Bono quiere acabar con las "herencias del pasado" en Rota

El ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, es partidario de acabar con las "herencias del pasado" en la gesti¨®n de la base aeronaval de Rota (C¨¢diz), donde se concentra el grueso de las tropas estadounidenses estacionadas en Espa?a. Bono aprovech¨® ayer para visitar la base, incluidas las instalaciones cuyo uso ha sido cedido a Estados Unidos, antes de acompa?ar al presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero al portaaviones Pr¨ªncipe de Asturias. Bono, que se reuni¨® con el responsable estadounidense de la base, el capit¨¢n de nav¨ªo John H. Orem, no quiso detallar tras el encuentro cu¨¢les son esas "herencias del pasado", pero explic¨® un problema que, a su juicio, ya est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n.

Se trata de los dep¨®sitos de combustible de Rota, de los que se abastecen los principales buques de la Flota espa?ola, pero que son administrados por Estados Unidos, que adem¨¢s fija el precio del carburante. El ministro considera absurdo que si los buques espa?oles quieren repostar combustible espa?ol, tengan que desplazarse hasta Cartagena. Por ello, reclama la "repatriaci¨®n" de los dep¨®sitos, es decir, su retrocesi¨®n a las autoridades espa?olas.

Fuentes de Defensa matizaron que, en realidad, bastar¨ªa con que EE UU cediera uno de estos dep¨®sitos o incluso s¨®lo parte de uno de ellos, dada su gran capacidad. Respecto al precio, explicaron que EE UU lo fija con car¨¢cter anual para todo el mundo, sin atender a las circunstancias espec¨ªficas de cada pa¨ªs, y que el traslado de su gesti¨®n a una agencia del Pent¨¢gono, en lugar de la Navy como era tradicional, ha complicado adem¨¢s la burocracia.

Problema laboral

Con todo, los dep¨®sitos no constituyen el mayor problema de Rota. El Ministerio de Defensa teme que el recorte de la presencia militar estadounidense en Europa afecte, aunque en menor medida, a la base gaditana, y ello acabe provocando un nuevo recorte del personal espa?ol que trabaja para las tropas de EE UU en la base, unas 2.100 personas en la actualidad.

Espa?a a¨²n no ha dado el visto bueno al anejo laboral que se negoci¨® tras la firma del nuevo convenio defensivo entre los dos pa¨ªses, en 2002, ya que quiere introducir algunos retoques. Bono no est¨¢ c¨®modo con una situaci¨®n en la que el Ministerio de Defensa asume el papel legal de empleador, pero es el Pent¨¢gono el que selecciona al personal, le paga y lo despide. Cuando se produce un despido, Defensa est¨¢ obligada adem¨¢s a recolocar al afectado en su propia plantilla laboral.

A ello ha venido a sumarse la necesidad de negociar el nuevo convenio colectivo sin que se haya resuelto todav¨ªa el problema de la p¨¦rdida del poder adquisitivo de los trabajadores, que se viene arrastrando desde hace a?os. Esta p¨¦rdida, de hasta el 30% en algunos casos, se debi¨® a que, hasta ese momento, el personal espa?ol empleado por EE UU no pagaba impuestos y Hacienda oblig¨® a que tributasen.