La palabra contra la globalizaci¨®n
Entre las condenas que el iracundo Dios del desierto dict¨® para los hombres est¨¢ la de la confusi¨®n de las lenguas. [...] La historia de la civilizaci¨®n ha sido tambi¨¦n la del obstinado esfuerzo de los hombres por superar la condena de aquel mito fundante.
Pero he aqu¨ª que, en otra parte del libro de los libros encontramos, o se nos dice, que en un principio fue el Verbo y el Verbo era Dios, y en ¨¦l est¨¢ la vida, la vida era la luz de los hombres. Desde ese caos primitivo el hombre es hombre porque habla, porque la palabra es el ¨²nico nexo verdadero entre los hombres. Y todo lo que tienda a ensombrecer el habla lo empobrece y deshumaniza. El idioma, las palabras, sirven para salvar las cosas del caos.
Porque la palabra es una elecci¨®n entre la vida y la muerte. [...]
La nivelaci¨®n producida especialmente por los medios de comunicaci¨®n, que proponen a escala planetaria id¨¦nticos modelos, se contrapone a diversidades cada vez m¨¢s salvajes. ?sta es la historia de nuestros d¨ªas. Una de las maneras m¨¢s formidables de resistencia al rasero de la globalizaci¨®n, que nos pretende objeto del discurso monocorde del mercado es la lengua y, sobre todo, la lengua literaria.
Pero no quiero pecar de ingenuo y estoy lejos de sacralizar las palabras por las palabras mismas; porque si bien es cierto que Calder¨®n, Quevedo, Cervantes llevaron el idioma castellano a su mayor nivel de dignidad y excelencia, al servicio de lo mejor del coraz¨®n humano, no es menos cierto que el mal se expresa con palabras, usa la lengua: Hitler surgi¨® de una monta?a de palabras y las palabras, manipuladas por el Dr. Goebbels, evangelizaron sobre lo canallesco y precedieron al Holocausto. [...]
En realidad respecto de la lengua y su uso (o mal uso) se debe aplicar tambi¨¦n el principio del objetivo asignado por Hegel a la filosof¨ªa: asumir su tiempo en el pensamiento, asumirlo en la forma como se expresa el pensamiento, esto es, la lengua.
En estos tiempos en que lo instant¨¢neo parece recusar o poner en rid¨ªculo lo eterno, se nota tambi¨¦n un doble juego de la historia. [...]
En estos tiempos en que se considera que la obtenci¨®n de beneficios es el ¨²nico medio de salvaci¨®n de la humanidad y en que el volumen de ventas es la prioridad absoluta, unas palabras finales que sirvan como homenaje a los pueblos que sufren. Estas palabras se leen en el epitafio del monumento funerario de Hafez Shiraz Fars, maestro suf¨ª del siglo XIV en Ir¨¢n. [...] "Lo importante es lo que al final quedar¨¢ / de esta embriaguez que llevas en tu alma".
Extracto de la intervenci¨®n de H¨¦ctor Tiz¨®n en el Congreso de Rosario.
Babelia
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