El aeropuerto de Al¨ª Bab¨¢
El saqueo de equipajes es un hecho frecuente en Malpensa (Mil¨¢n)
Cada aeropuerto es un mundo, un lugar lleno de actividad y acontecimientos. Y luego est¨¢ Malpensa, un caso aparte. El aeropuerto milan¨¦s, que desde hace a?os acumula mala fama por los frecuentes hurtos en los equipajes, ha batido en 2004 todas las marcas. La polic¨ªa ha desarticulado una banda de empleados que saqueaba las maletas, ha detenido a otro grupo que se lucraba con el tr¨¢fico de inmigrantes clandestinos, ha tenido que cerrar el ¨¢rea de mercanc¨ªas para buscar escorpiones y ha descubierto, hace unos d¨ªas, que la oficina de la empresa Fedex era una cueva de ladrones. Entre lo robado destacan un par de proyectiles de ob¨²s, un cuadro de Andy Warhol, paquetes de diamantes y abundante coca¨ªna.
Algunos ladrones han llegado a suplantar al propietario para cobrar el seguro de los objetos desaparecidos
La primera operaci¨®n policial se desarroll¨® en 2002. Bast¨® instalar unas cuantas c¨¢maras en la zona de tr¨¢nsito de equipajes para comprobar que al menos 28 empleados abr¨ªan cada maleta y se quedaban con lo que les interesaba. El bot¨ªn se guardaba en las taquillas y era sacado cada noche por una ventana.
La redada desemboc¨® en 28 condenas por robo y posesi¨®n de drogas (por lo visto hay bastante coca¨ªna en los equipajes) y una por posesi¨®n ilegal de munici¨®n pesada, porque uno de los empleados hab¨ªa topado con un par de cargas de ob¨²s en un equipaje y se hab¨ªa quedado con ellas. Parec¨ªa que a partir de entonces las cosas se calmar¨ªan. Pero en febrero pasado se comprob¨® que no, que los viejos h¨¢bitos persist¨ªan. Otros 10 empleados fueron detenidos por robar en las maletas y en los coches de los viajeros. La cuesti¨®n provoc¨® una extra?a campa?a del Sindicato Nacional Unitario de Transporte A¨¦reo, que defendi¨® a los rateros. "Estas cosas ocurren porque la gente tiene hambre", declar¨® un dirigente. "Hay que tener en cuenta las circunstancias. Los trabajadores sufren horarios estresantes, con un ruido continuo, por apenas 1.000 euros mensuales". El sindicato exigi¨® que no hubiera despidos y que los condenados pudieran volver al puesto de trabajo una vez cumplida la condena.
El debate qued¨® silenciado al mes siguiente, en marzo, con otras nueve detenciones. Esta vez, por tr¨¢fico ilegal de inmigrantes. El viajero sin visado sab¨ªa que, al desembarcar, deb¨ªa dirigirse a un cuarto de ba?o donde encontraba un chaquet¨®n naranja con una acreditaci¨®n de empleado del aeropuerto. Se lo pon¨ªa y era recogido por un gu¨ªa que le llevaba hasta la salida a trav¨¦s de la zona reservada al personal aeroportuario. El paseo desde el avi¨®n a la calle costaba 5.000 euros.
En mayo llegaron los escorpiones, tres ejemplares de Parabutus granulatus, de picadura potencialmente mortal, ocultos en un cargamento de maderas nobles procedente de Kenia. En cuanto fue descubierto el primer escorpi¨®n, se orden¨® el cierre de toda la terminal de mercanc¨ªas. La desinsectaci¨®n de la zona dur¨® una jornada.
La semana pasada hubo 16 detenciones m¨¢s. Los presuntos delincuentes eran empleados de la sucursal en Malpensa de la empresa privada de transporte urgente Fedex. Ya no se trataba de hurtos. Los de Fedex hab¨ªan creado un sistema integral de saqueo. Localizaban los paquetes interesantes, que pod¨ªan contener diamantes, obras de arte o joyas. Los marcaban con un sello espec¨ªfico y los hac¨ªan desaparecer. Los propios empleados denunciaban que no hab¨ªan llegado a destino. Luego, falsificando documentos y haci¨¦ndose pasar por el cliente damnificado, consegu¨ªan que se les pagasen las tasas aduaneras y cobraban la indemnizaci¨®n del seguro.
Durante las escuchas telef¨®nicas previas a las detenciones la polic¨ªa top¨®, casualmente, con una banda que hab¨ªa falsificado 40 millones de euros con la intenci¨®n de enviarlos -desde Malpensa, por supuesto- a un banco de Arabia Saud¨ª.
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