminaci¨®n se han resuelto sin necesidad de sentencia firme. La empresa Dado, contra la que se formul¨® una denuncia judicial, lleg¨® a un acuerdo con el Grupo Robles, una transacci¨®n. Dado asumi¨® la titularidad de Rogu sobre los modelos que hab¨ªa imitado, rompi¨® los moldes con los que produc¨ªa las l¨¢mparas plagiadas y dej¨® de comercializarlas. Como compensaci¨®n por los da?os causados, pag¨® al titular de los modelos un 10% del beneficio estimado por la venta de los plagios.

Dupi Import, un importador que sirve a clientes como Hipercor o Alcampo, alcanz¨® sendos acuerdos con Rogu para dejar de comercializar tres modelos plagiados a la firma valenciana. Dupi Import tuvo que comunicar a sus clientes, tanto en Espa?a como en Portugal, que deb¨ªan retirar de sus escaparates los modelos plagiados.

Otro importador, Lorefar, alcanz¨® un acuerdo para dejar de distribuir un modelo plagiado.

Tal vez el mayor ¨¦xito alcanzado por el gabinete jur¨ªdico de Rogu fue una sentencia condenatoria contra un fabricante con plantas en Alemania que ofrec¨ªa en su cat¨¢logo un modelo registrado por la firma valenciana. Brilliant, una empresa que ya no produce en Europa, fue obligada a dejar de fabricar la copia, pagar una indemnizaci¨®n de cinco mil euros, pagar una licencia por un valor del 5% de las ventas del producto plagiado y depositar una fianza de 120.000 euros para garantizar que se cumplieran todos los extremos de la sentencia.

Pero la lucha continua. Un portavoz de Rogu explica que los seis ¨¦xitos obtenidos en los dos ¨²ltimos a?os son s¨®lo parte de una secuencia y que mantienen abiertos varios contenciosos tanto con importadores como con fabricantes de productos copiados de sus cat¨¢logos.

La misma fuente subraya, finalmente, que la ley de competencia desleal obliga tanto a los fabricantes de productos plagiados como al resto de la cadena comercial.

Ni importadores ni representantes ni tiendas pueden pueden escudarse en su condici¨®n de meros distribuidores de una copia producida por terceros.