Si tuviera la bomba
Tras la revoluci¨®n de 1979, el ayatol¨¢ Jomeini consider¨® no isl¨¢mica la investigaci¨®n sobre armas nucleares. Pero si yo fuera el actual r¨¦gimen islamista -reforzado internamente y m¨¢s amenazado externamente por la invasi¨®n americana de Irak- habr¨ªa intentado hacerme con la bomba. Es la mejor garant¨ªa de supervivencia no ya del pa¨ªs, sino del r¨¦gimen, como lo prueba Corea del Norte. Raz¨®n por la cual, si fuera iran¨ª de la calle estar¨ªa en contra. Ahora bien, si me han pillado, mejor parar. Lo que me interesa es saber c¨®mo fabricarlas y poder hacerlo, no necesariamente tenerlas, y menos ponerlas en manos de grupos terroristas. Por ahora, la bomba -mal llamada limpia (mucho m¨¢s letal que la sucia)- es cosa de Estados, salvo que un grupo se haga con algunas de las que han desaparecido en Rusia, que ahora quiere desarrollar una nueva generaci¨®n de este tipo de armamento.
Si fuese saud¨ª, har¨ªa lo imposible por impedir que Teher¨¢n tuviese la bomba, y si no lo consiguiera, ante el cambio de la ecuaci¨®n estrat¨¦gica en Oriente Pr¨®ximo, intentar¨ªa entonces hecerme con ella. Como israel¨ª, empezar¨ªa a temblar, pues mi propia bomba ya no me servir¨ªa de garant¨ªa existencial. Pensar¨ªa, como ya hice con Irak al bombardear su planta en 1981, en destruir las instalaciones iran¨ªes en Natanz, Bushehr, Arak u otros lugares, o que EE UU lo hiciera por m¨ª. Desgraciadamente, los iran¨ªes han aprendido y las han dispersado a cientos de kil¨®metros unas de otras.
Cambiando de perspectiva, desde la Casa Blanca veo todo esto con enorme preocupaci¨®n. Metimos a Ir¨¢n en el eje del mal, y ah¨ª se ha quedado. La C¨¢mara de Representantes nos pidi¨® en mayo que "us¨¢ramos todos los medios adecuados para disuadir o impedir que Ir¨¢n adquiera armas nucleares". Si el Senado lo ratifica, tendremos carta blanca, aunque necesito a los iran¨ªes para que no se desmanden en exceso los chi¨ªes en Irak. ?Qu¨¦ l¨¢stima que en el Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) no tuvi¨¦ramos la semana pasada mayor¨ªa suficiente para pasar el tema al Consejo de Seguridad de la ONU que podr¨ªa imponer sanciones! Los europeos creen que tales sanciones empujar¨ªan definitivamente a Ir¨¢n a llevar adelante su programa. La diplomacia preventiva que han puesto en pie brit¨¢nicos, franceses y alemanes s¨®lo ha funcionado a medias y en la medida en que detr¨¢s estaba la sombra de la amenaza de EE UU. Si fracasa, perder¨¢ Europa.
Si realmente queremos luchar contra la proliferaci¨®n, debemos reforzar el OIEA (que debilitamos con el caso iraqu¨ª) y el Tratado de No Proliferaci¨®n, del que es parte Ir¨¢n, aprovechando la conferencia de revisi¨®n en 2005. Lo que no quiero es volver sobre el Tratado de Prohibici¨®n Total de Pruebas Nucleares que Clinton insisti¨® tard¨ªamente en firmar y que, afortunadamente, mis republicanos rechazaron en el Congreso. Acatarlo me impedir¨ªa probar las minibombas que estoy desarrollando. Si las hubiera tenido y usado (rompiendo el tab¨² por primera vez desde Hiroshima y Nagasaki), Bin Laden no se me hubiera escapado en las monta?as de Tora Bora. El pesado de Clinton no deja de recordar el ¨¦xito que tuvo ¨¦l y Bush padre al conseguir desnuclearizar Ucrania (?se imaginan el l¨ªo actual con armas nucleares all¨ª!), Bielorrusia y Kazajist¨¢n tras el fin de la URSS, o Sur¨¢frica tras el fin del apartheid (otro r¨¦gimen, no pa¨ªs, que busc¨® protecci¨®n en la bomba).
Lo que m¨¢s me preocupa es Pakist¨¢n, un pa¨ªs inestable donde estas armas pueden caer en manos de gente muy peligrosa. Gracias a su ingeniero Jan, Pakist¨¢n se hizo, como India, con el arma nuclear, por lo que tuvimos que imponer sanciones econ¨®micas. Pero se las levantamos tras el 11-S, pues necesit¨¢bamos a Pakist¨¢n para invadir Afganist¨¢n. Jan ha sido uno de los que m¨¢s ha impulsado la proliferaci¨®n en el mundo. Gracias a ¨¦l, al final se confirma lo que me tem¨ªa: Bin Laden ha contribuido a la proliferaci¨®n. Menos mal que Gaddafi se ha vuelto atr¨¢s. Un verdadero amigo. aortega@elpais.es
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