Orden de alejamiento
Por una cuesti¨®n de higiene, por esa necesidad cada vez m¨¢s acuciante de adecentar el mundo, las ¨®rdenes de alejamiento deber¨ªan aplicarse con un rigor espartano y en menos de lo que dura esta columna. Todo arribista, d¨¦spota, tah¨²r, trepa e indolente deber¨ªa, por ley, ser alejado de la pol¨ªtica y de los puestos de mando; los embusteros compulsivos, de los telediarios y de la prensa escrita; los curas pecadores, de toda labor pastoral y de todos los ni?os de la tierra; los pir¨®manos, de los bosques; los desesperados, de las armas de fuego; los desalmados, de cualquier inocente; los rimadores domingueros, de la poes¨ªa verdadera; los eg¨®latras, de s¨ª mismos; los predicadores y los profetas, de las criaturas vulnerables; los especuladores, de la cultura; los banqueros y los agentes de seguros, de la letra peque?a; los vocingueros e imprudentes, de las may¨²sculas; los torturadores, de sus propias manos; los racionalistas fan¨¢ticos, de los cuentos infantiles; los seductores sin escr¨²pulos, de las cartas de amor; los cuerpos de seguridad, de los cuerpos sin amparo; los explotadores, de los ni?os sin escuela; el Papa, de los viles consejeros; los idealistas, de un consejo de guerra; los cobardes, de puertas y madrigueras; los aviones homicidas, de los cielos ajenos...
Ahora mismo, la ¨²nica orden de alejamiento contemplada por los jueces es la que se aplica a la figura del maltratador f¨ªsico o psicol¨®gico, una medida dise?ada para que el verdugo deje en paz a la v¨ªctima. Pero como la vida es ya un juego de agresores y agredidos, la norma deber¨ªa extenderse a todos los ¨®rdenes. Los xen¨®fobos, sin ir m¨¢s lejos, tendr¨ªan que cumplir esa orden judicial de alejamiento. As¨ª lo debi¨® entender la azafata de un vuelo transoce¨¢nico cuando una de las pasajeras, al ver que a su lado viajaba un senegal¨¦s, protest¨® indignada y exigi¨® que la cambiaran de asiento. No hab¨ªa plazas libres, pero al rato regres¨® la eficiente auxiliar y, dirigi¨¦ndose al muchacho de color, le comunic¨® muy amable: "Acomp¨¢?eme, se?or, hay un asiento en la zona vip para usted, estar¨¢ mejor atendido". Creo que, como ejemplo, nos vale.
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