'Molt honorable president'
El primer president de la restaurada Generalitat Valenciana se enfrent¨® a la ineludible necesidad de lidiar con el conflicto ling¨¹¨ªstico entre valencianos con una prudencia exquisita; a pesar de ello, y de manera consensuada logr¨® sacar adelante una Llei d'Us i Ensenyament del Valenci¨¤ que permiti¨® poner en marcha la educaci¨®n reglada de y en la lengua propia de los valencianos. A pesar de ello, durante m¨¢s de una d¨¦cada las pol¨ªticas p¨²blicas de la Generalitat Valenciana en materia de la lengua propia se llevaron a cabo con muchas dificultades y al ralent¨ª, aunque no deber¨ªa olvidarse que el valenciano se convirti¨® en lengua de la Administraci¨®n auton¨®mica y de medios de comunicaci¨®n de titularidad p¨²blica que, sin duda, le prestaron unos ¨¢mbitos de uso hasta entonces in¨¦ditos.
Sin embargo, desde 1983 a 1995, cuantas iniciativas se sugirieron para dar pasos con mayor celeridad en el ¨¢mbito del uso del valenciano se encontraron con el handicap maldito de la indefinici¨®n sobre la identidad del valenciano y con la falta de valent¨ªa para abordarlo con todas sus consecuencias. Y en eso, las responsabilidades estaban democr¨¢ticamente repartidas, pues unos por prudencia, otros por conveniencia, y en fin, unos terceros por pura irresponsabilidad, al mantener la indefinici¨®n como pauta abocaban a la par¨¢lisis, a la pol¨ªtica de m¨ªnimos y a una creciente frustraci¨®n entre los miles de usuarios leales del valenciano independientemente de cual fuera su identidad, singular o compartida.
El segundo president de la Generalitat Valenciana fue capaz de concitar un amplio acuerdo pol¨ªtico y social cuyo fruto m¨¢s preciado fue la creaci¨®n de la AVL, y con ella, la t¨ªmida pero evidente admisi¨®n de que la singularidad de nuestra lengua no es incompatible con su pertenencia a un diasistema ling¨¹¨ªstico m¨¢s amplio. Puede decirse que con la creaci¨®n de la AVL, el segundo presidente de la restaurada Generalitat Valenciana contribu¨ªa a saldar las responsabilidades de la derecha democr¨¢tica con el malentendido hist¨®rico que tanto da?o nos ha hecho, al tiempo que abr¨ªa la leg¨ªtima emoci¨®n de nuestra singularidad ling¨¹¨ªstica a la racionalidad de la ciencia y la verdad. Y eso, no fue un viaje f¨¢cil ni c¨®modo, y Ud., que entonces era conseller del Gobierno de la GV recordar¨¢ que hubo de superarse muchos obst¨¢culos y un par¨®n de casi un a?o que, finalmente, pudo ofrecer a la sociedad valenciana el fruto de un amplio acuerdo donde la pol¨ªtica devolv¨ªa a la ciencia la competencia en materia de definici¨®n de la identidad de la lengua sin olvidarse de incorporar en el mismo y de modo generoso a sectores que recibieron en el proceso el reconocimiento como parte de la soluci¨®n.
Aunque los pasos que se han dado pueden considerarse important¨ªsimos, a Ud. le queda lo m¨¢s importante por hacer, por sencillo que parezca: dispone la GV, y con ella, el pueblo valenciano de una instituci¨®n apoderada para convertir en norma lo que la pol¨ªtica secuestr¨® durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, y a ella le corresponde por ley llevar a la singularidad compartida de la lengua de los valencianos hasta el lugar de encuentro donde esperan el resto de modalidades de esta gloriosa lengua.
Le pido y deseo al mismo tiempo que sea Ud. el presidente que anim¨® en su mandato a una instituci¨®n de la GV -de la que sin duda se siente orgulloso- a trabajar seriamente en su cometido sin dejarse apabullar por sobrevenidas interferencias y sin perder de vista que la apoderamos para que su palabra sea ley.
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