Del flamenco vivido
Una reflexi¨®n sobre el libro 'Escritos flamencos', de Juan Manuel Su¨¢rez Jap¨®n
Seguro que a Juan Manuel Su¨¢rez Jap¨®n, autor del libro Escritos flamencos (C¨¢diz, 2004), no le ha resultado f¨¢cil, aunque s¨ª placentera, la decisi¨®n de agrupar sus m¨¢s de 60 textos sobre el gran arte andaluz, la mayor¨ªa editados en Diario de C¨¢diz a lo largo de estos ¨²ltimos a?os. Pues al hacerlo, el cronista vivencial que fue escribiendo esas p¨¢ginas, casi a pie de fiesta, con el o¨ªdo y la retina a¨²n vibrantes, seguro que habr¨¢ sentido la tentaci¨®n de dar paso al cr¨ªtico, de ajustar sus claves te¨®ricas sobre un arte tan escurridizo, y tan peligroso, para cualquier tentativa ilustrada.
El hombre comprometido con su tiempo, el catedr¨¢tico de Geograf¨ªa y el ex consejero de Cultura que tambi¨¦n ha sido este coriano de estirpe, no pod¨ªa eludir el compromiso. Y de ah¨ª que se haya casi desnudado en los primeros asaltos del libro, con Una relectura de 'Las confesiones de Antonio Mairena', que tienen m¨¢s de confesi¨®n que de exordio, de manifiesto personal que de erudici¨®n. Nobleza obliga y la sinceridad se agradece.
Se reconoce Su¨¢rez Jap¨®n, desde ese principio, mairenista, y a trav¨¦s de una extensa glosa de los escritos del propio Antonio Mairena reafirma los pilares b¨¢sicos de esa posici¨®n, que no es otra que la hip¨®tesis gitanista, o gitano-andaluza, "en el papel germinal y definitivo que los gitanos andaluces han jugado en la propia g¨¦nesis del cante". Hoy casi nadie discutir¨¢ lo de "definitivo", pero ya no habr¨¢ tantos que compartan lo de "germinal". De m¨¢s sabe el autor que esa teor¨ªa va en retirada, por muy bien arropada que estuviera en sus respectivos momentos por entend¨ªos de tanto fuste como Ricardo Molina, Francisco Vallecillo o Alberto Garc¨ªa Ulecia, en un loable intento por recuperar las primeras formulaciones que de ella hizo nada menos que Dem¨®filo, Antonio Machado y ?lvarez, padre del poeta.
Al creador de El folklore andaluz le rondaron las dudas, que desde luego acabaron sumi¨¦ndolo en el desconcierto, tras las recomendaciones de Hugo Schuchardt para que abandonara la tesis gitanista del flamenco, hasta el punto de escribir en 1887: "Flamenco, cualidad tan dif¨ªcil de definir como f¨¢cil de apreciar". Es la conclusi¨®n a la que llega el ling¨¹ista Jos¨¦ Mond¨¦jar, ya adelantada por la de otro ilustre folclorista, Arcadio Larrea, que se?al¨® c¨®mo "Dem¨®filo se equivoc¨®, al tratar de oponer lo gitano a lo flamenco, y admitir la legitimidad ¨²nica de lo cal¨®, en contra del parecer y criterio de los cantaores".
Coplas de carnaval
Pero es que, si bien se leen las declaraciones de Antonio Mairena, en sus distintas fuentes, se aprecian numerosos indicios de la estrecha cercan¨ªa del flamenco con el folclore andaluz, tan estrecha que es imposible no pensarlas como ramas de un mismo ¨¢rbol. En la trayectoria familiar del propio cantaor hay varios especialistas en romances, que cantaban el de Gerineldo, el de Bernardo del Carpio o el del Conde Ni?o. Y uno de los m¨¢s admirados antecesores de Mairena, Joaqu¨ªn el de la Paula, int¨¦rprete inigualable de las soleares de Alcal¨¢, era el mismo que todos los a?os creaba las coplas de carnaval en su pueblo, a principios del XX. Y en otro pueblo m¨¢s peque?o, como es Mairena de Alcor, la cuna de los Mairena, la pervivencia del folclore era y es extremadamente importante, con hasta dos clases de saetas y viej¨ªsimos cantos de ¨¢nimas transformados en campanilleros.
En otra dimensi¨®n del asunto, y sin dejar de ser gitanista, se aprecian en las manifestaciones del propio Suarez Jap¨®n matices que, en cierto modo, vendr¨ªan a contrarrestar una postura tan marcada en pro del mairenismo. As¨ª cuando, tambi¨¦n desde el principio, se declara igualmente "caracolista", lo que constituye casi una herej¨ªa en ese mundo. Y desde luego cuando, avanzando el libro, se confiesa tambi¨¦n partidario de la refundaci¨®n del flamenco que ha supuesto la aportaci¨®n mancomunada de Paco de Lucia y Camar¨®n. Le pueden ah¨ª sus querencias gaditanas, pues fue en C¨¢diz, y desde el Colegio Universitario de esa ciudad, donde se forj¨® su otra admiraci¨®n incondicional por el flamenco de la Bah¨ªa. Muchas p¨¢ginas de este libro est¨¢n dedicadas a los artistas de esa parte del misterio. Las de Chano Lobato, inolvidables y divertidas. Pero todas, en general, las de gaditanos y no gaditanos, Merc¨¦, Aurora Vargas, Cristina Hoyos, el Pipa, Juanito Villar, Manolo Sanl¨²car, escritas desde el sentir m¨¢s hondo y verdadero. El de alguien que es algo m¨¢s que un buen aficionao, aunque ¨¦l no se quiera m¨¢s que eso. Como dice Juan Jos¨¦ T¨¦llez en el pr¨®logo del libro: "Aficionado mucho m¨¢s largo que muchos artistas". Desde luego que s¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.