La catadura moral y el escritor Cela
He esperado un tiempo prudente por ver -ingenuo de m¨ª- si desde la Fundaci¨®n Camilo Jos¨¦ Cela se animaba alguien a dar respuesta a don Javier Tusell, quien, en su art¨ªculo Catadura moral, hizo algunas valoraciones literarias y pol¨ªticas de mi padre. Vaya por delante que, en mi opini¨®n, el profesor Tusell tiene todo el derecho del mundo a calificar el comportamiento de cualquiera. Al fin y al cabo algunos columnistas que se dec¨ªan amigos de CJC y le adularon de forma babosa en vida se han dedicado despu¨¦s de que muriera a hundir el pu?al en su memoria. ?Por qu¨¦ no habr¨ªa de hacerlo un historiador de prestigio? Como no he le¨ªdo el libro de Pere Ys¨¢s, no puedo salir al paso de la lectura que hace de ¨¦l Tusell a prop¨®sito de las actuaciones pol¨ªticas de mi padre en la d¨¦cada de los a?os sesenta del siglo anterior y, si lo hiciera, sin duda habr¨ªa quien detectase una ceguera filial en mis palabras de defensa.
Pero dentro del art¨ªculo de Tusell se deslizan algunos comentarios que me parecen impropios desde una ¨®ptica objetiva. As¨ª, dice de manera textual: "Hasta ahora, el punto m¨¢s negro de su trayectoria literaria consist¨ªa en su ofrecimiento como censor". Me parece que considerar la censura como un g¨¦nero literario es excesivo, aunque tal vez disponga don Javier Tusell de argumentos que se me escapan. De hecho, el confundir la producci¨®n literaria de cualquier autor con sus actividades, ya sean pol¨ªticas, deportivas o gastron¨®micas, supone, a mi entender, una falacia l¨®gica semejante a la que denuncian los profesores de ¨¦tica respecto de la naturalista.
Pero creo que hay m¨¢s. Cree Tusell detectar una falta de piedad humana incluso m¨ªnima en la obra de mi padre, aunque salva dentro de ella el Viaje a la Alcarria y La colmena. Una persona de la talla intelectual y la capacidad investigadora del profesor Tusell, cuya obra admiro pese a no estar al tanto de la catadura moral particular de su autor, deber¨ªa ser capaz de hacer lecturas m¨¢s sutiles de libros como Pabell¨®n de reposo, Mrs. Caldwell habla con su hijo, San Camilo, 1936, Oficio de tinieblas 5, Mazurca para dos muertos, la serie completa de los viajes por Espa?a, y, ya que estamos, La familia de Pascual Duarte.
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