Censo a pu?etazos

Propias de la Espa?a en otros tiempos parecieron las im¨¢genes televisivas de los afiliados del PP de Elche resolviendo a pu?etazos sus diferencias sobre el censo de militantes con vistas a la elecci¨®n de compromisarios para el congreso provincial del partido. En pleno proceso congresual interno, se trata de una se?al de alerta para la direcci¨®n nacional: de c¨®mo afronte este problema depende que sea una an¨¦cdota penosa, como dice Zaplana, o el anuncio de broncas en cadena.

Cuanto m¨¢s poder concentre el l¨ªder, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ su relevo. Durante una d¨¦cada, Eduardo Zaplana fue el indiscutido jefe interno y externo del PP de Valencia, al que llev¨® de la oposici¨®n a la mayor¨ªa absoluta. Su traspaso a la pol¨ªtica nacional, primero como ministro y ahora como portavoz parlamentario, dio oportunidad a su sucesor, Francisco Camps, de ganar las auton¨®micas de 2003. Desde ese puesto institucional se propuso ejercer tambi¨¦n el liderazgo interno, seg¨²n ven¨ªa siendo norma en el PP (con la excepci¨®n de Ruiz-Gallard¨®n en Madrid). Las tensiones soterradas entre los fieles al l¨ªder emergente y los que manten¨ªan su fidelidad al saliente afloraron tras la derrota electoral del 14-M. A menos poder a repartir, m¨¢s disputa por el que hay. Y no es lo mismo tener al l¨ªder de familia o facci¨®n como ministro en Madrid que como portavoz parlamentario de la oposici¨®n.

Ya en abril pasado tuvo que intervenir Rajoy para apuntalar la autoridad de Camps y avalar su candidatura a la presidencia del PP valenciano. Pero los de Zaplana piensan que su futuro depende de su capacidad para mantenerse en las estructuras provinciales, a la espera de tiempos mejores. Por eso son importantes los congresos provinciales y tan apasionadas las discusiones sobre el censo de afiliados con derecho a voto. Las acusaciones de fraude acabaron a golpes, con intervenci¨®n policial y custodia de las urnas por la fuerza p¨²blica y denuncia ante los tribunales. Cu¨¢les puedan ser las divergencias pol¨ªticas entre campistas y zaplanistas, se desconoce. Por mucho menos el PP descalificaba el guirigay socialista. ?Qu¨¦ expresi¨®n merecer¨ªan quienes practican la dial¨¦ctica de los pu?os y las urnas rotas?