La historia, en nueve kil¨®metros
Un grupo de investigadores impulsa la creaci¨®n de un circuito de parques arqueol¨®gicos entre B¨¦tera y Montcada

Nueve kil¨®metros cuadrados, a caballo entre los t¨¦rminos de B¨¦tera y Montcada, concentran "la secuencia hist¨®rica de nuestro pa¨ªs", afirma el arque¨®logo Josep Burriel. Y hace inventario: un poblado ¨ªbero; una villa romana; una granja visigoda; una alquer¨ªa ¨¢rabe, y un conjunto de b¨²nkers de la Guerra Civil Espa?ola que formaron parte de la l¨ªnea defensiva republicana El Puig-Carasol (Riba-roja del Turia), que nunca lleg¨® a utilizarse.
Burriel, t¨¦cnico del Ayuntamiento de Montcada, lleva a?os trabajando en los yacimientos junto a dos profesores de la Universitat de Val¨¨ncia. Su objetivo es crear un circuito de parques arqueol¨®gicos que integre turismo cultural y uso educativo. De un lado, "podr¨ªa servir para completar la oferta tur¨ªstica en un emplazamiento situado muy cerca de Valencia", y del otro, "qu¨¦ mejor espacio para explicar a los estudiantes c¨®mo viv¨ªan los romanos, o los ¨ªberos que all¨ª donde realmente lo hicieron", reflexiona Burriel.
La ¨²ltima incorporaci¨®n al proyecto ha sido la de la villa romana de L'Horta Vella. Ubicada entre campos de naranjos, a unos cientos de metros del n¨²cleo urbano de B¨¦tera, el complejo fue levantado en ¨¦poca Imperial, entre finales del siglo I y principios del II. Hasta el momento, los investigadores han sacado a la luz unas termas y una natatio (piscina) en un "excelente estado de conservaci¨®n", y esperan que la parte residencial emerja en las pr¨®ximas excavaciones.
La natatio mide 60 metros cuadrados, y sus dimensiones son "ligeramente superiores" a las de la encontrada en un n¨²cleo urbano como Illice (Elche), destaca el profesor de la Universitat Jos¨¦ Luis Jim¨¦nez. Mantiene de tal su forma y profundidad originales, que los arque¨®logos tienen previsto "volver a llenar" de agua la piscina de casi 2.000 a?os, "tal y como se ha hecho en otros yacimientos".
A su alrededor, las termas siguen la estructura cl¨¢sica de tres estancias con agua fr¨ªa, templada y caliente. Las dos ¨²ltimas dispon¨ªan de un complejo sistema de calefacci¨®n, que funcionaba con c¨¢maras de aire situadas bajo el pavimento y entre las paredes, y por las que circulaba el aire calentado por dos potentes hornos.
Despu¨¦s de la conquista visigoda, la villa fue convertida en una granja provista de una prensa de aceite o de vid. Poco dados al refinamiento, los invasores germanos transformaron la natatio en un vertedero. De ¨¦l se ha extra¨ªdo una importante cantidad de restos de fauna -ciervos; bueyes, cordero-, que podr¨ªan haberse depositado all¨ª para la fabricaci¨®n de abono natural, y piezas de cer¨¢mica. Los hallazgos se completan con la localizaci¨®n de un osario con numerosos restos funerarios visigodos.
A tres kil¨®metros de L'Horta Vella, sobre un peque?o altiplano, est¨¢ el poblado ¨ªbero del Tos Pelat. Ocupa un ¨¢rea estimada de dos hect¨¢reas, aunque Burriel calcula que su extensi¨®n pudo haber sido mayor. Un extremo imposible de comprobar debido a que parte del terreno fue explotado por una cantera desde el siglo XVII.
Habitado entre los siglos V y IV antes de Cristo, el recinto est¨¢ parcialmente rodeado por una muralla de cuatro metros de ancho y una altura que oscila entre los dos y los seis metros, y que presenta los restos de al menos una torre. Se han identificado dos viviendas que "superan los 100 metros cuadrados" y tienen una estructura compleja, con varias habitaciones y un sistema de desag¨¹e interno muy poco frecuente para la ¨¦poca, afirma Burriel.
El arque¨®logo se?ala un algarrobo situado a 20 pasos de la muralla: "Ah¨ª ten¨ªan pensado poner el hoyo n¨²mero 13". Se refiere a la idea de los propietarios de la parcela adyacente al yacimiento, que pretend¨ªan construir all¨ª un campo de golf.
Aunque se han hallado indicios de un incendio en una de las viviendas, queda por saber por qu¨¦ se abandon¨® el poblado. Un proceso que parece haber sido "tranquilo", ya que los repentinos suelen dejar atr¨¢s gran n¨²mero de objetos. Burriel baraja causas f¨ªsicas -"como una sequ¨ªa prolongada, o la simple extinci¨®n de los recursos"-, pero se inclina m¨¢s por las geopol¨ªticas.
El poblado del Tos Pelat, desde el que se ve la cara sur de la sierra Calderona, el mar, y en d¨ªas claros el Montg¨®, se encuentra a 21 kil¨®metros de Arse (despu¨¦s Saguntum) y a 20 de Edeta (actual Ll¨ªria), de las que debi¨® ser competidora. A mediados del siglo IV, Edeta, explica el arque¨®logo, se expandi¨®, dando lugar a la regi¨®n de Edetania. Los pobladores del Tos Pelat eran un obst¨¢culo en el camino de Edeta hasta la costa, por lo que pudieron ser desplazados por sus vecinos.
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