'Minibowl'

?Entradas para un concierto de m¨²sica pop a 60 euros? Pudiera ser. ?Para ver a Anastacia? De ning¨²n modo. Pese a que el recinto se llen¨® hasta los topes, avanzando tal vez ese sentimiento de generosidad que suele invadir a la gente por Navidad, lo cierto es que, si hay que atenerse a las leyes de la oferta y la demanda, un precio tal por ver a esta cantante de Chicago con s¨®lo tres elep¨¦s a sus espaldas es una aut¨¦ntica pasada. Si la cosa sigue as¨ª, ?qu¨¦ suceder¨¢ cuando Madonna visite Espa?a?

La puesta en escena pretend¨ªa ser a lo grande y muy elegante, pero fue como idear un espect¨¢culo para la Superbowl y que se te quede la cosa en Minibowl. Y eso le ocurri¨® a esta cantante de voz potente que arranc¨® con Seasons change, mientras el escenario, con cuatro bailarines en acci¨®n, recordaba en su tel¨®n de fondo el origen urbano de la estrella. Con Why'd you lie to me lleg¨® el momento pseudolatino con bailecito incluido, que alguna espectadora mordaz calific¨® como de Carmen Miranda, pero sin pl¨¢tanos. Idas y venidas, cambios de ropa y la traca final, en la que incluy¨® como bises sus dos mejores canciones: Paid my dues y la vibrante I'm outta love, con la que dijo adi¨®s en esta actuaci¨®n en la que casi todo mereci¨® calificarse como prescindible.