El Bar?a cura su resfriado

Aunque apareci¨® con leves s¨ªntomas de gripe, el Barcelona encontr¨® en Liubliana el mejor ant¨ªdoto para curarse del peque?o resfriado que le atac¨® en Alicante. Prob¨® todo tipo de antivirales, le cost¨® dar con el adecuado, pero cuando lo encontr¨® -y le cost¨® m¨¢s de lo que indica el marcador-, sum¨® su segunda victoria en la Euroliga (69-83).

Fue, sin embargo, un proceso complejo. Como si el frio exterior le hubiera atenazado, el Barcelona que salt¨® a la cancha record¨® a un equipo de lo m¨¢s mediocre: incapaz de parar los r¨¢pidos y certeros contrataques del Olimpia; m¨¢s imposibilitado a¨²n para acertar con el aro contrario. De modo que, sin hacer grandes esfuerzos, a los eslovenos les result¨® m¨¢s que f¨¢cil hacer una primera escapada en el marcador (9-2, cuando casi hab¨ªa transcurrido la mitad del primer cuarto).

As¨ª las cosas, con un Bar?a maniatado e inoperante, Joan Montes se vio obligado a llamar a sus jugadores al orden y reconstruir una defensa que hac¨ªa aguas por todas partes. La romp¨ªa el portorrique?o Rodr¨ªguez con sus r¨¢pidos contrataques. La agujereaba Bazdaric desde el per¨ªmetro -el Olimpia hac¨ªa gala de una excelente circulaci¨®n del bal¨®n-. La quebraba Ozbot cuando se zafaba bajo el aro azulgrana. Por si eso fuera poco, los jugadores del Bar?a descuidaban los rechaces que escup¨ªa su aro y se empe?aban en conceder a¨²n m¨¢s ventaja perdiendo los balones m¨¢s tontos.

La llamada de atenci¨®n de Montes, sin embargo, surti¨® el efecto deseado: el Bar?a recompuso su defensa y, de la mano de un inspirado Bodiroga -anot¨® seis puntos consecutivos-, logr¨® cerrar la brecha abierta por los eslovenos y poner el broche al cuarto por delante (13-15).

M¨¢s asentados los dos equipos en la cancha, el segundo cuarto pareci¨® un juego de tanteo: ora comandaba el Bar?a, ora se adelantaban los eslovenos, mucho m¨¢s acertados desde el per¨ªmetro que los azulgranas que, a punto de cumplirse los 20 minutos de encuentro, s¨®lo se hab¨ªan intentado un triple.

El equipo de Montes buscaba sacar petr¨®leo del contrataque, de la velocidad, toda vez que Bodiroga hab¨ªa perdido protagonismo en el juego ofensivo. Y el Olimpia, sin grandes noticias de Boisa, la nueva estrella de los eslovenos, el jugador que en estos inicios de temporada hab¨ªa maravillado con sus actuaciones estelares, encontr¨® en Bazdaric y Ozbolt el mejor castigo para Fucka y Due?as, muy lentos en sus reacciones. Al descanso, el marcador resum¨ªa la igualdad: 41-40.

Con todo por decidir, el Bar?a sali¨® dispuesto a sentenciar el encuentro en el tercer cuarto. Por unos minutos, lo pareci¨®. M¨¢s acertados en el tiro de media y larga distancia, r¨¢pidos en sus transiciones, los azulgranas le inflingieron al Olimpia un parcial de 1-9 para, instantes despu¨¦s, alcanzar una buena ventaja: 45- 53. Fue entonces cuando Bazdaric decidi¨® que no le pondr¨ªan las cosas tan f¨¢ciles al Bar?a. Busc¨® la l¨ªnea de tres y, en un periquete, el Olimpia le devolvi¨® la bofetada al Bar?a (11-0) para dejar todo como al inicio del periodo.

Montes abronc¨® a los suyos, redibuj¨® la pizarra y puso a Due?as y a Fucka a trabajar. Fue la clave. Los dos gigantes azulgrana lograron agujerear la zona eslovena, sin que el Olimpia encontrara el modo de contrarrestar su superioridad. Con el camino desjado, Drejer y Navarro se sumaron a la fiesta para asegurar un final de lo m¨¢s pl¨¢cido.