La cuna de la insurgencia contra EE UU
Faluya es una ciudad sun¨ª entre el ?ufrates y el desierto, en medio de rutas que unen Bagdad con Jordania y Arabia Saud¨ª. Son duros y se dedican por tradici¨®n al contrabando. Durante el r¨¦gimen anterior eran m¨¢s sadamistas que Sadam Husein y junto a los tikiritis (Tikrit es el lugar natal del ex dictador) ocuparon los principales puestos en las fuerzas de seguridad y en los cinco servicios secretos. Sadam jam¨¢s orden¨® ejecutar a un faluy¨ª por delitos pol¨ªticos. En esta ciudad de 300.000 habitantes (que equivale a Vigo), y no en Tikrit o en Bagdad, celebr¨® el dictador su victoria en la madre de todas las batallas, en 1991, que en realidad fue la derrota que le expuls¨® de Kuwait.
El 1 de mayo de 2003, cuando George W. Bush declar¨® el fin de la guerra -"La misi¨®n ha sido cumplida", afirm¨®-, se produjo la primera acci¨®n de la insurgencia. El objetivo fue una base estadounidense pr¨®xima a Faluya: seis soldados resultaron heridos. Era la respuesta por la muerte dos d¨ªas antes de 13 civiles cuando tropas norteamericanas dispararon contra una manifestaci¨®n pac¨ªfica al creerse atacados.
Faluya ha estado gobernada en el ¨²ltimo a?o por un consejo de muyahidines, jefes de clanes y autoridades religiosas locales que ha impuesto una versi¨®n estricta de la ley isl¨¢mica (las mujeres no pueden maquillase, por ejemplo). Algunos de los grupos insurgentes m¨¢s sanguinarios, como Ansar al Suna (autor de la muerte de los siete agentes espa?oles) o el del jordano Abu Musab al Zarqaui han tenido all¨ª sus bases operativas.
El conocimiento de las rutas tradicionales del contrabando ha permitido a los rebeldes moverse con facilidad entre Latifiya, Mahmudiya y la capital. Para el mando militar estadounidense es la cuna de la resistencia. M¨¢s al oeste se encuentra Ramadi, un caso gemelo. Muchos de los civiles que han huido de Faluya se han refugiado en Ramadi y en Bagdad. Nadie duda de que entre ellos se esconden numerosos insurgentes.
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