Una delirante retrofantas¨ªa abre el Festival de Sitges
'Sky captain', con Jude Law y Gwyneth Paltrow, mezcla con inteligencia efectos digitales y visuales
Una delirante retrofantas¨ªa ambientada en la d¨¦cada de 1930, Sky captain y el mundo del ma?ana, proyectada fuera de concurso y ¨®pera prima de un desconocido realizador, Kerry Conran, que empe?¨® una d¨¦cada de su vida en preparar un anuncio promocional del filme de s¨®lo seis minutos, fue la encargada ayer de inaugurar la 37? edici¨®n del Festival de Sitges. La primera pel¨ªcula a competici¨®n era no s¨®lo m¨¢s conocida, sino la ¨²ltima creaci¨®n de uno de los mitos vivientes del cine de animaci¨®n, el director japon¨¦s Hayao Miyazaki: Hauru no ugoku shiro (algo as¨ª como El castillo m¨®vil de Howl) ya concurs¨® en la Mostra de Venecia, y aqu¨ª y all¨¢ cosech¨® ampl¨ªsimos, calurosos consensos del respetable.
Fue la de ayer, pues, una inauguraci¨®n extra?a, porque si bien los honores de apertura correspond¨ªan, seg¨²n el programa, a Sky captain, tanto la hora de su proyecci¨®n al p¨²blico (las 18.00) como el que luego, en horario estelar (21.00 horas), el protagonismo le correspondiera a Miyazaki y a su ¨²ltima criatura, propiciaron m¨¢s de una pregunta sin respuesta.
Pero m¨¢s all¨¢ de la peque?a an¨¦cdota, hay que consignar que Sky captain no s¨®lo entretuvo, sino que interes¨® mucho al fiel espectador que Sitges ha sabido conservar y ampliar. Ambientada entre Nueva York y el ex¨®tico Nepal en la d¨¦cada de 1930 (en alg¨²n momento, la periodista que encarna Gwyneth Paltrow se encuentra con otro personaje en el c¨¦lebre cine Radio City donde proyectan, de estreno, El mago de Oz), protagonizada por Jude Law, Paltrow y una muy poco utilizada Angelina Jolie, la pel¨ªcula cuenta los desvelos de la periodista y del arriesgado piloto Sky/Law por encontrar a un ubicuo, misterioso cient¨ªfico alem¨¢n, el Dr. Totenkopf, que se dedica a crear monstruos mec¨¢nicos que arrasan el mundo.
En el fondo, estamos ante una variante m¨¢s de la pel¨ªcula de superh¨¦roe enfrentado a un hipervillano que en este caso es, adem¨¢s, un cient¨ªfico enloquecido y tenebroso. O sea, que en la trama no encontraremos demasiados elementos originales, como no sea los juegos que el argumento se permite con cosas que vinieron hist¨®ricamente luego, como los experimentos gen¨¦ticos realizados por los nazis s¨®lo unos a?os despu¨¦s de la fecha en que el filme se ambienta; los vuelos espaciales y los robots superdesarrollados.
Pero en todo caso, el filme quedar¨¢ en los anales por su inteligente mezcla de efectos digitales y visuales (una cortes¨ªa de Darin Hollings, presente en Sitges y que hoy mismo ofrecer¨¢ al p¨²blico una clase magistral sobre su especialidad) y aire retro, por sus expl¨ªcitos homenajes cin¨¦filos, que van desde Horizontes perdidos, la celeb¨¦rrima pel¨ªcula que Frank Capra rodara por aquellos a?os, y la ciencia ficci¨®n de la d¨¦cada de 1950, en una mezcla que incluye tambi¨¦n una apariencia visual extraordinariamente exigente y lograda, en el que la moda de entonces y los estilemas visuales del cine negro terminan configurando un producto muy superior en su t¨¦cnica que en su modesta manipulaci¨®n de temas y tramas ajenas.
Un gran 'miyazaki'
Presentado en la pasada Mostra de Venecia, donde obtuvo una Osella de Oro, El castillo m¨®vil de Howl es otra m¨¢s de las irresistibles fantas¨ªas con que el maestro Hayao Miyazaki suele sorprender cada cierto tiempo. Tem¨¢ticamente vinculada tanto a su ¨²ltima creaci¨®n, El viaje de Chihiro, como a otros t¨ªtulos anteriores, como La princesa Mononoke, El castillo... cuenta con la inspiraci¨®n torrencial que es la marca del prestigioso director, una historia en la que se mezclan brujas y hechizos, hechizados y volc¨¢nicos enamorados en un universo centrado m¨¢s en Europa que en Jap¨®n, unido todo con el estilo m¨¢s reposado y contundente de la animaci¨®n de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Por ponerle alguna pega, hay que decir que su tem¨¢tica se parece a la de otros de sus filmes. Pero quien haya visto uno solo de ellos sabe muy bien que se agolpan tantos temas, su inspiraci¨®n es tan generosa y sus propuestas tan coherentes que cualquier inconveniente queda relegado. Y, por si fuera poco, el filme contiene un indisimulable mensaje antibelicista... ?Se puede pedir m¨¢s?
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