La paz del cementerio

Hubo ayer muchos llantos, tensiones, forcejeos y disparos al aire en el multitudinario y ca¨®tico entierro de Arafat en la Mukata de Ramala, pero al menos rein¨® una cierta paz. No es seguro que sea el preludio a la esperanza, aunque ayer Bush se comprometiera a "emplear el capital de Estados Unidos en sus pr¨®ximos cuatro a?os en crear un Estado palestino" democr¨¢tico. El presidente reelecto parece sentirse afectado por una responsabilidad especial que cumplir. Pero no ha corregido todav¨ªa su inhibici¨®n anterior ni su frase de apoyo a Sharon para que Israel retenga, en contra de las resoluciones de Naciones Unidas, parte de los asentamientos en los territorios ocupados.

El entierro del rais ha puesto de manifiesto algunas de las anomal¨ªas de la situaci¨®n: un fr¨ªo funeral en El Cairo para que pudieran ir todos los l¨ªderes ¨¢rabes que quisieran, la representaci¨®n s¨®lo ministerial de la UE, y el bajo nivel de la de Estados Unidos, adem¨¢s de la tumba en Ramala porque Israel no ha autorizado que se le diera sepultura en la Explanada de las Mezquitas de Jerusal¨¦n, flanqueada por el Muro de las Lamentaciones y asentada, seg¨²n el mito jud¨ªo, sobre las ruinas del Templo. Las gentes mueren; pero en este conflicto las piedras permanecen, llenas de historia y memoria. Y la Mukata es una nueva referencia en esta situaci¨®n cambiante. Al decidir quedarse en Ramala hasta hoy, el alto representante de la UE, Javier Solana, ha querido hacer un gesto de proximidad hacia los palestinos y dejar una indicaci¨®n del apoyo europeo a la paz.

Ayer fue d¨ªa de tregua no s¨®lo entre Israel y los palestinos, sino tambi¨¦n entre las distintas facciones palestinas, unidas ante una sucesi¨®n a cargo de los m¨¢s fieles lugartenientes de Arafat. Pero falta que el nuevo liderazgo se legitime en las urnas y demuestre su pragmatismo. Blair y Bush apuestan por estas elecciones, pero s¨®lo se comprometer¨¢n a fondo en un nuevo proceso de paz tras los comicios si sale un nuevo presidente con un programa de reformas para luchar contra el terrorismo y la corrupci¨®n. Luego se activar¨ªa la Hoja de Ruta y s¨®lo posteriormente se avanzar¨ªa hacia esa soluci¨®n definitiva para dos Estados.

La intervenci¨®n de la comunidad internacional es crucial, y requiere un acuerdo b¨¢sico entre Estados Unidos y los europeos, a los que deber¨ªan unirse, en el famoso Cuarteto, la ONU y Rusia. Bush se ha movido, pero no tanto como pretend¨ªa Blair para hacerse perdonar ante muchos de sus propios seguidores por su participaci¨®n en la guerra de Irak. Para encauzar de nuevo el conflicto palestino-israel¨ª hacia un proceso de paz es esencial que EE UU y Europa trabajen de forma coordinada, y para ello es del todo imprescindible recomponer la relaci¨®n transatl¨¢ntica, a la que Bush vuelve a prestar atenci¨®n.