Nueva etapa en Oriente Pr¨®ximo

"Nuestro presidente, nuestro l¨ªder, el abanderado de nuestro futuro, nuestro hermano ha muerto". Con estas palabras, un portavoz de la Autoridad Nacional Palestina anunciaba ayer desde el cuartel general de la Mukata el fallecimiento del presidente Yasir Arafat a los 75 a?os de edad. Su muerte, provocada por causas no desveladas, acaeci¨® de madrugada en el hospital de Par¨ªs donde se encontraba internado desde hac¨ªa 13 d¨ªas. El vac¨ªo de poder provocado por la muerte del hombre que gobernaba sobre casi cuatro millones de palestinos, fue ayer mismo ocupado por sus allegados. Su fin abre una nueva oportunidad para reabrir el proceso de paz y convertirse, seg¨²n Israel, en un punto de inflexi¨®n en Oriente Pr¨®ximo.

Rouhi Fat¨² qued¨® investido presidente interino mientras se organizan elecciones

Sharon declar¨® que la muerte de Arafat puede marcar una inflexi¨®n en Oriente Pr¨®ximo

La ¨²nica inc¨®gnita que queda por desvelar es qui¨¦n asumir¨¢ el liderazgo militar

En Israel, la muerte de Arafat fue acogida con aparente serenidad, muy diferente de las muestras de alegr¨ªa escandalosa que mostraron algunos exaltados, especialmente colonos, hace dos semanas, cuando el l¨ªder fue trasladado urgentemente a un hospital de Par¨ªs. Los comentarios de la gente de la calle eran cautelosos, tanto como la de sus dirigentes.

El primer ministro, Ariel Sharon, afirm¨® que el fallecimiento de su rival palestino "puede marcar un punto de inflexi¨®n hist¨®rico para Oriente Pr¨®ximo". Tambi¨¦n record¨® su voluntad de encontrar un acuerdo sobre la base de la Hoja de Ruta. "Esperamos que la nueva direcci¨®n palestina que le va a suceder comprenda que el progreso en las relaciones con Israel y en la soluci¨®n de los problemas depende ante todo de la guerra contra el terrorismo que deben llevar a cabo", a?adi¨®.

En Palestina, el m¨¢s destacado de los allegados de Arafat, Rouhi Fat¨², fue investido presidente interino por 60 d¨ªas mientras se preparan las elecciones presidenciales. Contra todo vaticinio, los palestinos han iniciado una transici¨®n en calma y sin sobresaltos.

El anuncio de la muerte del presidente Arafat fue efectuado por el secretario general de la Autoridad Nacional Palestina, Tayeb Abdelrahim, en una enorme sala semidesierta, en ocasiones utilizada como Parlamento o mezquita, ante un reducido auditorio compuesto por una decena escasa de periodistas. La hora intempestiva del fallecimiento -3.30 de la madrugada- hab¨ªa cogido desprevenidos a los millares de periodistas que se han venido congregando estos d¨ªas en Ramala, pero tambi¨¦n a la poblaci¨®n palestina, que, como es usual en estos d¨ªas del mes sagrado del Ramad¨¢n, se hab¨ªa ido a dormir muy tarde, al alba, tras efectuar la ¨²ltima comida de la noche.

El mensaje del funcionario de la Mukata fue difundi¨¦ndose con languidez, en una ciudad somnolienta, lo que permiti¨® a los empleados de la limpieza acabar de barrer con tranquilidad la plaza de la Manara, el centro neur¨¢lgico de Ramala; a los verduleros del mercado, abrir sus puestos; a los j¨®venes, sacar a la venta los peri¨®dicos, y a los ni?os, salir hacia la escuela en un viaje con un retorno inesperado hacia casa.

S¨®lo mucho m¨¢s tarde la maquinaria oficial empez¨® a difundir las primeras consignas, estableciendo un r¨ªgido duelo en la capital de Cisjordania. Todos los establecimientos, instituciones y locales han quedado clausurados durante tres d¨ªas, se han ordenado rezos en todas las mezquitas, al tiempo que se improvisaban manifestaciones en el transcurso de las cuales se quemaban neum¨¢ticos de coches, se agitaban banderas palestinas o carteles con el rostro de Arafat. El duelo, como es habitual en el mundo ¨¢rabe, durar¨¢ 40 d¨ªas.

Grupos de muchachos, llevando anudado al cuello o en la cabeza la kuf¨ªa, el pa?uelo a cuadros palestino, blanco y negro, del partido gubernamental Al Fatah cruzaron de una punta a otra las calles de Ramala, mientras no cesaban de vitorear al l¨ªder fallecido, acusaban a Israel de su muerte y clamaban una y otra vez venganza.

Miles de ejemplares de ediciones especiales de los peri¨®dicos en ¨¢rabe fueron distribuidos por las calles, junto con carteles del rostro del presidente en los que se pod¨ªa leer una frase que se ha repetido de manera machacona estos d¨ªas: "Contigo hasta la muerte". Nunca Ramala hab¨ªa demostrado tanto amor por su presidente.

La muerte de Arafat no cogi¨®, sin embargo, desprevenidos a los l¨ªderes palestinos que en los ¨²ltimos d¨ªas, amparados por una larga agon¨ªa del presidente, han estado negociando un proceso de transici¨®n. El interregno se inici¨® ayer a las doce del mediod¨ªa, cuando el presidente del Parlamento, Rouhi Fat¨², de 55 a?os, qued¨® investido presidente interino por un periodo de 60 d¨ªas, mientras se organizan elecciones presidenciales.

La ceremonia de investidura del presidente provisional se celebr¨® en la sede de la C¨¢mara del barrio de Al Bireh, intercomunicada con la de Gaza, con video-conferencia, donde se congregaban una decena escasa de diputados que los israel¨ªes no hab¨ªan dejado viajar a Cisjordania alegando razones de seguridad.

En el hemiciclo hab¨ªa tambi¨¦n otras dos ausencias, las de los diputados de Al Fatah Maruan Barguti, de Ramala, y Husam Jader, de Nabl¨²s, encarcelados durante la Intifada. El acto de juramento dur¨® exactamente 13 minutos, un r¨¦cord en la tradicional parsimonia del mundo ¨¢rabe.

"Arafat ha muerto en la lucha por la libertad de los palestinos y por sus derechos. Yo me comprometo a continuar con el proceso de paz, en busca de una soluci¨®n justa", asegur¨® en un peque?o discurso el nuevo presidente, para confirmar a continuaci¨®n su disposici¨®n a convocar las elecciones presidenciales en 60 d¨ªas.

Con este compromiso se desvanec¨ªan las intenciones de algunos sectores involucionistas, atrincherados en la vieja guardia, que propugnaban que se impulsara una enmienda constitucional de urgencia en el Parlamento, con la que se aplazaran las elecciones, se nombrara un Gobierno provisional con Mahmud Abbas a la cabeza y se entrara en un periodo de transici¨®n que hubiera podido durar de seis meses a un a?o.

El nuevo presidente es, para la calle palestina, un hombre desconocido y sin carisma, pero sobre todo sin kuf¨ªa, aseguraban muchos observadores y una buena parte del p¨²blico que sigui¨® ayer el acto de juramento por televisi¨®n; Rouhi Fat¨² se olvid¨® de lucir o no quiso ponerse ayer sobre la cabeza el pa?uelo palestino, que durante cerca de 40 a?os ha llevado constantemente Yasir Arafat y que se ha convertido en un s¨ªmbolo de la lucha palestina.

Horas antes de que Fat¨² fuera nombrado presidente interino de Palestina, se fragmentaban y distribu¨ªan entre otros l¨ªderes los otros poderes que Arafat ha venido acumulando durante casi 40 a?os: el control de Al Fatah y de la OLP.

As¨ª, la direcci¨®n del partido hegem¨®nico Al Fatah pas¨® ayer casi autom¨¢ticamente a manos del responsable de su direcci¨®n pol¨ªtica, Faruk Kadumi, quien se encuentra exiliado en T¨²nez, y Mahmud Abbas era nombrado presidente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina.

La ¨²nica inc¨®gnita que queda por desvelar es qui¨¦n asumir¨¢ el liderazgo militar, que hasta ahora desempe?aba el presidente Arafat y que le permit¨ªa no s¨®lo mandar todas las tropas, sino adem¨¢s presidir el Comit¨¦ Nacional de Seguridad, la c¨²pula donde coinciden todas las fuerzas de la polic¨ªa y las agencias de inteligencia. Desde un punto de vista estrictamente legal, este puesto deber¨ªa ejercerlo el nuevo presidente, Fat¨², pero en los asuntos palestinos de car¨¢cter militar muchas veces las reglas tienen escasa importancia.

Este reparto de poderes entre los cuatro nombres -Fat¨², Abbas, Qurei y Kadumi-, que qued¨® instaurado ayer pac¨ªficamente y sin traumas, tiene una cierta apariencia de provisionalidad, seg¨²n se asegura en c¨ªrculos pol¨ªticos de Ramala. Los pron¨®sticos aventuran que el actual presidente de la OLP se convertir¨¢, con el respaldo de las urnas y el paso del tiempo, en el futuro jefe del Estado. Al control de la OLP sumar¨¢ el de la presidencia, para seguramente acabar con el mando de Al Fatah y dejar s¨®lo en manos de su amigo Ahmed Qurei la jefatura del Gobierno. Ser¨¢ la repetici¨®n del esquema del poder detentado por Arafat, aunque sin su carisma, popularidad y proyecci¨®n internacional.

En Israel, Ariel Sharon volvi¨® a defender su plan de retirada unilateral de Gaza y lo vincul¨® con la promesa que le habr¨ªa hecho el presidente Bush de que, en contrapartida, Israel podr¨ªa quedarse con algunos asentamientos en Cisjordania. "Este plan permitir¨¢ a Israel...proteger sus intereses vitales y preservar importantes asentamientos", dijo el primer ministro.

"Comprendo el dolor que siente el pueblo palestino", asegur¨® de manera lac¨®nica el l¨ªder laborista israel¨ª, Sim¨®n Peres, en una conversaci¨®n telef¨®nica con Qurei, tratando as¨ª de desmarcarse de anteriores declaraciones en las que critic¨® a Arafat por tomar el camino del terrorismo con la declaraci¨®n de la Intifada, hace cuatro a?os.

"Arafat mostr¨® coraje al reconocer el Estado de Israel y al comprometerse en un mapa que pudo haber servido como base para la paz", afirm¨® Peres a Reuters. "Pero cada vez que recurri¨® al terrorismo, se equivoc¨®", a?adi¨®.

Peres elogi¨® al primer ministro palestino, Ahmed Qurei, y al nuevo presidente de la OLP, Mahmud Abbas: "Son muy serios y estoy convencido de que realmente quieren la paz". Pese a ello, augur¨® que "las negociaciones ser¨¢n dif¨ªciles".

La comunidad ¨¢rabe israel¨ª -un 20% de la poblaci¨®n- y el sector pacifista del pa¨ªs se desmarcaban de las declaraciones oficiales.