Pierde Almer¨ªa
La lucha por el poder pol¨ªtico en el seno del PP de Almer¨ªa ha llegado al paroxismo. Que unos diputados provinciales no voten a favor de los presupuestos de la Diputaci¨®n, tendentes a que la instituci¨®n desarrolle su labor en la provincia con cuantiosas obras y especialmente las p¨²blicas, eso a quien perjudica es a la provincia de Almer¨ªa; que unos diputados provinciales amenacen al presidente de la Diputaci¨®n para que retire su candidatura al congreso provincial del PP o, si no, no votar¨ªan (como han hecho) los presupuestos provinciales, eso perjudica seriamente a nuestra provincia; que unos diputados provinciales diriman las cuestiones pol¨ªticas internas del PP en el seno de la instituci¨®n provincial es mezclar las churras con las merinas y, por supuesto, en perjuicio de los pueblos de Almer¨ªa. Es inaudito que las disensiones internas de un partido se lleven al seno de la Diputaci¨®n y paguen los almerienses por culpa de los que confunden la pol¨ªtica provincial con la pol¨ªtica interna del partido. Posiblemente, los que as¨ª han obrado lo hagan en puro servilismo al inter¨¦s que, de salir, triunfantes, le supondr¨ªa el aseguramiento del pesebre. Esta noticia de los diputados pertenecientes al PP de no votar los presupuestos provinciales ha de tener respuesta y esa respuesta ha de ser de los ciudadanos, de los almerienses, y esa respuesta la han de tener en los pr¨®ximos comicios y se reflejar¨¢ en las urnas, y tendr¨¢ sus efectos dentro de la organizaci¨®n provincial del PP, como lo tuvo en el famoso congreso de Moj¨¢car del a?o 1985, efectos que a¨²n colean y permanecen en la memoria de los afiliados de aquellos tiempos a AP.
Estas disensiones en el seno del PP vienen agrav¨¢ndose poco a poco y tienen su origen en la ciza?a sembrada por determinada persona y por la influencia nefasta que ha ejercido. Estas desavenencias entre correligionarios, en vez de ser atajadas con bondad, con buenas maneras, con diplomacia, escuchando a unos y a otros con los o¨ªdos abiertos y no tapados, se podr¨ªan haber ido limando conforme se iban produciendo, pero no, quien ten¨ªa que haber atajado el mal lo foment¨® y ech¨® le?a al fuego, eso s¨ª, sibilinamente, pero se le vio el plumero (en estos momentos totalmente destapado), por ejemplo, el entonces secretario general del partido a nivel nacional, ministro, vicepresidente del Gobierno, que nombr¨® a dedo al alcalde de Roquetas, como miembro de la Junta Directiva Nacional, pero no nombr¨® al alcalde de El Ejido, municipio tan importante y pr¨®spero como el otro y, adem¨¢s, uno de los pilares del poder pol¨ªtico y en las urnas del PP en la provincia de Almer¨ªa. ?A qu¨¦ viene esa discriminaci¨®n?, ?por qu¨¦ se usan distintas varas de medir?, al primero le halaga y al segundo pretende humillarlo, cosa que no ha conseguido, porque bueno es mi Juan para que me lo humillen. Ahora, en el reciente congreso regional se volvi¨® a discriminar a El Ejido, pomposa y notoriamente, en vez de procurar limar asperezas, armonizar y unificar y hacer lo posible, porque ya se sabe que la pol¨ªtica es "el arte de lo posible". Pero no, tanto el secretario general de Andaluc¨ªa, se?or Zoido, como el presidente regional, y lo es porque perdi¨® unas elecciones generales y dej¨® de ser ministro, vicepresidente y secretario general, dicen que no median, seg¨²n se desprende de la p¨¢gina 3 de El Ideal de Almer¨ªa del d¨ªa 1 de noviembre de 2004, ya que "Zoido justifica que ni ¨¦l ni Arenas hayan pretendido negociar su presencia en Almer¨ªa, porque nadie nos ha indicado que quisieran hablar con nosotros" (mentira). Tanto el uno como el otro no dicen la verdad, y tienen potestades y facultades para mediar entre las partes divergentes, no les tiene que llamar nadie, ya que, al conocer ellos los profundos problemas y desajustes en Almer¨ªa, tendr¨ªan que mediar de oficio. Sepan que gran parte de la militancia y muchos ciudadanos les culpan no s¨®lo de no mediar, sino que tambi¨¦n por no dejar al alcalde de Roquetas negociar con los cr¨ªticos o integradores, o regeneradores, como se les quiera llamar. Si Gabriel hubiera tenido o tuviera las manos libres seguro que, conociendo su talante, su inteligencia y su buen hacer, hubiera llegado a un entendimiento con la otra parte, pero err¨®neamente, mi querido amigo, ha seguido ¨®rdenes y consignas que le han dictado desde Sevilla. Los alcaldes a los que he citado anteriormente y que tan bien lo est¨¢n haciendo en sus respectivos municipios con influencia en toda la comarca, mientras los "pelean", desgraciadamente dejan de pensar en determinados momentos en su gran tarea de mejorar sus respectivas ciudades.
De entre estos dimes y diretes de este drama del PP, cuyas consecuencias las sufrir¨¢ nuestra provincia, he le¨ªdo la opini¨®n de una mujer inteligente, preparada, licenciada en Medicina, alcaldesa de Fuengirola, trabajadora y adem¨¢s guapa, que con muy buen criterio, con sentido com¨²n, ha dicho: Que no es "malo" que en una misma provincia haya distintas aspiraciones dentro del partido y que trabajar¨¢ por "el di¨¢logo, el entendimiento y el consenso". Esto es lo que pensamos muchos, que el haber m¨¢s de una candidatura en un congreso que se desarrolle en buena lid y que todo el partido, una vez celebrado el mismo, deber¨¢ acatar lo acordado y cerrar filas. Esto de las listas ¨²nicas me recuerda a las listas de las dictaduras, y los grandes porcentajes y unanimidades y que los buenos tendr¨¢n pesebre y los malos, desierto.
Manuel Arqueros Orozco es ex senador del PP.
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