Desatascado el contencioso que imped¨ªa recuperar el teatro romano de Tarragona

Los afectados por las expropiaciones del teatro romano de Tarragona tendr¨¢n que devolver a la Generalitat 600.000 euros m¨¢s intereses de los 2,9 millones de euros que cobraron por ceder la finca a la Administraci¨®n catalana. Una sentencia del Tribunal Supremo considera que la cantidad fijada en 1993 por el Jurado de Expropiaci¨®n "era superior a lo que reconoc¨ªa el Plan General de 1973", el vigente cuando se produjeron las expropiaciones de las fincas. Esta resoluci¨®n abre la puerta a la definitiva reconstrucci¨®n del monumento, paralizada por este contencioso entre los antiguos y los actuales propietarios de los terrenos.

El litigio se inici¨® en 1975, cuando el Ayuntamiento de Tarragona concedi¨® una licencia para la construcci¨®n de viviendas en la calle de Caputxins. Un a?o m¨¢s tarde, las obras pusieron al descubierto los restos del antiguo teatro romano, construido durante la ¨¦poca augusta, a finales del siglo I antes de Cristo.

El hallazgo oblig¨® a paralizar los trabajos, por lo que los promotores inmobiliarios exigieron a la Administraci¨®n central ser expropiados y cobrar la preceptiva indemnizaci¨®n. No se produjo un acuerdo y, en 1981, el Estado trasfiri¨® a la Generalitat la propiedad del yacimiento. Ya en la d¨¦cada de los noventa, el Jurado Provincial de Expropiaci¨®n cifr¨® en 2,9 millones de euros el valor de las fincas expropiadas. Despu¨¦s de distintos recursos, tanto por parte de la Generalitat, que consideraba que el c¨®mputo del valor de los terrenos no fue justo, como por parte de los afectados, que reclamaban m¨¢s de 12 millones de euros, el Supremo ha acabado dando la raz¨®n al Gobierno catal¨¢n.

Gracias a esta resoluci¨®n, y aunque todav¨ªa queda por resolver el recurso que unos vecinos de la zona interpusieron ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC), se abre la puerta a la restauraci¨®n del monumento, que, a pesar de las continuas vicisitudes por las que ha pasado, conserva parcialmente los tres elementos estructurales esenciales que definen un teatro romano: cavea (o grader¨ªa), orchestra y scaena.

El delegado de la Generalitat en Tarragona, Xavier Sabat¨¦, ya avanz¨® ayer que, antes de que acabe el a?o, se llevar¨¢ a cabo la limpieza y adecuaci¨®n de los terrenos en los que se halla ubicada la construcci¨®n romana. El siguiente paso ser¨¢ "aprobar el proyecto de rehabilitaci¨®n y conversi¨®n en museo del teatro". De este modo, se har¨ªa realidad uno de los sue?os de los responsables de Patrimonio de la ciudad, que aspiran a abrir al p¨²blico el teatro romano, tal como ya ocurre con el anfiteatro, el circo y el foro.

El teatro romano de Tarragona fue construido muy cerca del foro, aprovechando la fuerte pendiente natural para apoyar en ella las grader¨ªas. En esa misma zona, los arque¨®logos han descubierto un capitolio de la ¨¦poca republicana que, por su orientaci¨®n hacia el mar y los elementos que integra, hace pensar a los expertos que el foro tiene una dimensi¨®n tres veces superior a la que se supon¨ªa.