El bosque enhiesto

Beverly Pepper (Nueva York, 1922) es conocida principalmente en Espa?a por la creaci¨®n del parque escult¨®rico Sol i ombra, 32.500 metros cuadrados de terreno art¨ªsticamente intervenido junto a la estaci¨®n del Norte de Barcelona. Una actuaci¨®n urbana espectacular, articulada en torno a un gigantesco monte/ola de cer¨¢mica, que llev¨® a cabo entre 1987 y 1992. Ahora llega a nuestro pa¨ªs, al espacio expositivo del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, la primera retrospectiva de la escultora que se lleva a cabo en Espa?a. Una oportunidad para disponer de una perspectiva m¨¢s general sobre su trayectoria, en la que, si bien la integraci¨®n po¨¦tica de sus obras en el paisaje es su esencial se?a de identidad, no faltan las esculturas que podemos llamar de taller. Objetos art¨ªsticos per se, independientes de su ubicaci¨®n espacial transformadora.

Comisariada por Maria Lluisa Borr¨¤s, la muestra se articula en torno a dos recorridos. El primero lo componen los paneles, grandes fotograf¨ªas, bocetos, dibujos y maquetas realizados con motivo de tres de sus mayores intervenciones paisaj¨ªsticas: la citada, y gaudiniana, de Barcelona; Paling¨¦nesis, inmensa pared curvada de hierro que recrea la idea de que cada elemento engendra al siguiente, en un bosque de las inmediaciones de Z¨²rich; y el teatro Celle, en su amada Toscana italiana, en el que sobresale la verticalidad sagrada y tot¨¦mica de sus centinelas de acero.

El segundo recorrido son piezas individuales. Un enhiesto bosque animado con esculturas de entre 1978 y 2003. El de la c¨²spide de su madurez. La artista define su producci¨®n como "una religiosidad con min¨²scula". Precisamente, en las obras ¨²ltimas reaparece uno de sus motivos principales, el tri¨¢ngulo, con el que condensa dualidades tan caras a la escultura abstracta del siglo XX, lo lleno y lo vac¨ªo, lo sagrado y lo terrenal, divinidad y sexo, trascendencia y humanismo. En este tramo de la muestra se impone pasear entre las piezas. En bronce, hierro forjado, acero, piedra o m¨¢rmol, en su mayor¨ªa son obras de rotundidad expresiva, austeras como limas con las que pulir el desorden del mundo, o rugosas como demostraci¨®n de que el tiempo impone su aplastante escala a cualquier intento humano por ense?orearse de la naturaleza.

Beverly Pepper cuenta con obra en el Centro Georges Pompidou de Par¨ªs, en el Metropolitan Museum de Nueva York, en el Albertina Museum de Viena y en destacados espacios de Boston, Florencia, Sidney y Tokio. Ya era hora de sintonizar el reloj geol¨®gico de su obra tambi¨¦n en Espa?a.