El Ej¨¦rcito simula un atentado en un bar de Madrid sin aviso previo
La Delegaci¨®n del Gobierno investigar¨¢ lo que considera una temeridad
Militares de la Capitan¨ªa General de Madrid simularon el pasado mi¨¦rcoles un atentado terrorista en una c¨¦ntrica cafeter¨ªa de la capital sin que los due?os del local ni la polic¨ªa hubieran sido previamente avisados, seg¨²n inform¨® ayer la cadena SER. El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino M¨¦ndez, calific¨® el ejercicio de "temeridad", dada la presencia de un gran n¨²mero de escoltas en la zona, y anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n. Por su parte, el Cuartel General del Ej¨¦rcito abri¨® un expediente disciplinario.
En el ejercicio intervinieron cinco militares y un polic¨ªa local de Torrelodones (Madrid) que estaban participando en un curso de protecci¨®n de autoridades organizado por la Capitan¨ªa General de Madrid. Al mediod¨ªa del pasado d¨ªa 17 entraron en la cafeter¨ªa La Amarilla, en el n¨²mero 74 de la calle Mayor, y simularon un atentado terrorista, en el que el profesor, un sargento primero, hac¨ªa las veces de personalidad.
Los due?os del establecimiento no fueron advertidos de que se trataba de un simulacro. "Me qued¨¦ contra la pared, sin entender qu¨¦ pasaba", explic¨® uno de los camareros. Tampoco las autoridades recibieron informaci¨®n previa. "Hemos abierto una investigaci¨®n y se van a exigir responsabilidades", dijo el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Constantino M¨¦ndez. "Ni la Delegaci¨®n del Gobierno ni su estructura de mando ten¨ªan conocimiento previo de lo sucedido", agreg¨®.
Por contra, un portavoz del Ministerio de Defensa asegur¨® que, seg¨²n la informaci¨®n remitida por la Capitan¨ªa de Madrid, se avis¨® a la Comisar¨ªa de Polic¨ªa de Latina, aunque calific¨® el incidente de "muy desafortunado".
El informe policial, al que ha tenido acceso EL PA?S, se?ala que, a las 11.45 del pasado d¨ªa 17 un coche patrulla de la comisar¨ªa de centro fue alertado por los guardias civiles que custodiaban el Palacio Real y su entorno de que en la zona se iba a realizar un "simulacro de atentado en el que se iban a utilizar armas y coches". Los patrulleros fueron a pedir explicaciones a la Capitan¨ªa, pero antes comunicaron con la sala del 091, donde no se encontr¨® rastro de aviso previo, por lo que se decidi¨® enviar a la zona otros tres veh¨ªculos patrulla.
Los militares indicaron a los agentes que se iban a realizar dos simulacros, "uno con un coche bomba y otro un atentado a una personalidad" utilizando armas reales y munici¨®n de fogueo. Capitan¨ªa explic¨® que los responsables eran un cabo y un sargento primero, con quienes los polic¨ªas no lograron contactar.
Para entonces, el simulacro ya se hab¨ªa realizado, por lo que los agentes se dirigieron al bar donde tuvo lugar el supuesto atentado. Los dos camareros contaron que, poco antes de las 12, entraron un hombre y una mujer y se colocaron en la barra. Poco despu¨¦s, entraron otras cuatro personas, tres de ellas con auriculares, lo que no les llam¨® la atenci¨®n porque muchos clientes acuden al establecimiento con guardaespaldas. De pronto, la joven que estaba acodada en la barra se dio la vuelta y apunt¨® con una pistola al protegido, ante lo cual sus escoltas le arrojaron al suelo y repelieron la supuesta agresi¨®n.
Los camareros confesaron que se hab¨ªan "asustado" mucho, pues los militares "no se identificaron" ni llevaban uniforme. Ya en la calle, hablaron con varios escoltas de la Polic¨ªa Municipal que proteg¨ªan a cargos del Ayuntamiento de Madrid que trabajan en el cercan¨ªsimo palacio de Ca?ete, sede de la vicealcald¨ªa, donde en ese momento se celebraba una rueda de prensa del Grupo Municipal Socialista.
El delegado del Gobierno calific¨® el hecho de "temeridad", ya que la zona estaba llena de escoltas y vigilantes que no hab¨ªan sido avisados y pod¨ªan reaccionar como si se encontraran ante un atentado real. En las inmediaciones se encuentran el Palacio Real y el Consejo de Estado, entre otras instituciones.
El Ministerio de Defensa asegur¨® que los militares se cercioraron de que no hab¨ªa clientes en el bar y s¨®lo emplearon "una pistola de pl¨¢stico verde" en el ejercicio, en el que no se hizo uso de "petardos ni artefactos pirot¨¦cnicos". No obstante, el Cuartel General del Ej¨¦rcito anunci¨® la apertura de un expediente disciplinario que concluir¨¢ con sanci¨®n contra el sargento primero, que habr¨ªa organizado el simulacro sin consultar a sus superiores.
Sin mediar palabra
Una pareja toma caf¨¦ en la barra de un bar a media ma?ana. A los 20 minutos entra un hombre de mediana edad acompa?ado de tres escoltas. Se sit¨²an en el extremo contrario a la pareja, ¨²nicos clientes del local. Uno de ellos supervisa las instalaciones del negocio: ba?os, cocina y hasta los cuadros del comedor. Ni media palabra a los camareros, m¨¢s que para pedir dos caf¨¦s y una ca?a.
Tras pagar la consumici¨®n, el se?or y su servicio de seguridad se encaminan hacia la salida. Pero la mujer, que momentos antes conversaba con su compa?ero aparentemente ajena a todo, saca una pistola. Los escoltas entonces tiran a su protegido al suelo para defenderlo de una agresi¨®n. No se produce ninguna detonaci¨®n. Al instante el hombre se levanta ileso y sale corriendo, pero acompa?ado tanto de su seguridad como de la pareja agresora. S¨®lo le da tiempo a decir a los estupefactos camareros: "No pasa nada. Esto es un simulacro".
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