Ra¨²l, a un gol de Di St¨¦fano

Inadvertido, haciendo de su posici¨®n desfavorable una ventaja, Ra¨²l marc¨® el gol que levant¨® al Madrid del ocaso. Fue su gol n¨²mero 48 en Liga de Campeones. Un gol que lo coloca a un solo tanto de la hist¨®rica marca de Alfredo di St¨¦fano, 49, en la vieja Copa de Europa. El r¨¦cord absoluto. Era el partido 91 de Ra¨²l en el m¨¢ximo torneo europeo y su gol levant¨® al Madrid de la lona. Superados ya los m¨ªticos Eusebio, Gerd M¨¹ller y Puskas, a Ra¨²l s¨®lo le queda por delante Di St¨¦fano, a un solo tanto. Con 44, en esa clasifiaci¨®n hist¨®rica, se ha colcoado el holand¨¦s Van Nistelrooy, del Manchester, merced a sus cuatro goles de ayer.

Tras recoger la pelota del fondo de las mallas Ra¨²l se fue corriendo al c¨ªrculo central gritando: "?Vamos!" Antes de que el genio deshiciese un destino que parec¨ªa asignado, Josef Sabo orden¨® a sus jugadores hacer lo que antes han hecho equipos como el Osasuna o la Real Sociedad. Es la mejor manera de desbaratar los tenues asideros t¨¢cticos del Madrid: presionarlo arriba. El Madrid, adem¨¢s, se hab¨ªa encontrado con los marcajes individuales planteados por Sabo. Cuando Ra¨²l logr¨® escaparse de su vigilante, dio la vuelta al choque.

Sin la pelota, el Madrid so?ado por Florentino P¨¦rez se convirti¨® en una masa de contradicciones con m¨¢s olor a carne momia que a perfume de estrella. En este episodio extra?o, durante un rato de la primera parte, se dio el caso de que, aparte de los defensas, Ronaldo fue el jugador madridista que m¨¢s hizo por recobrar la pelota.

Acaso por primera vez en su vida, Zidane fue al suelo para robar un bal¨®n. Se arrastr¨® como los malos centrales, tal vez en proceso de aprendizaje, consciente de que su presidente sue?a con verle alg¨²n d¨ªa convertido en "l¨ªbero".

El gol de Ra¨²l, por suerte para Zidane, evit¨® penurias mayores.