"?ste es nuestro Erasmus particular"
Xabi Alonso, Luis Garc¨ªa, Josemi y N¨²?ez viven con entusiasmo su experiencia inglesa
Antonio N¨²?ez, ex jugador del Madrid, baj¨® un d¨ªa al bar de su hotel, en Hope Street, y se encontr¨® con Yoko Ono. La semana pasada se paseaba por los embarcaderos centenarios del Albert Dock, en el viejo puerto de Liverpool, y justamente en el edificio donde pegaba m¨¢s el viento, directamente mirando al mar irland¨¦s, se ve¨ªa una luz en una ventana con una silueta recortada. "?se es Xabi", dijo N¨²?ez; "ah¨ª vive".
Xabi Alonso reside en el sitio m¨¢s expuesto al fr¨ªo de toda la ciudad. Le gusta Inglaterra y busca el extremo. La nostalgia por San Sebasti¨¢n la reserva para pocas cosas: "A veces echo de menos un buen rodaballo, una buena lubina... ?pero he encontrado un sitio donde hay el bonito Ortiz este!". Xabi vive con su novia, ha trasladado su expediente de Ciencias Empresariales al Reino Unido -"¨¦ste es mi Erasmus particular", asegura- y juega feliz. En Anfield es un ¨ªdolo consolidado.
La aceptaci¨®n no fue inmediata: "La gente esperaba que nosotros hici¨¦semos camarilla"
"Gerrard lleva dos meses lesionados y estoy convencido de que somos complementarios", dice Alonso; "¨¦l tiene mucho recorrido, mucha llegada, y un tiro impresionante. Yo soy m¨¢s de aguantar la posesi¨®n del bal¨®n, de dar apoyos, de tocar m¨¢s en corto y en largo y de meterme menos en el ¨¢rea. En el f¨²tbol directo que se llevaba antes en Inglaterra, de m¨¢s bal¨®n largo, el medio centro no ten¨ªa esa funci¨®n de enlace. Pero, poco a poco, veo ese tipo de jugadores. En el Liverpool siempre se ha jugado de una manera m¨¢s continental. A m¨ª me han hablado de medios centro como Jan Molby, Kenny Dalglish o Graeme Souness, que han sido referencias. Ahora est¨¢ Gerrard, que es la referencia del Liverpool en la selecci¨®n inglesa". "Ves que en Anfield", sostiene Alonso; "a la m¨ªnima que des tres pases bien dados, la gente se emociona. Durante a?os deben de haber mamado un f¨²tbol de buen toque".
Junto a Josemi, N¨²?ez y Alonso, el cuarto espa?ol del Liverpool es el polifac¨¦tico Luis Garc¨ªa. El ex atl¨¦tico y ex barcelonista se siente emocionado como un ni?o en Disneylandia. Su casa suele ser el punto de reuni¨®n de los jugadores espa?oles del club ingl¨¦s. Un lugar donde suele o¨ªrse buena m¨²sica y el televisor siempre se enciende para ver los partidos m¨¢s importantes.
"Aqu¨ª impresionan todos los campos", dice Garc¨ªa; "pero en Anfield hay una sensaci¨®n especial. Yo siempre meto presi¨®n en el vestuario para salir a escuchar el Nunca caminar¨¢s solo. En el minuto de silencio que hicieron para honrar a Emlyn Hughes
[ex capit¨¢n, fallecido el mi¨¦rcoles pasado] hab¨ªa que ver aquello. Silencio total. Se o¨ªan las gotas de lluvia".
"Dentro del campo", aprecia; "las reglas son diferentes. Yo no sab¨ªa que, si das una patada a un rival y te sacan tarjeta, el jugador se puede quedar dentro del campo para que lo atiendan. Y la plancha no es falta como en Espa?a... Cuando hay una falta, me entra la desesperaci¨®n. Si haces falta, el ¨¢rbitro pita, se para el partido y t¨² te alejas, pero ¨¦l te llama. Yo dec¨ªa: 'Vale, ok, ok'. Pero el ¨¢rbitro, no. Me llamaba: 'Mira', te dice; 'has hecho una falta. Ha sido fuerte. Tranquil¨ªzate. Tranquil¨ªzate porque, si no, a la siguiente te voy a sacar tarjeta. ?Est¨¢ bien?'. Y si te saca tarjeta se pierde media hora m¨¢s. Recuerdo que a Josemi le sacaron tarjeta y Josemi se iba. 'No; ven, ven', le dec¨ªa el ¨¢rbitro. Y Josemi: 'Ok, ok'. Hasta que Hamann lo llev¨® hasta un metro del ¨¢rbitro y all¨ª, a solas y apartando a todos los dem¨¢s, el ¨¢rbitro le mostr¨® la amarilla".
La aceptaci¨®n de los espa?oles no fue inmediata. De entrada, los ingleses, como Carragher o Gerrard, les miraban con suspicacia. "La gente esperaba que nosotros hici¨¦semos un poco de camarilla dentro del vestuario", dice Garc¨ªa; "pero como hemos llegado esparcidos, como uno se va con unos, el otro bromea con los otros...".
"Al principio", comenta; "el equipo hac¨ªa una serie de cosas que al m¨ªster no le gustaban. Me acuerdo de que en el primer partido que vi, cuando apretaban a nuestra defensa, en vez de pegarle una hostia para arriba, tiraban la pelota fuera. Rafa Ben¨ªtez ha intentado poner la pausa, pero el ambiente a veces te tira para arriba. A ¨¦l le gustan las defensas supers¨®lidas, como la que ten¨ªa el Valencia, por la que era muy dif¨ªcil entrar. Y luego, que el resto puedan salir r¨¢pidos a la contra. Aqu¨ª hay much¨ªsimas contras. Como los equipos van de un lado a otro, en los c¨®rners, las faltas y los saques de banda puedes crear una".
Garc¨ªa se r¨ªe: "Me acuerdo de mi primer partido. Hice demasiadas tonter¨ªas. Quise ense?ar cosas y me columpi¨¦. Intent¨¦ hacer regates imposibles y no me sali¨® casi ninguno. Pero la gente quiere ver cosas diferentes. ?Lo aplaud¨ªan todo! Yo pens¨¦: 'En Espa?a hago dos de ¨¦sas y a la tercera me est¨¢n silbando'. Aqu¨ª te dan confianza para probar cosas. Y yo no es que tenga una t¨¦cnica rara, sino que invento demasiado. El m¨ªster a veces me dice: '?Monstruo! ?Que no somos Oliver y Benji!'.
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