Juan Villoro gana el Herralde con una obra "obsesivamente mexicana"

Una novela "obsesivamente mexicana" escrita en Barcelona bajo el "s¨ªndrome de Ulises" que afecta a todo inmigrante. As¨ª defini¨® ayer Juan Villoro (Ciudad de M¨¦xico, 1956) el libro con el que gan¨® el 22? Premio Herralde de Novela. El testigo tiene una lectura pol¨ªtica sobre el cambio de r¨¦gimen en su pa¨ªs tras la derrota del PRI, pero tambi¨¦n plantea interrogantes sobre la literatura misma. Una indagaci¨®n en torno a lo literario que la hermana con la finalista, Todos los Funes, de Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964).

Juan Villoro es autor de las novelas El disparo de Arg¨®n y Materia dispuesta, y de los libros La casa pierde (cuentos) y Efectos personales (ensayos). En 2000 se instal¨® en Barcelona, donde pudo "cultivar la nostalgia" y escribir la novela El testigo con la perspectiva necesaria. Hace unos meses regres¨® a M¨¦xico. Y de un regreso, precisamente, trata el libro, calificado por el editor de Anagrama, Jorge Herralde, como el "do de pecho" de Villoro.

El protagonista, un profesor de literatura latinoamericana en Nanterre, vuelve a M¨¦xico tras muchos a?os de ausencia coincidiendo con la derrota del PRI que puso fin a siete d¨¦cadas de dominio absoluto de este partido en el poder.

"En M¨¦xico pensamos que cuando cayera el PRI tendr¨ªamos un periodo de transici¨®n similar al de Espa?a, que gozar¨ªamos de una apertura hacia un horizonte de futuro. Pero de alguna manera ocurri¨® todo lo contrario. El cambio fue hacia atr¨¢s y volvimos a los tiempos anteriores a la revoluci¨®n, con nuevos autoritarismos, el dominio de una burgues¨ªa que es como un PP a la mexicana y una gran preponderancia de la Iglesia cat¨®lica", explic¨® Juan Villoro, quien a?adi¨® que en la novela "no se editorializa" sobre estas cuestiones, sino que van apareciendo en el curso de una narraci¨®n que, en los diversos planos de lectura -la historia del pa¨ªs y la historia personal-, reflexiona sobre el tiempo.

El retorno obliga al profesor a enfrentarse tambi¨¦n a los interrogantes que penden de una vieja historia, una relaci¨®n prohibida con una prima que le impuls¨® a huir a Europa. Al poner el profesor los pies en M¨¦xico "todo lo retrotrae al pasado. El tiempo bascula hacia adelante y hacia atr¨¢s", continu¨® Villoro.

Pero El testigo es tambi¨¦n una indagaci¨®n sobre la literatura que se manifiesta en la figura del poeta mexicano Ram¨®n L¨®pez Velarde, fallecido antes de la revoluci¨®n y cuya obra es utilizada por la nueva ¨¦lite del pa¨ªs en su vertiente cat¨®lica.

Por su parte el t¨ªtulo de la novela finalista - Todos los Funes, del argentino Eduardo Berti-, conduce al "memorioso" Funes de Borges, el que "pod¨ªa reconstruir todos lo sue?os, todos los entresue?os". Como el de Villoro, su protagonista tambi¨¦n es profesor de literatura latinoamericana en Francia. Jubilado, viudo, se desplaza de Par¨ªs a Ly¨®n para participar en un congreso. As¨ª y all¨ª, se desencadena una serie de peripecias en las que se cruzan una historia de amor, un misterio familiar, una sensaci¨®n de "viaje definitivo" y, "como un eco, la aparici¨®n de toda la colecci¨®n de todos los Funes de la literatura latinoamericana como si fueran cameos de fantasmas literarios". Eduardo Berti es tambi¨¦n el autor de la novela La mujer de Wakefield, donde regresaba al c¨¦lebre relato de Nathaniel Hawthorne pero desde el punto de vista de la mujer que es abandonada por su esposo durante 20 a?os.

El Premio Herralde de Novela est¨¢ dotado con 18.000 euros. La obra finalista no tiene dotaci¨®n econ¨®mica. De las siete obras que llegaron a la final, cinco proced¨ªan de pa¨ªses latinoamericanos y s¨®lo dos de Espa?a. El jurado estuvo formado por Salvador Clotas, Juan Cueto, Esther Tusquets, Enrique Vila-Matas y Jorge Herralde.