Condoleezza Rice y el embajador ante la ONU, posibles sustitutos de Powell

El secretario de Estado, Colin Powell, mucho m¨¢s popular fuera que dentro de Estados Unidos, no seguir¨¢ en el Gobierno del presidente George W. Bush y "volver¨¢ a la vida privada", dijo ayer, al tiempo que afirmaba que desde el principio de su incorporaci¨®n contaba con estar un solo mandato en el Gabinete. La consejera de Seguridad, Condoleezza Rice, se perfilaba anoche como la favorita para dirigir la diplomacia de Estados Unidos, seg¨²n informaciones de varios medios, que citaban fuentes de la Casa Blanca. El secretario de Estado seguir¨¢ dos meses m¨¢s en su puesto.

Powell present¨® su dimisi¨®n por escrito al presidente el viernes, tres d¨ªas despu¨¦s de haberse entrevistado con ¨¦l en privado. Bush vio al secretario de Defensa el lunes pasado, y Donald Rumsfeld sugiri¨® ese mismo d¨ªa que todav¨ªa ten¨ªa trabajo por delante en el Pent¨¢gono. Este movimiento y las reacciones de los observadores, que anticipaban la salida de Powell, pero que entienden que ha sido apresurada teniendo en cuenta la nueva situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo, permiten deducir que el secretario de Estado no cuenta con respaldo como para seguir y que ha tirado la toalla.

Para suavizar esta impresi¨®n, Powell asegur¨® ayer que en sus encuentros con Bush, y "especialmente en el ¨²ltimo a?o", hab¨ªan hablado sobre su futuro: "Siempre le repet¨ª que iba a estar s¨®lo los primeros cuatro a?os" y, tras las elecciones, "consideramos que era el momento apropiado".

Lo m¨¢s que el discreto Powell lleg¨® a sugerir es que no ha habido mucho debate entre ¨¦l y Bush sobre su continuaci¨®n. "Hab¨ªamos llegado a un acuerdo mutuo y ninguno ten¨ªamos que hacer ofertas o contraofertas ni nada semejante".

Powell declar¨® hace una semana al Financial Times que Bush "mantendr¨¢ una pol¨ªtica exterior agresiva, en el sentido de afrontar los desaf¨ªos", y aunque "esta pol¨ªtica sea multilateral en esencia", EE UU actuar¨¢ en solitario cuando lo crea necesario. "El presidente no va a retroceder". La pol¨ªtica exterior "ser¨¢ una prolongaci¨®n de sus principios, sus pol¨ªticas y sus creencias".

Aunque ayer Powell no lleg¨® a confirmar que se ver¨¢ la pr¨®xima semana con los responsables palestinos, como su responsable de Exteriores, Nabil Shaat, s¨ª reiter¨® que sigue siendo secretario de Estado, con una apretada agenda que empieza ma?ana en Chile con la cumbre de la organizaci¨®n Asia-Pac¨ªfico, sigue en El Cairo la pr¨®xima semana con la reuni¨®n internacional sobre Irak y se extiende en Europa durante la primera quincena de diciembre con los encuentros de la OTAN y la UE.

En este perspectiva, y afirmando que ¨¦l ser¨¢ "capaz de ser bastante eficaz" mientras siga en el puesto", Powell traz¨® as¨ª el panorama de la pol¨ªtica exterior estadounidense: "Tenemos que mantener la guerra global contra el terrorismo, consolidar los significativos avances que ha habido en Afganist¨¢n y garantizar que derrotamos a los insurgentes en Irak. Creo que hay una gran oportunidad en Oriente Pr¨®ximo, tal como acaba de decir el presidente Bush (...) despu¨¦s de la muerte de Arafat".

Powell, al que extra?ar¨¢n los Gobiernos europeos m¨¢s cr¨ªticos con la Administraci¨®n estadounidense, afirm¨® que Bush "tiene un activo programa de trabajo con nuestros aliados en todo el mundo. Tuvimos algunas dificultades con algunos pa¨ªses europeos el a?o pasado sobre Irak, pero las estamos superando". Fiel hasta el final a su jefe, Powell destac¨® la esperanzadora negociaci¨®n con Ir¨¢n para disuadir al r¨¦gimen de que desarrolle armas nucleares y dijo que Estados Unidos tiene unas excelentes relaciones con Rusia, China, India y Pakist¨¢n, "todo como resultado de los esfuerzos de los ¨²ltimos cuatro a?os bajo el liderazgo del presidente Bush".

Powell tiene m¨¢s fracasos que ¨¦xitos en su mandato. Siempre en minor¨ªa dentro del Gabinete, no supo frenar -a pesar de las dudas que, a posteriori, reconoci¨® tener- la construcci¨®n de los argumentos que desembocaron en la guerra de Irak. Despu¨¦s de jugarse su reputaci¨®n -su imagen en el Consejo de Seguridad de la ONU, el 5 de febrero de 2003, sosteniendo un tubo de cristal en sus manos para simbolizar la amenaza de las armas biol¨®gicas, qu¨ªmicas y nucleares supuestamente activas en los arsenales de Sadam Husein, es imborrable- tampoco fue capaz de construir una verdadera coalici¨®n internacional de apoyo a la guerra; ni sus compa?eros de Gabinete ni varios de sus colegas europeos le ayudaron en el intento.