El vicepresidente Cheney pasa tres horas hospitalizado por un ahogo
Dick Cheney, vicepresidente de EE UU, ingres¨® ayer en el hospital Universitario George Washington para someterse a pruebas m¨¦dicas tras haber sufrido un ahogo, comunic¨® ayer la Casa Blanca. Tras ser sometido a pruebas durante tres horas fue dado de alta. "Me siento bien", dijo a los periodistas tras abandonar el centro m¨¦dico de la capital. Su cardi¨®logo, Jonathan Reiner, se?al¨® que los problemas respiratorios no se debieron al coraz¨®n" sino a una "infecci¨®n respiratoria".
Cheney, de 63 a?os, ha sufrido cuatro ataques al coraz¨®n, se someti¨® a un cu¨¢druple bypass hace 16 a?os y le fue implantado un marcapasos en 2001. Un portavoz de la Casa Blanca explic¨® que las pruebas hab¨ªan sido recomendadas por los m¨¦dicos que le atendieron en su residencia "despu¨¦s de haber experimentado falta de aliento y de haber tenido un fuerte resfriado, que podr¨ªa ser la causa de esa falta de aliento".
Cheney, que se resfri¨® despu¨¦s de haber estado cazando en d¨ªas pasados, mantuvo un ritmo de trabajo normal en la campa?a electoral. En la ¨²ltima revisi¨®n, en mayo, los m¨¦dicos dijeron que su marcapasos, dise?ado para activarse autom¨¢ticamente en caso de necesidad, funcionaba bien y que nunca se ha activado.
La preocupaci¨®n por la salud de Cheney adquiere una relevancia especial. No ha habido en tiempos modernos un vicepresidente con tanto poder como ¨¦l y con tanta capacidad de influir en el Despacho Oval.
Cheney, que se resfri¨® despu¨¦s de haber estado cazando en d¨ªas pasados, mantuvo un ritmo de trabajo normal en la campa?a electoral. En la ¨²ltima revisi¨®n de coraz¨®n, en mayo, los m¨¦dicos dijeron que su marcapasos, dise?ado para activarse autom¨¢ticamente en caso de necesidad, funcionaba bien y que nunca se ha activado desde que se implant¨®. El doctor Jonathan Reiner, cardi¨®logo de Cheney, estaba ayer con ¨¦l. El portavoz de la Casa Blanca dijo que se hab¨ªan tomado todas las medidas de precauci¨®n, "como ocurrir¨ªa con cualquiera que tuviera ese historial".
La preocupaci¨®n por la salud de Cheney adquiere una relevancia especial. No ha habido en tiempos modernos un vicepresidente con tanto poder como ¨¦l y con tanta capacidad de influir en el Despacho Oval.
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