Un incidente
Palestina es s¨®lo un fragmento de una parte mayor que, a su vez, se ha convertido en el problema mundial. La idea realmente terrible fue una m¨ªstica hebrea sincera, la de regresar a Jerusal¨¦n despu¨¦s de dos mil a?os, pero los ingleses y los americanos, tras haber despojado a Europa del Imperio Colonial, aprovecharon esa idea: convertir la m¨ªstica, la fe, la desesperaci¨®n de los jud¨ªos y montar con ello un estado militar occidental, una cabeza de puente en el Oriente ¨¢rabe que so?aba con construir una gran naci¨®n unida. Primero fue Nasser, luego los intentos de rep¨²blica ¨¢rabe, con Egipto, Siria y L¨ªbano, y un Occidente o Magreb, con Marruecos, Argelia, T¨²nez y Libia, que por ese extremo libio ten¨ªa frontera con Egipto. Amenazaba los reinos y emiratos que controlaban el petr¨®leo, ocupaba la puerta que es el canal de Suez y pod¨ªa controlar ?frica, que en ese momento trataba de unirse, en torno a otro jefe carism¨¢tico, Lumumba, convenientemente asesinado. Lo que ha pasado desde entonces es un progreso formidable de la ambici¨®n occidental: Palestina est¨¢ con vida artificial; L¨ªbano, destrozado; Afganist¨¢n, muerto; Irak es escena de la mayor batalla de la zona.
Occidente ha dado su ideolog¨ªa a toda esta acci¨®n: son ellos los terroristas, los agresores. Son ellos, y ?frica y Asia, los que quieren vendernos lo suyo a otro precio -el petr¨®leo- y recuperar la comida. El mundo del hambre quiere comer: son muchos m¨¢s que nosotros. Millones vienen a Europa para comer, trabajando en condiciones indignas y con amenaza de expulsi¨®n. Otros quieren forzarnos: el atentado de Nueva York, el de Madrid, la pizca de Holanda ahora, mantienen la cl¨¢sica idea de que la guerrilla puede ganar (Vietnam; o Espa?a con Napole¨®n). La Uni¨®n Sovi¨¦tica fue una esfera de atracci¨®n, pero cay¨® antes y hoy es otra dictadura m¨¢s de corte fascista. No hay, pues, enemigos. Eso est¨¢ pasando. Con sus variaciones. Israel ha respondido a su valor estrat¨¦gico. Afganist¨¢n ha ca¨ªdo, despu¨¦s de haberse destruido la Yugoslavia de los eslavos del sur. Irak est¨¢ ahora en las primeras p¨¢ginas: est¨¢ deteniendo lo que hubiera podido ser un ataque a Ir¨¢n, a Siria. En todo esto, la muerte de Arafat es un peque?o incidente. Un hombre con gran inter¨¦s, un jefe carism¨¢tico: period¨ªstico, literario. No da m¨¢s de s¨ª.
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