Lamari: "Ha llegado mi fin. A m¨ª no me coger¨¢n vivo"
El s¨¦ptimo suicida de Legan¨¦s se despidi¨® por tel¨¦fono de su amigo Sabagh el 27 de marzo
El 27 de marzo, Safwan Sabagh recibi¨® una llamada en su tienda de pollos de la avenida del Puerto de Valencia: "Di a los hermanos que recen por m¨ª. A m¨ª nunca me coger¨¢n vivo, ha llegado mi fin". Al otro lado de la l¨ªnea se hallaba su amigo Allekema Lamari, el argelino que 16 d¨ªas antes hab¨ªa perpetrado los atentados contra varios trenes de cercan¨ªas en Madrid y que siete d¨ªas despu¨¦s se suicid¨® con otros seis terroristas en Legan¨¦s, mientras centenares de polic¨ªas, mandados a pie de calle por Agust¨ªn D¨ªaz de Mera, entonces director general de la Polic¨ªa, lo ten¨ªan rodeado. Lamari cumpl¨ªa su palabra el 3 de abril.
El argelino Lamari y el sirio Sabagh eran amigos de antiguo. Se conocieron en Valencia antes de que Lamari (Argel, 10 de julio de 1965) fuera detenido en dicha ciudad en abril de 1997, en el curso de la Operaci¨®n Apreciate contra la estructura internacional del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA). Al a?o siguiente, cuando el argelino segu¨ªa en prisi¨®n, le pidi¨® a su amigo el pollero que le enviara a la c¨¢rcel de A Lama (Pontevedra) el libro Creencia de Fe.
El argelino no contest¨® a la pregunta de su amigo de si hab¨ªa participado en el 11-M
Lamari le pregunt¨® a Safwan Sabagh c¨®mo estaban los "hermanos" presos
El argelino estuvo en 2003 en Valencia con El Tunecino y el huido Mohamed Afalah
La huella del sirio qued¨® grabada en las p¨¢ginas del libro, de tal modo que cuando el volumen fue localizado entre los escombros del piso de los suicidas de Legan¨¦s, a¨²n segu¨ªa all¨ª. Pero, adem¨¢s, los n¨²meros del tel¨¦fono m¨®vil de Sabagh y del fijo del asador de pollos estaban anotados a mano en un papel encontrado en el interior del veh¨ªculo Skoda Fabia vinculado al 11-M que la polic¨ªa encontr¨® con retraso y que hab¨ªa estado aparcado en las inmediaciones de la estaci¨®n de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), de la que partieron los terroristas que acabaron asesinando a 192 personas (incluido el geo Francisco Javier Torronteras, al que mataron en Legan¨¦s).
Safwan Sabagh fue detenido en agosto pasado para que diera explicaciones sobre por qu¨¦ estaban sus huellas y sus tel¨¦fonos rodeando todo lo que sonara a Allekema Lamari. Y el sirio explic¨® un mont¨®n de cosas al juez Juan del Olmo, que acab¨® dej¨¢ndolo en libertad, aunque con la obligaci¨®n de acudir peri¨®dicamente al juzgado.
El sirio le cont¨® al juez que a finales del a?o pasado, en una fecha que no recordaba con exactitud, se present¨® en su tienda a comprar pollos un tipo que se identific¨® como amigo de Lamari y que dec¨ªa llamarse Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino. No mucho m¨¢s tarde fue el propio Lamari el que se pas¨® por el asador, esta vez acompa?ado de su escudero, Mohamed Afalah, quien huy¨® precipitadamente de Legan¨¦s poco antes del suicidio colectivo del comando terrorista.
En realidad, Lamari no deb¨ªa haber estado ah¨ª, en Valencia, que hab¨ªa sido su zona habitual de trabajo antes de que fuera detenido. Si la justicia hubiera funcionado correctamente, el argelino tendr¨ªa que seguir estando en la c¨¢rcel, ya que fue excarcelado irregularmente en junio de 2002. De hecho, estaba en busca y captura desde el 18 de julio de 2003, ya que la Audiencia Nacional lo buscaba para que siguiera cumpliendo la condena que le quedaba pendiente.
En la visita a la poller¨ªa, Lamari le pregunt¨® por c¨®mo se encontraban "los hermanos" que estaban encarcelados. Se refer¨ªa, entre otros, a su amigo Abdelkrim Benesmail, preso en Villabona (Asturias), a quien Sabagh le hab¨ªa mandado dinero en algunas ocasiones. En su declaraci¨®n ante el juez, Sabagh relat¨® que hab¨ªa recibido una llamada de Lamari el 8 de marzo de este a?o, tres d¨ªas antes de los atentados.
La siguiente llamada fue la del 27 de marzo, ya tras la masacre. El sirio le pregunt¨® a su amigo si hab¨ªa participado en los cr¨ªmenes del 11-M. "No me contest¨®", declar¨® ante el juez, pero el pollero sospech¨®, y mucho m¨¢s cuando, antes de despedirse, Lamari le espet¨®: "Ya nos encontraremos en el cielo. Di a los hermanos que recen por m¨ª. A m¨ª nunca me coger¨¢n vivo, ha llegado mi fin".
Lamari, seg¨²n todas las fuentes consultadas, fue uno de los autores materiales del 11-M, particip¨® en el intento de atentado del 2 de abril contra un tren AVE entre Madrid y Sevilla, fue quien ley¨® el v¨ªdeo de amenaza localizado en Legan¨¦s y, finalmente, se suicid¨® con otros seis terroristas en la citada localidad madrile?a. Entre los suicidas estaba tambi¨¦n el Tunecino, la persona que hab¨ªa ido a la poller¨ªa a comprar aves asadas para Lamari.
El argelino estaba siempre acompa?ado de Mohamed Afalah (Ighmiren, Marruecos, 16 de abril de 1976), quien viv¨ªa a escasos 150 metros del piso de la calle de Carmen Mart¨ªn Gaite en el que se produjo el suicidio colectivo. Las huellas de Afalah, ahora buscado intensamente por su implicaci¨®n en la matanza, estaban en el Skoda Fabia junto a otras de Lamari. El argelino y el marroqu¨ª hab¨ªan estado juntos en la poller¨ªa de Sabagh.
Los investigadores del 11-M est¨¢n convencidos de que Allekema Lamari hab¨ªa regresado a Valencia para rehacer la estructura del GIA que ¨¦l mismo hab¨ªa creado en 1997 para reconvertirla en una c¨¦lula salafista vinculada a la rama m¨¢s radical de este movimiento, Takfir Wal Hijra (Anatema y Exilio). Una vez recompuesta, la complet¨® con los restos de la c¨¦lula vinculada a Edin Imad Barakat Yarkas, Abu Dahdah; con parte de los fieles a Rabei Osman El Sayed Ahmed, el Egipcio (detenido en Italia por el 11-M y su supuesta participaci¨®n en la preparaci¨®n de otros atentados) y miembros de los grupos radicales que se hab¨ªan asentado en el barrio de Lavapi¨¦s (Madrid), muchos de ellos vinculados al tr¨¢fico de hach¨ªs desde Marruecos y otros trapicheos..
Lamari, semanas antes de perpetrar los ataques del 11-M, estuvo enviando giros de entre 150 y 300 euros a varios de sus correligionarios presos, incluso en Marruecos. Los giros los hizo desde varias oficinas postales de Madrid y Valencia. Para entonces, el Centro Nacional de Inteligencia ya ten¨ªa noticias de que el argelino preparaba "un atentado en Espa?a". En concreto se hablaba de "un gran objetivo" y de un coche bomba guiado por terroristas.
El 11-M primero, y la planificaci¨®n de un ataque suicida con un cami¨®n bomba contra la Audiencia Nacional despu¨¦s, fueron planeados por personas que ten¨ªan relaciones en distintos grados de intensidad con Allekema Lamari. Es m¨¢s: el 6 de marzo, los pocos rastros que quedaban de Lamari se esfumaron y, con ¨¦l, se perdi¨® la pista a cinco de sus secuaces. Pero los agentes del CNI no desistieron. El 11-M, cuando la tragedia ya se hab¨ªa desatado en Madrid, miembros de La Casa estaban fotografiando en un parque de Valencia a varios colaboradores de Lamari.
La conclusi¨®n del CNI, una vez perpetrados los atentados, es que Lamari hab¨ªa sido una pieza clave en la masacre del 11-M, hasta el punto de que fue quien ley¨® la reivindicaci¨®n grabada en v¨ªdeo que fue localizada en los escombros del piso de los suicidas. Una nota interna dec¨ªa de ¨¦l: "Tiene las suficientes dotes de liderazgo y grado de fanatismo para dirigirlo". Meses despu¨¦s, gracias al cotejo de los restos humanos hallados en Legan¨¦s con los de los padres del argelino, la polic¨ªa pudo confirmar que era uno de los suicidas. Safwan Sabagh ya le hab¨ªa contado al juez que ¨¦l cre¨ªa que su amigo era uno de los que volaron con el edificio de Legan¨¦s.
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