"La reacci¨®n espa?ola al 11-M debe ser un ejemplo para la UE"
"Las soluciones pol¨ªticas convencionales del conservadurismo o la socialdemocracia ya no son viables". Polemista, incisivo y extremadamente cr¨ªtico con George W. Bush, Tony Blair y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el polit¨®logo brit¨¢nico John Gray, ex asesor de Margaret Thatcher, carga contra la guerra de Irak, contra los laboristas brit¨¢nicos, contra los neoconservadores, contra la Constituci¨®n Europea -un proyecto que califica como "demasiado ambicioso"- y, siempre a la contra, dibuja un negro panorama tras la victoria electoral de Bush en EE UU. Gray, que la pasada semana dio un ciclo de conferencias sobre Pensamiento pol¨ªtico contempor¨¢neo organizadas por la Fundaci¨®n La Caixa, asegura que la victoria de Zapatero en Espa?a y la retirada de las tropas de Irak "son un signo inequ¨ªvoco de madurez democr¨¢tica" y califica la respuesta espa?ola a los atentados del 11-M como "un modelo que seguir en Europa ante el riesgo de que se demonice a las minor¨ªas isl¨¢micas".
"Los neoconservadores han salido fortalecidos y Bush es ahora m¨¢s extremista que nunca"
Pregunta. Hace menos de una d¨¦cada, Blair y Gerhard Schr?der eran en Europa el paradigma de la tercera v¨ªa. ?Est¨¢ agotada esa opci¨®n pol¨ªtica?
Respuesta. Nunca existi¨® una tercera v¨ªa como tal en Europa. Sus or¨ªgenes est¨¢n en los EE UU de Bill Clinton, y no como una ideolog¨ªa pol¨ªtica sino como una simple t¨¢ctica para vencer a la derecha. Blair tuvo el m¨¦rito de adoptar algunos de esos postulados y consigui¨® colapsar a los conservadores brit¨¢nicos. Pero a pesar de que tiene un punto fuerte -reconoce la desaparici¨®n de las antiguas formas de socialdemocracia y liberalismo-, la tercera v¨ªa nunca tuvo una estrategia coherente y desapareci¨® con Clinton.
P. ?Dice que el conservadurismo ha desaparecido?
R. En efecto. Los neoconservadores norteamericanos son radicales, incluso reaccionarios, neojacobinistas. No tienen nada en com¨²n con lo que en su d¨ªa fueron los partidos conservadores en Europa, herederos de Montaigne, de Pascal. El conservador es, por definici¨®n, esc¨¦ptico, prudente. Y eso ha desaparecido en EE UU y Europa. Como la socialdemocracia: Si hace 10 a?os alguien hubiera dicho que el l¨ªder laborista brit¨¢nico estar¨ªa estrechamente unido con un presidente republicano de EE UU de extrema derecha e identificado con fundamentalistas cristianos, nadie le hubiese cre¨ªdo.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merecen las reacciones encontradas que se produjeron en Europa tras la retirada de Espa?a de Irak?
R. La reacci¨®n espa?ola como respuesta al ataque terrorista del 11-M es un ejemplo brillante de madurez democr¨¢tica. El atentado de Al Qaeda buscaba, en esencia, iniciar un choque de civilizaciones. Pero no hubo ataques contra musulmanes. Zapatero fue calificado como un pol¨ªtico d¨¦bil por EE UU y otros pa¨ªses, pero, en mi opini¨®n, retir¨® a Espa?a de un conflicto innecesario y, por lo tanto, injusto.
P. Hace unos a?os critic¨® con dureza varios aspectos de la pol¨ªtica espa?ola, en relaci¨®n con el Pa¨ªs Vasco. ?C¨®mo eval¨²a el cambio de Gobierno?
R. El colapso del Gobierno conservador de Aznar se explicapor su respuesta inmediata a los atentados, por los errores posteriores cometidos inmediatamente despu¨¦s del 11-M. Pero en el trasfondo de ese cambio est¨¢ el hecho de que Aznar llev¨® a Espa?a a una guerra a la que se opon¨ªa el 90% de la poblaci¨®n. Tras los atentados exist¨ªa el riesgo de que la gente viese un terrorista en cualquier musulm¨¢n. Pero eso no ocurri¨®. La reacci¨®n espa?ola ante el 11-M debe ser un ejemplo para la UE ante el riesgo de que asesinatos como el de Teo Van Gogh desaten el p¨¢nico pol¨ªtico y la demonizaci¨®n de las minor¨ªas ¨¢rabes.
P. ?Qu¨¦ respuesta espera del electorado brit¨¢nico en los pr¨®ximos comicios?
R. El Reino Unido est¨¢ m¨¢s aislado que nunca de la UE. Buena parte del pa¨ªs est¨¢ en contra de la guerra y en el propio partido laborista se han alzado voces de protesta. Lo m¨¢s probable es que Blair gane las elecciones. Pero saldr¨¢ muy castigado, sin la amplia mayor¨ªa de la que disfruta ahora. Ya nadie conf¨ªa en ¨¦l, su credibilidad est¨¢ muy erosionada y la historia no le recordar¨¢ como el presidente que acerc¨®el Reino Unido a Europa, como pretend¨ªa, sino como el pol¨ªtico que llev¨® al pa¨ªs a una guerra injusta. Algo parecido, por cierto, a lo que le ocurrir¨¢ a Aznar.
P. La guerra no parece haber perjudicado demasiado a Bush.
R. Irak no le ha destruido, pero ha da?ado seriamente la imagen de EE UU, que no tiene una salida f¨¢cil del conflicto. Sin embargo, Bush est¨¢ obligado a irse de Irak: Al coste humano del conflicto se a?aden unos costes econ¨®micos enormes, que coinciden con el doble d¨¦ficit [fiscal y exterior], la debilidad del d¨®lar y una p¨¦rdida generalizada de confianza respecto a EE UU.
P. Sus libros no son precisamente optimistas respecto al futuro. ?La reelecci¨®n de Bush complica la situaci¨®n?
R. Los pol¨ªticos pensaban que la segunda Administraci¨®n Bush ser¨ªa m¨¢s moderada, que la guerra de Irak debilitar¨ªa a los neocons. Pero la realidad va en sentido contrario: Los neoconservadores han salido fortalecidos y Bush es m¨¢s extremista que nunca. Ahora, los problemas pueden extenderse a Ir¨¢n y Siria, por no hablar de serias amenazas como Corea del Norte y Pakist¨¢n.
P. En Las dos caras del liberalismo aboga por los modus vivendi como f¨®rmula de convivencia. ?La Constituci¨®n Europea va por ese camino?
R. El problema de la Constituci¨®n es que es excesivamente ambiciosa. Intenta armonizar un grupo cada vez mayor de econom¨ªas, culturas y sistemas pol¨ªticos profundamente distintos. Puede sonar parad¨®jico, pero una constituci¨®n m¨¢s laxa podr¨ªa concentrarse en ¨¢reas donde la UE debe actuar con mayor cohesi¨®n. No parece l¨®gico tener una pol¨ªtica econ¨®mica com¨²n sin un gobierno, sin ning¨²n demos europeo. La UE debe fortalecer esas conexiones m¨¢s que aprobar constituciones o formas ambiciosas de armonizaci¨®n, que en la pr¨¢ctica no funcionan o pueden ser incluso da?inas a medida que la UE vaya creciendo.
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