Disciplina inglesa
La polic¨ªa descubre casos de racismo y violaciones en el Ej¨¦rcito brit¨¢nico
El f¨²tbol ingl¨¦s presume de haber erradicado el racismo de sus canchas y grader¨ªos, pero los cuarteles de Inglaterra no parecen haber seguido esa misma l¨ªnea ejemplar. Un informe de la polic¨ªa da cuenta de 173 presuntos casos de racismo, violaci¨®n, palizas, humillaciones y favores sexuales a cambio de una vida m¨¢s tranquila en el centro instructor del cuartel del Ej¨¦rcito en Deepcut, a unos 60 kil¨®metros al suroeste de Londres.
La investigaci¨®n policial es consecuencia de las presiones ejercidas por los familiares de cuatro j¨®venes reclutas que fallecieron en esas instalaciones. Oficialmente, todos ellos se suicidaron con su arma reglamentaria, pero sus familiares nunca han cre¨ªdo en la tesis del suicidio. El Gobierno nunca ha querido abrir una investigaci¨®n p¨²blica sobre la muerte de los reclutas Sean Benton (que ten¨ªa 20 a?os cuando muri¨®, en 1995), Cheryl James (18 a?os, 1995), Geoff Gray (17 a?os, 2001) y James Collinson (17 a?os, 2002). Pero las presiones de las familias le obligaron a aceptar primero una investigaci¨®n policial y, tras las revelaciones de ayer, una investigaci¨®n independiente, aunque no ser¨¢ p¨²blica como exigen las familias.
Un grupo racista dejaba una carta en la cama del soldado que iba a ser objeto de la paliza por la noche
La polic¨ªa ha investigado s¨®lo los tres a?os en que se registraron los fallecimientos de los reclutas. Aunque los jefes militares insisten en que se trata de casos aislados y que de ninguna manera se puede hablar de una pr¨¢ctica generalizada, la investigaci¨®n ha elaborado una lista de 173 alegaciones de abusos. ?stas se refieren a 80 casos de 1995 y las restantes a los a?os 2001 y 2002.
Entre los casos denunciados figuran el de una mujer soldado que acudi¨® a la sala de guardia a denunciar que hab¨ªa sido violada y recibi¨® la respuesta de que hab¨ªa sido "disciplinada por estar en el dormitorio de los hombres". Otra asegura que sus denuncias de violaci¨®n fueron ignoradas. Otra mujer relata c¨®mo fue obligada a correr desnuda en el patio, en pleno mes de enero sin m¨¢s vestimenta que un plato del rancho. Otra asegura que fue obligada a nadar en una letrina. Varias reclutas han denunciado que se vieron obligadas a tener relaciones sexuales con algunos oficiales que les aseguraban que la vida ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil para ellas si satisfac¨ªan sus deseos.
Tambi¨¦n los hombres fueron objeto de abusos, en especial los que no eran de raza blanca: un grupo racista autodenominado el Club de la Carta Negra depositaba una carta con una cruz en la cama o el guardarropa del soldado que iba a ser objeto de sus palizas esa noche. Otros reclutas relatan c¨®mo un oficial orinaba encima de ellos a media noche.
El viceministro responsa-ble de las Fuerzas Armadas, Adam Ingram, tuvo que acudir ayer a los Comunes para anunciar la pr¨®xima apertura de una investigaci¨®n independiente. "Las acusaciones son serias y estoy convencido de que todo lo que se ha podido hacer se est¨¢ haciendo, pero es necesario que se vea que se est¨¢ haciendo", dijo el viceministro. "La carrera militar nunca ha sido y nunca ser¨¢ algo blandengue, pero la violencia y la intimidaci¨®n no son el medio por el que el Ej¨¦rcito produce los soldados que necesita". Pero a?adi¨® de inmediato que "ese documento no contiene pruebas". "Contiene alegaciones que ya han sido investigadas y otras alegaciones que vale la pena investigar, aunque todav¨ªa no han sido probadas".
Todas las investigaciones llevadas a cabo por el Ej¨¦rcito s¨®lo han producido una condena: la de cuatro a?os de c¨¢rcel para un cabo llamado Leslie Skinner, tras ser declarado culpable el mes pasado de cinco agresiones sexuales sadomasoquistas a reclutas varones, uno de ellos de 17 a?os.
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