Bush logr¨® 400.000 votos m¨¢s que Kerry en Florida pese a la movilizaci¨®n dem¨®crata
El candidato republicano obtiene un 52% de los votos, frente al 47% para Kerry
La clara victoria de George W. Bush en Florida zanj¨® las dudas sobre la legitimidad de su primer mandato. Los dem¨®cratas se confiaron demasiado en que ¨¦ste era un Estado "asegurado" por los ¨¢nimos de venganza de sus bases tras el fiasco de 2000. Pero la rabia no fue suficiente. Les impidi¨® ver la realidad del inmenso apoyo a Bush en los condados del norte y el centro y, sobre todo, olvidaron la popularidad de su hermano, el gobernador Jeb Bush, superior al 70%. John Kerry no tuvo en cuenta el impacto de cuatro huracanes en cientos de miles de votantes. Bush logr¨® casi 400.000 votos m¨¢s.
Los Gobiernos de Washington y Tallahassee, es decir, los hermanos Bush, enviaron r¨¢pidamente ayuda y cambiaron las opiniones pol¨ªticas de muchos damnificados, que quedaron claras en testimonio tras testimonio frente a las c¨¢maras de televisi¨®n. Si a ese factor se le a?aden los cambios demogr¨¢ficos que han hispanizado, envejecido y aumentado en un mill¨®n la poblaci¨®n del Sunshine State, m¨¢s una campa?a republicana bien organizada, con bases incansables y enfervorecidas por Bush, la suma no daba un resultado tan optimista como Kerry anunciaba.
El candidato dem¨®crata calcul¨® mal al pensar que el mill¨®n y medio de nuevos electores inscritos le iba a favorecer, pero eso era lo que le aseguraban los analistas y los encuestadores, que son en definitiva los grandes perdedores de esta elecci¨®n. A lo largo de los ¨²ltimos dos meses hicieron pron¨®sticos tan abultados a favor de Kerry, tanto en Florida como en otros Estados, que en gran parte han contribuido a su derrota. Incluso el martes a mediod¨ªa, con los sondeos a pie de urna, pronosticaron una victoria de Kerry en este Estado por m¨¢s del 55%.
El c¨®mputo final ha sido de 52% para Bush y 47% para Kerry, a falta de escrutar las papeletas por correo, miles de las cuales son de militares, tradicionalmente republicanos. El presidente ha ganado al senador por m¨¢s de 377.000 sufragios de un total de 7.295.000.
Tanto Bush como Kerry pelearon hasta el final en Florida. Sus aviones se cruzaban semanalmente yendo de norte a sur del Estado en busca de votos. Bush moviliz¨® a sus bases, pero tambi¨¦n se adentr¨® en terreno dem¨®crata, en los condados de Broward, Palm Beach y Miami Dade, mientras que Kerry dej¨® al descubierto flancos importantes, como el electorado cubano, que este a?o parec¨ªa haber roto t¨ªmidamente filas con los republicanos, pero a falta de est¨ªmulo, porque Kerry nunca organiz¨® un acto con ellos, al final volvieron a sus aguas.
Bush, sin embargo, no ces¨® en sus cr¨ªticas a Fidel Castro, en remachar que mantendr¨ªa el bloqueo comercial y promover¨ªa una transici¨®n democr¨¢tica en la isla. El ¨²nico acercamiento de Kerry a los cubanos consisti¨® en plantar un cuartel de campa?a frente al enclave por excelencia del exilio, el restaurante Versailles de La Peque?a Habana. Los anticastristas interpretaron el gesto como un desaf¨ªo y a esa zona de la Calle Ocho de Miami la bautizaron como el "muro de Berl¨ªn".
Los hispanos en general han jugado un papel importante en esta contienda y, en contra de las quinielas dem¨®cratas, han dado un mayor voto de confianza a Bush. Kerry ten¨ªa depositadas las esperanzas en los m¨¢s de 600.000 puertorrique?os del centro del Estado, pero no tuvo en cuenta que un 65% hab¨ªa apoyado a Jeb Bush en 2002.
Tanto con los hispanos como con los negros, Kerry nunca lleg¨® a conectar del todo. Su imagen de millonario distante no cal¨® entre el pueblo llano, con el que Bush se siente c¨®modo. No obstante, la poblaci¨®n negra de este Estado, herida a¨²n por la elecci¨®n de 2000, sali¨® a votar como un ej¨¦rcito. Operativos dem¨®cratas llenaban el martes camionetas con ancianos negros, los llevaban a las urnas y regresaban a por m¨¢s en Liberty City y otros barrios negros alrededor del Estado.
Otro ej¨¦rcito, el de abogados en lista de espera para demandar a los rivales republicanos, quiz¨¢ pesara en la balanza de los electores. El Partido Dem¨®crata anunci¨® a bombo y platillo que no escatimar¨ªa demandas en pelear hasta ¨²ltimo voto y a¨²n antes de que se celebrara la elecci¨®n lanzaron una estrategia preventiva de pleitos.
A los floridanos no les gust¨® nada, porque el martes quer¨ªan recuperar la reputaci¨®n perdida en las papeletas mariposa y las pre?adas de hace cuatro a?os. Y lo lograron. La votaci¨®n trancurri¨® de forma fluida, salvo peque?os fallos electr¨®nicos. Las gentes aguantaron paciente y c¨ªvicamente horas para expresar su voluntad pol¨ªtica. Y eligieron a Bush.
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