Cumplea?os de cine

Noche de cine. Para celebrar sus 60 a?os, Michael Nyman se ha regalado una gira con las bandas sonoras escritas para pel¨ªculas de Peter Greenaway (Prospero's books), Neil Jordan (The end of the affair) o Michael Winterbottom (Wonderland). Primero salen los m¨²sicos. Aplausos. Se sientan ante los atriles y afinan. Silencio. Aparece Nyman. M¨¢s aplausos, s¨®lo para ¨¦l.

El compositor y pianista londinense dividi¨® el programa en dos partes. La primera, m¨¢s l¨ªrica, cl¨¢sica y conservadora. Surg¨ªa su nervio, aquella manera de componer que provoca adhesiones y crispaci¨®n, en unos inicios de tempestad que, casi de inmediato, remit¨ªan en brisa. Hasta que lleg¨® Prospero's books, con sus repeticiones fren¨¦ticas y obsesivas.

Nyman posee un vasto conocimiento de la m¨²sica erudita y se ha especializado en el buen uso de sus cl¨¢sicos. Tiene un estilo de componer para la pantalla que se ha ido atenuando desde El piano. Con tres piezas de su premiada banda sonora abri¨® la segunda parte. Abismal la diferencia entre lo que escribi¨® para la pel¨ªcula de Jane Campion y sus ocurrencias de a?os antes para El contrato del dibujante. Quiz¨¢ no sienta la necesidad de tensar la cuerda como cuando deb¨ªa abrirse paso o es que no ha vuelto a tener la libertad de la que goz¨® con Greenaway. Pero la m¨²sica sigue siendo poderosa. Llevada en volandas por el piano percusivo, metales grandilocuentes y cuerdas r¨ªtmicas hasta un espl¨¦ndido Drowning by numbers.