Los estultos
El aspirante a presidente que perdi¨®, Rajoy, acusa al que gan¨®, Zapatero, de "estulticia": necedad, estupidez y tonter¨ªa. Los insultos andan sueltos en el banco de los que no tienen raz¨®n. En Rajoy parecen mal: no tiene boquita para eso. Estulto: necio, ignorante, falto de raz¨®n. Rajoy ve a su vencedor como con "la sonrisa tonta detr¨¢s de la cual comienza a vislumbrarse una insuperable estulticia": o sea que es el m¨¢s tonto, el m¨¢s necio. Razones: ha elegido como enemigos "a la Iglesia, a los cat¨®licos, a los Estados Unidos y a los jueces". Es verdad: su patr¨®n, su jefe, coloc¨® a los jueces que quiso de manera que le dieran ventaja en ese poder considerado como independiente en democracia: fiel cat¨®lico, ¨¦l mismo era la Iglesia, a la que encumbr¨® y con ella dirigi¨® las costumbres del pa¨ªs, sobre todo en materia de sexualidad; el PP fue el brazo de Wojtyla y de Rouco, y ahora la Iglesia prepara manifestaciones grandiosas contra la eutanasia, el matrimonio de parejas del mismo sexo, el divorcio y el aborto; es decir, a favor del PP. Y a favor de su dinero; y blanden las misiones, los hospitales en este y lejanos continentes, la caridad. Ya se les hab¨ªa contestado, en aquel mundo, que no se quiere caridad, sino justicia social. Se puede decir que no dan sino que cambian: cobran conversiones, agrandan la poblaci¨®n cat¨®lica en desgraciados pa¨ªses que quieren gobernar.
Ah, Estados Unidos: la sumisi¨®n de Aznar, la guerra, la coba a Bush, la extra?a pareja Ana Palacio-Powell, pelmas de la Casa Blanca; leo que Aznar lleva tiempo esperando audiencia con Bush. Por lo que se dice, lo que Zapatero tiende a hacer es limpiar el establo de Augias ("Augias no hab¨ªa limpiado jam¨¢s sus establos, que esparc¨ªan un hedor insoportable por el Peloponeso..."). Cierto que lo c¨®modo y lo seguro es obedecer a las instituciones, formar el entramado cl¨¢sico del Estado y la alianza con los fuertes. No hacerlo puede ser una estulticia: quiz¨¢ sea ¨¦sa la de Zapatero, si es que la hay. ?Cu¨¢l es la de Rajoy? Quiz¨¢ creerse que es realmente Rajoy; la de haber aceptado el carisma depositado sobre su cabeza por el que iba a caer; quiz¨¢ por la eterna salvaci¨®n de su alma. Y es muy posible que Zapatero se d¨¦ cuenta de su equivocaci¨®n en cuestiones de poder. Y Rajoy: si la mayor¨ªa del pa¨ªs est¨¢ equivocada, lo mejor es apoderarse de ella.
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