La agresi¨®n a un inmigrante

La noche del 17 de noviembre de 2004 fuimos testigos de un lamentable acontecimiento, padecido por uno de los inmigrantes que dorm¨ªa a la intemperie aguardando la apertura del dispositivo especial del centro municipal de acogida a transe¨²ntes de Ja¨¦n. El suceso ocurri¨® de la siguiente manera:

Un grupo de gente nos hall¨¢bamos delante de la puerta principal del albergue conversando con los inmigrantes que estaban durmiendo a la intemperie a fin de conocer sus necesidades. De pronto se form¨® un alboroto, con voces y gritos, y nos dimos cuenta de que el motivo era un indi-viduo joven y de complexi¨®n delgada, que, visiblemente embriagado, dec¨ªa: "S¨ª, t¨², ven" y se?alaba a alguien con el dedo. Fue entonces cuando, saliendo del recinto, uno de los trabajadores del albergue la emprendi¨® a patadas y pu?etazos contra el inmigrante; otro increpaba y animaba al agresor, as¨ª como un tercero trataba de impedir que una c¨¢mara de la cadena Tele 5 grabara lo que estaba sucediendo, amenaz¨¢ndonos a algunos de nosotros y al propio c¨¢mara, mientras que otros dos trabajadores del centro se hallaban asomados a la puerta de ¨¦ste. Algunas personas trat¨¢bamos de poner fin a semejante bestialidad y calmar al agresor, quien intentaba continuar la agresi¨®n.

En ese momento, sali¨® el segundo trabajador y le propin¨® m¨¢s patadas y pu?etazos, incluso un fuerte cabezazo en la nariz, al inmigrante. Pasado un rato, el joven agredido cay¨® al suelo y qued¨® inm¨®vil, sangrando por las fosas nasales. La mencionada c¨¢mara de televisi¨®n segu¨ªa grabando. Uno de nosotros forz¨® a que todos los trabajadores entrasen en el centro y alej¨® de la puerta a todo el grupo de inmigrantes para que no se produjesen m¨¢s altercados. Se telefone¨® a la Polic¨ªa Nacional y al servicio de urgencias del 061 y nos dirigimos al Centro de Transe¨²ntes para pedir unas mantas con que arropar al inmigrante apaleado, las cuales nos fueron concedidas. Llegaron la polic¨ªa y la ambulancia. Los profesionales que atendieron al joven nos tranquilizaron: sus lesiones no parec¨ªan revestir gravedad.

A continuaci¨®n volvimos a acercarnos el albergue con intenci¨®n de que nos explicaran qu¨¦ hab¨ªa pasado exactamente. Lo que el resto de los trabajadores del centro nos relataron fue que el trabajador del centro se hab¨ªa dirigido a atender la ventanilla de la puerta, a la que estaban llamando desde afuera, tras la cual se encontr¨® con que un inmigrante le daba tres euros para que le fuera servido un paquete de tabaco y, otro (el agredido), le ped¨ªa agua.

El trabajador les respondi¨® que "aquello no era un bar" y el individuo agredido le llam¨® entonces "hijo de puta" y le escupi¨® a la cara. A trav¨¦s de la ventanilla el trabajador intent¨® agarrar al individuo que le hab¨ªa insultado y escupido, produci¨¦ndose un ara?azo en el brazo, el cual intentamos que le fuera examinado por el 061, a lo que el lesionado se neg¨®.

Tras ello seguimos conversando con los trabajadores y pudimos apreciar c¨®mo los trabajadores del centro se encontraban bastante afectados por lo que hab¨ªa sucedido. Seg¨²n ellos, aquel altercado no hab¨ªa sido sino consecuencia de la presi¨®n a la que est¨¢n sometidos los trabajadores del albergue, debido a las situaciones extremas y condiciones inhumanas de las que son testigos a diario.