Ferrero disipa las dudas
Despu¨¦s de tres meses sin apenas competir, el valenciano reencuentra la confianza en su juego y en su nueva raqueta
En el cuarto d¨ªa de entrenamientos, Juan Carlos Ferrero comenz¨® a disipar las dudas. Los tenistas espa?oles que disputar¨¢n la final de la Copa Davis contra Estados Unidos llegaron a Sevilla el pasado viernes y comenzaron a pelotear en la pista de la Cartuja el s¨¢bado. "Perfecta", dijeron al un¨ªsono los cuatro miembros del equipo. "Demasiado lenta", esgrimieron poco despu¨¦s Andy Roddick, Mardy Fish y los hermanos Bob y Mike Bryan, los norteamericanos. Las premisas no han cambiado. Las sensaciones, sin embargo, s¨ª. Todos los jugadores van tomando el tono a la tierra batida y a las instalaciones.
Y Ferrero no es una excepci¨®n. Al contrario. El valenciano lleg¨® a Sevilla despertando un mar de dudas f¨ªsicas y t¨¦cnicas. Despu¨¦s de tres meses casi sin competir -s¨®lo hab¨ªa jugado un partido en el Masters de Madrid, donde perdi¨® contra el peruano Luis Horna de forma sorprendente-, exist¨ªa expectaci¨®n por verle para comprobar su estado real. Le cost¨® entrar en ritmo y, cuando se enfrent¨® a Carlos Moy¨¤ en un entrenamiento, acus¨® la falta de partidos al m¨¢s alto nivel. "Se le escapan las bolas, sobre todo con su drive", dijeron algunos. Pero ayer pareci¨® recuperar sus mejores sensaciones. Peg¨® a la bola con una tremenda confianza en su juego y en su nueva raqueta. "Me he sentido muy a gusto", dijo justo despu¨¦s de salir de la cancha, en la que pelote¨® dos horas con su compa?ero de academia, Guillermo Garc¨ªa L¨®pez.
Tras un a?o plagado de problemas musculares y v¨ªricos, ahora nada le perturba f¨ªsicamente
"Est¨¢ mucho mejor que el a?o pasado, cuando afront¨® la final de Australia", coment¨® Antonio Mart¨ªnez Cascales, su entrenador; "entonces ten¨ªa ganas de que llegaran las vacaciones. Ahora tiene ganas de jugar y la mente muy fresca". F¨ªsicamente, no hay nada que le perturbe, lo cual es una muy buena noticia para concluir una temporada en la que los problemas musculares y los v¨ªricos -la varicela- le dejaron m¨¢s de tres meses sin jugar y no le permitieron coger un buen ritmo competitivo. Ayer, s¨®lo una peque?a ampolla en la mano derecha le oblig¨® a jugar con un aparatoso vendaje y a cambiarlo cada vez que se sentaba en la silla a descansar. "No es nada importante", explic¨® el doctor ?ngel Ruiz Cotorro, de la Federaci¨®n Espa?ola; "es muy peque?a, pero est¨¢ situada en la intersecci¨®n del dedo gordo y el ¨ªndice, o sea, en el punto por el que se coge precisamente la raqueta".
Todo el G-3, el grupo de capitanes del equipo espa?ol, estaba pendiente de las evoluciones de Ferrero, al que necesitan para los partidos individuales a pesar de que su clasificaci¨®n actual, el 31? del mundo, le convierte en el tercer jugador espa?ol. "Creo que ha habido un alarmismo infundado", afirma Cascales; "desde que lleg¨® a Sevilla se ha entrenado bien porque en Villena hemos estado preparando a conciencia esta final". Seg¨²n ¨¦l, no habercompetido durante tanto tiempo permite a Ferrero afrontar la cita con mayor fuerza f¨ªsica y mental.
No obstante, tambi¨¦n Patrick McEnroe, el capit¨¢n, y Andy Roddick, el n¨²mero uno de Estados Unidos, plantearon persistentes inc¨®gnitas sobre Ferrero. "No ha jugado bien en todo el a?o", dijo McEnroe; "y desde Madrid no ha competido. Por tanto, no podemos saber en qu¨¦ nivel de juego se encuentra. Pero es un gran jugador de tierra batida y ha sido campe¨®n de Roland Garros, lo que significa mucho". Lo dicen sin olvidar que Roddick y Fish le han ganado siempre -en dura, eso s¨ª- y que entre los dos llevan un balance de 16-1 (Roddick: 12-0), sobre los cuatro espa?oles.
"Lo que ocurri¨® en el Masters Series de Madrid", explica Cascales, "fue simplemente un problema de adaptaci¨®n a la nueva raqueta". Justo dos d¨ªas antes de empezar el torneo, Ferrero firm¨® un contrato con la marca Head. Abandon¨® su cl¨¢sica Prince y comenz¨® a jugar con la austriaca, que le ofreci¨® un contrato irrenunciable. "No hubo tiempo ni de entrenarse", reconoce Cascales; "aquello ocurri¨® en altura, en pista cubierta y en superficie r¨¢pida. Todo fue demasiado precipitado porque la nueva raqueta despide [la bola] un 15% o un 20% m¨¢s y Juan Carlos lo acus¨®". Desde entonces, el de Ontinyent ha efectudo pruebas, modificando la tensi¨®n del cordaje, agreg¨¢ndole incluso dos cuerdas -"aquello no funcion¨® y volvimos a las 16 porque ¨¦l se sent¨ªa mejor", contin¨²a Cascales-, hasta encontrar el punto exacto.
Ahora, tras casi dos meses con la nueva raqueta, Ferrero tiene mucho m¨¢s control. "Es verdad que el lunes pareci¨® estar algo m¨¢s bajo en su ritmo de entrenamiento", admite su t¨¦cnico; "sin embargo, eso les pasa a todos. Incluso Moy¨¤ ha acusado tambi¨¦n tantos d¨ªas de concentraci¨®n. Pero yo veo que todo el equipo est¨¢ en un momento ¨®ptimo de juego. Y que a partir del jueves subir¨¢ la tensi¨®n y todos estar¨¢n a su mejor nivel". Ferrero pareci¨®, por fin, sentirse a gusto en la pista. Por su parte, Moy¨¤ confes¨®, ya en el Masters de Houston, que estaba encontrando su mejor nivel. Y Tommy Robredo y Rafael Nadal, que ayer iniciaron los entrenamientos espec¨ªficos para el dobles, aseguran que est¨¢n a punto para la final.
"Estamos ajustando mejor nuestra adaptaci¨®n a la pista", concluye Jordi Arrese, uno de los capitanes espa?oles; "los entrenamientos se van intensificando y el nivel es cada vez m¨¢s alto. Sabemos que Estados Unidos es un gran equipo. Hay presi¨®n. Pero tenemos fe en que vamos a ganar la final". Ser¨ªa la segunda Ensaladera espa?ola, la segunda de Ferrero -el ¨²nico superviviente de 2000- y la primera de los dem¨¢s.
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